Capítulo 29: Adiós

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Y ahí terminó la historia de Asur, en ese callejón de Madrid, ahogado en su propia sangre. Asesinado como otros muchos por ser como era libremente. 

Mateo estaba destrozado, no pudieron hacer nada por Asur, cuando llegó la ambulancia ya le dieron por muerto. Y no pudo hacer nada, ni él, ni los médicos, ni nadie. 

Pasaron 3 días, Mateo los pasó enteros encerrado en el hotel, rompió la cerradura para que no pudieran sacarle de ahí pese a que ya había pasado el tiempo que se suponía que iban a dormir allí. Se paso los días en silencio, sin hablar con nadie, ni con él mismo, sin poder moverse. Estuvo 72 horas sentado en la bañera de la habitación, sin dormir, sin ducharse, sin quitarse la sangre de la ropa, sin llorar, porque le era imposible expresar cualquier emoción que no fuera el dolor interno.

Tras 76 horas y 34 minutos sentado, se levantó. Tiró su ropa, se puso una nueva, y se dirigió a la comisaría más cercana a denunciar todo lo que había pasado. Estuvo horas hablando con los policías, que le explicaron que solo se categorizaría como delito de odio, y con suerte agresión homófoba. Que lo más probable era que aquellos hombres no fueran a la cárcel y no serviría de nada. 

De nada.

La muerte de un chico, no serviría de nada.

La depresión, ansiedad y estado de Mateo, tampoco serviría de nada.

Mateo se fue de la comisaría caminando despacio, esta vez si que lloraba. Entró a una parafarmacia que se encontró por el camino, y compró un pack de 8 cuchillas. Y en cuanto encontró una calle vacía, se cortó las venas y se dejó caer sobre la acera.

  Y ahí terminó la historia de Mateo, en ese callejón de Madrid, ahogado por sus propios pensamientos. Asesinado como muchos otros por ser como era libremente.

De nada.

La muerte de dos chicos, no serviría de nada.

Porque serían dos nombres más que añadirse a la lista de víctimas que nunca pudieron usar su voz para algo más que para pedir ayuda en silencio.

Asur y Mateo se querían en pasado, pero no porque dejaran de quererse. Sino porque no les dejaron quererse. 

DIOSES DE LA PASIÓN [LGBT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora