Armadura 02

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la coraza de la armadura:
La Justicia de Dios

La coraza —el chaleco antibalas en la actualidad— es parte de la armadura que protege al soldado de los proyectiles  que van dirigidas al corazón u otros órganos vitales de su torso.

La justicia del creyente es andar en rectitud, con acciones correctas, en un todo de acuerdo con la voluntad de Dios. Es importante recordar que la verdad y la justicia siempre van juntas. Dice Proverbios 4:23: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida".

Frecuentemente Satanás intenta comprometer nuestro corazón, donde guardamos el patrón de justicia de Dios; pone allí el complaciente argumento que cuando desobedecemos a Dios, tratamos de justificamos al decir que no lo hicimos con mala intención, o excusar nuestra irresponsabilidad, pues apelamos a la debilidad de la carne en lugar de confesar la falta.

La Biblia dice que seguir a Cristo no es una cuestión de adhesión sentimental o emocional con su causa, sino un compromiso de corazón. Como creyentes, no debemos flictear con los deseos que están debajo de los patrones de Cristo y del reino de los cielos, porque el diablo que está siempre en asecho, busca la oportunidad de robamos la firmeza de nuestro corazón.

La justicia y la santidad son la protección de Dios para defendemos
en nuestras conciencias de las heridas que deja el pecado, porque lo que el diablo quiere robamos es nuestra santidad práctica. El enemigo nos ataca y nos acusa, pero la Biblia dice que "ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche" (Apocalipsis 12: 10).

Satanás ataca y condena a los creyentes que tropiezan, para que no
se animen a levantarse, en arrepentimiento. Pero Romanos 8:1 dice:
"Ninguna condenadón hay para los que están en Cristo jesús, los que no andan confonne a la carne, sino confonne al Espíritu". Hemos sido liberados del juicio de Dios; pero si alguien cae en pecado, abogado tenemos ante el tribunal de Dios, "a jesucristo el justo" (1 Juan 2: 1). "Y la sangre de jesucristo nos limpia de todo pecado" (1 Juan 1:7).

Satanás no puede penetrar la coraza de la justicia de Dios, cuando la verdad de Dios está firmemente plantada en nuestros corazones,
porque "la justida de Dios por medio de la fe en jesucristo, es para todos los que creen en Él; a quien Dios puso como propidadón por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justida (...) con la mira de manifestar en este tiempo su justida, a fin de que Él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe en jesús" (Romanos 3:22, 25-26).

Nuestra protección está garantizada si mantenemos nuestros corazones cubiertos con la coraza de la justicia de Dios, si obedecemos sus mandamientos todos los días de nuestra vida.

Guerra Espiritual ®         [COMPLETA]Where stories live. Discover now