Cap. 26. Ángel guardián.

7.8K 395 21
                                    

Aveline p.o.v

Despierto en una especie de caverna, de la que en las paredes sobresalen piedras preciosas de un azul muy brillante y unas setas también de un azul muy brillantes.

Despierto en una especie de caverna, de la que en las paredes sobresalen piedras preciosas de un azul muy brillante y unas setas también de un azul muy brillantes

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

(nota de la autora: Para esta situación me he inspirado totalmente en una cueva subterránea y secreta llamada Límite sombrío del juego Skyrim)

Observo por la cueva hasta que encuentro un rostro familiar, que al ver que le miro, deja de afilar su espada y me mira con sus hermosos ojos azules.

Observo por la cueva hasta que encuentro un rostro familiar, que al ver que le miro, deja de afilar su espada y me mira con sus hermosos ojos azules

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Al fin despertaste- dice la persona.

-Padre- digo incorporándome, mi padre se levanta de su asiento de piedra y los dos nos fundimos en un abrazo- ¿Dónde estoy? Aquí hace mucho frío- digo frotándome los brazos para intentar entrar en calor, pero es inútil.

-Eso ahora no importa mi pequeño rubí- dice mi padre poniendo sus manos en mis hombros- solamente escucha. Aveline, yo siempre he velado por ti, he sido tu escudo en las batallas y te he defendido de cualquiera cosa que haya podido hacerte daño. He sido como tu ángel de la guarda y por eso, no voy a permitir que abandones el plano de los mortales en un momento tan importante para Narnia. Sobre todo teniendo a una persona a tu lado que daría la vida por ti, como yo hice con tu madre. Hija mía, te he otorgado mi don, mis poderes, la magia que ha regido Narnia durante tantos años...

-Pero papá- susurro recordando el momento en que la bruja Blanca atravesó el pecho de mi padre en un intento de defender a mi madre- yo, quiero quedarme contigo, no quiero irme de tu lado.

-Estoy segura de que volveremos a vernos pequeña, volverás a Narnia más fuerte que nunca, todavía te quedan muchos años que vivir y muchas aventuras que correr, adiós Aveline, dale recuerdos a tu madre de mi parte.

-Yo no...- empiezo a decir, mi padre chasquea los dedos, mi visión se nubla y siento mi cuerpo cae por un precipicio infinito.

- empiezo a decir, mi padre chasquea los dedos, mi visión se nubla y siento mi cuerpo cae por un precipicio infinito

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Peter p.o.v

No puedo creer que la haya perdido, no cabe en mi mente, mi cerebro simplemente no quiere asimilarlo, pero todos esos temores y esa angustia que corrompía mi corazón se desvanecen cuando noto su cuerpo tensarse entre mis brazos y veo sus hermosos ojos, que tantas veces me han hechizado, abrirse lentamente y volver a brillar con la chispa de la vida.

Aveline p.o.v

Siento frío en mi cuerpo y mis ropajes y piel húmedos, un escalofrío recorre mi espalda y siento mi cintura y mis piernas rodeadas por algo y mi cabeza apoyada en algo duro, que parece ser metal.

Abro los ojos, intentando acostumbrarme a la repentina luz y me encuentra una cara conocida y unos ojos color mar que me miran con desesperación, Peter me sujeta entre sus brazos y cuando ve mis ojos abiertos, él abre mucho los suyos y me estrecha contra él.

-¡Oh Aveline!- solloza Peter, sonrío y rodeo el cuello del rubio con los brazos, Peter me mira durante unos segundos y después me besa, me besa con pasión, como si no lo hubiera hecho en años- pensé que te había perdido, no respirabas, estabas helada, me temí lo peor.

-Estoy...bien Peter- le digo al rubio abrazándome a él, Peter sonríe y me da un tierno beso en el cuello- y me alegro que la primera cara al despertar haya sido la tuya.

Peter sonríe con lágrimas en los ojos y me da un beso rápido, después me ayuda a levantarme.

Los telmarinos que no han muerto están siendo capturados por los narnianos, que les quitan las espadas en cuanto los ven, todavía no me lo creo, hemos ganado. Narnia ha vencido de nuevo.

Nos reunimos con Edmund, Susan y Caspian y juntos vamos al encuentro de Lucy y Aslan, cruzando el río, cuando llegamos a nuestro lado, Aslan nos mira a todos y al momento, nos arrodillamos ante el Gran León.

-En pie, reyes y reinas de Narnia- dice Aslan y levantamos la mirada para mirarle, dudamos pero al final, los Pevensie y yo nos levantamos mientras que Caspian sigue arrodillado mirando al suelo.

-Todos- le dice Aslan a Caspian, el joven príncipe alza la mirada hacia el león, asombrado.

-No estoy listo todavía- dice Caspian mirando al suelo.

-Por esa misma razón, sé que lo estás- dice Aslan, Caspian no dice nada y se levanta. Miro a mi abuelo y doy unos pasos al frente.

-Aveline- dice Aslan agachando un poco la cabeza para saludarme.

-Gracias παππούς (abuelo)- le digo a Aslan, este me mira confuso, al saber que he descubierto el secreto, pero acto seguido sonríe y me asiente con la cabeza.

Oímos una especie de gaita y del río aparecen cinco ratones llevando en una camilla hecha de tiras de bambú al pequeño Reepicheep.

Los ratones dejan al adorable soldado en el suelo y la pequeña Lucy se acerca corriendo a él, saca su jugo de la Flor de Fuego y le echa una gota sobre los labios al ratón, que cae dentro de su boca. Reepicheep suspira y alza la cabeza hacia nosotros.

-Oh- dice el pequeño ratón al ver que tanta gente le observa expectante- gracias majestad, gracias- y sus acompañantes ayudan al ratón a levantarse. Reepicheep pega un pequeño salto al ver al león en frente de él- ¡Oh! Mis saludos Aslan, es un gran honor poder...- Reepicheep hace una reverencia, pero pierde el equilibrio y cae sobre las pequeñas piedras que componen la orilla del río, le observo y descubro que ya no tiene cola, Reepicheep parece darse cuenta también, porque intenta taparse lo que queda de ella- ¡Oh! Esto es completamente indecente, sentir indulgentes con esta presentación tan indecorosa ¿Puede ser una gotita más?- le dice Reepicheep a Lucy refiriéndose al jugo de la Flor de Fuego.

-Es que no sirve para eso- dice Lucy con un tono inocente.

-Por probar...- dice Reepicheep pero sus palabras se ven interrumpidas por la sonora risa del Gran León.

-Tampoco te sienta tan mal pequeño- dice Aslan, después me mira y yo le sonrío.

-Pero majestad, siento tener que retirarme- dice Reepicheep desenvainando su pequeña espada- pues la cola, es el honor y la gloria de un ratón.

-Tal vez le des demasiada importancia al honor amigo- dice Aslan, intimidando un poco al ratón.

-Bueno no solo es el honor- dice Reepicheep parándose a pensar en su respuesta final- eh, también ayuda al equilibrio...y eh, a trepar y a agarrar cosas.

-Con vuestro permiso majestad- dice uno de los acompañantes de Reepicheep desenvainando su espada- no disfrutaremos del honor que se le niegue al gran ratón- dice poniendo el filo de su espada sobre su cola, dispuesto a cortarla.


La llamada (Peter Pevensie y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora