7 - La Sirvienta Tímida y el Período de Celo

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-... Bien... Si no necesitas nada, iré a ver a la Princesa. Casi nunca estoy en mi habitación, pero puedes buscarme cuando quieras, ¿sí? Bueno, nos vemos más tarde...-Joshua improvisó una despedida para salir de la situación, pero justo antes de que pudiera irse y seguir con su día, Emilia le agarró del pliegue de su abrigo.

Joshua se volteó otra vez, confundido... O tal vez un poquito fastidiado.

-... La Reina Madre quiere verte... A ti y a la Princesa... En sus aposentos, dentro de diez minutos- Emilia susurró las anteriores palabras, bajando la cabeza y sin soltarse de su abrigo. Su rostro seguía rojo y su voz temblaba un poco, pero tras terminar su mensaje, miró a Joshua de frente como si estuviera intentando desafiarle, y rápidamente se dio la vuelta y escapó a toda velocidad por los pasillos.

-...-Joshua hizo silencio por un momento, se apoyó los brazos en la cintura y miró hacia arriba, con una sonrisa irónica-... Sin lugar a dudas, ¡esta mansión esta llena de gente rara!

⭐⭐⭐

Hoy, Katherine estaba un poco más cariñosa de lo acostumbrado.

-Te extrañaba tanto, Joshua... Mi paladín de brillante armadura...-decía muchas frases de este estilo, mientras se frotaba tiernamente sobre él. Incluso ronroneaba a veces, y no se estaba tranquila si Joshua no la abrazaba constantemente y la dejaba recostarse en su pecho o su regazo.

Joshua no tenía problemas... Pero se sentía un poco culpable ya que Katherine parecía estar borracha de vino, y era su código de honor solo seducir a mujeres que están a plenitud de sus capacidades mentales. La cola roja de la hermosa princesa se sacudía de lado a lado como un ventilador, y sus orejas estaban tan erizadas que parecían antenas.

La situación se mantuvo incluso cuando finalmente se encontraron con la Reina Madre, la cual sacudió la cabeza frustrada al ver a su hija de esta manera.

-Es el período de celo, corazón. Hoy, la luna Hope está en su fase más preciosa y potente, la Luna Llena... Lo siento, querido, pero tendrás que acostumbrarte a pasar por esto una vez al mes si quieres ser el pretendiente de mi nieta- la Reina Madre habló con un tono cariñoso y apacible, tanto así que cualquiera diría que había aceptado por completo a Joshua Starlight en su familia. Joshua estaba feliz por semejante trato, pero al mismo tiempo le sorprendía un poco.

-No, no se preocupe, Su Majestad. No me incomoda en absoluto, de hecho, me agrada, tener a una mujer tan bella como su nieta tan cerca de mí-Joshua respondió con toda cortesía, resistiendo un pequeño escalofrío que le entró cuando Katherine le lamió el cuello.

-Tu aroma es tan delicioso, Joshua...-susurró Katherine en una voz muy lasciva.

-En fin...-tragándose la vergüenza, Joshua intentó pasar al tema principal- ¿Qué quería tratar con nosotros, Su Majestad?

-Antes que nada...-empezó a decir Amanda, con una agradable sonrisa- Puedes llamarme Señora, si quieres. Después de todo eres mi yerno -o algo similar- ahora.

Joshua asintió.

-De acuerdo, Sra. Redrose.

-Entonces, lo que quería decirles a ustedes dos...-Amanda se refrescó con su abanico y desvió la vista hacia un lado descaradamente, como si quisiera quitarse de encima el peso de la frase a continuación-Mi hijo, el Rey del Bosque, quiere hablar contigo en persona, Joshua.

-¿Eh?-una voz sorprendida se le escapó a Joshua, pero inmediatamente se contuvo.

¡La Reina Madre había intentado quitarse la culpa, ahora mismo! ¡Esa miradita hacia un lado no podía significar otra cosa! Joshua se sintió... traicionado, pero la ironía era tanta que solo pudo mostrar una media sonrisa y hacer como si nada ante la actitud inmadura de Amanda.

Esta aclaró la situación inmediatamente... Por lo menos tuvo la responsabilidad para hacer eso.

-Verás, en la última carta que le envié a mi hijo, mencioné ligeramente el tema de... vuestra relación. Él se puso muy contento, y declaró que quiere verlos a los dos antes del final de esta semana.

Amanda suspiró y bajó un poco la cabeza.

-Sin embargo, quiero disculparme contigo, Joshua... Mi hijo es un guerrero entusiasta de nacimiento, y probablemente su intención sea enfrentarte en un duelo de espadas. Quizás haga alguna apuesta tonta como concederte un título nobiliario si ganas, o que solo te entregará la mano de Katherine si lo vences... Pero si hablo con él, se le pasará. Después de todo, no puedo esperar que un joven como tú derrote a un veterano que solía ser el Cuarto Guardián.

En contra de todas las expectativas, cuando Amanda levantó la cabeza, Joshua sonreía triunfalmente, y una impresionante aura de luz y electricidad rodeaba su silueta. Estaba tan emocionado que parecía un chiste.

-¿Luchar contra el Rey del Bosque? ¡Suena divertido!

Joshua se puso de pie bruscamente, y para evitar que Katherine se quejara, ¡la levantó del suelo como si nada sobre su brazo izquierdo! La princesa zorruna se sorprendió, pero rápidamente se acostumbró y continuó acurrucándose sobre él como si nada.

-¡Yo le enseñaré a su hijo una lección que nunca olvidará!-Joshua se golpeó el pecho con su puño cerrado, en un juramento de valor-¡Haré que el nombre de Joshua Starlight llegue hasta cada rincón de este mundo, y llenaré de gloria el apellido de mi grandiosa familia!

Amanda se quedó estupefacta. ¿Cuánta confianza tenía ese muchacho en su propia fuerza?
Un momento... ¿Starlight? Ella realmente no lo había pensado... Ese apellido...
Este muchacho, ¿¡podría ser el hijo de esas dos personas!? Solo de pensarlo, Amanda empezó a marearse. Si ese era el caso, ¡frente a ella no solo habría un apuesto noble emprendedor, sino también un súper-guerrero temido por reinos enteros! Recordando los rumores que escuchó sobre las alas negras del muchacho frente a ella, su cabeza relacionó todos los factores, e instantáneamente se preocupó por su hijo, el Rey del Bosque.

Ese niño... ¡Era el legítimo Duque de Nueva Transilvania, hijo de la Máxima Arcángel Cassandra Starlight, y el Conquistador Oscuro Romeo Blacknight! ¡Sus riquezas seguramente rivalizaban con las de algunos reyes de Exadia, y su poder innato era incomparable!

Amanda sintió que sus fuerzas la abandonaron, y se precipitó hacia el suelo, apoyándose solo con sus brazos.

-¿¡Señora!? ¿¡Está bien!?-Joshua incluso soltó a Katherine un segundo, y se precipitó a ayudar a la Reina Madre. Esta levantó una mano lentamente, pidiéndole que se detuviera, y habló en voz algo baja, con lo que restaba de su determinación.

-Sí, no te preocupes... Sólo...

No le pegues tan fuerte a mi hijo.

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Dicho esto, ¡nos vemos en el próximo episodio!
PikachuZX, ¡cambio y fuera!

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