♡ N L Y

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Y ahí estaba de nuevo, YuGyeom a horcajadas en sus piernas, llorando porque no encontraba quien lo aprecie de verdad.

Aunque Park JinYoung no lo entendía.

En los 3 años que conoció a YuGyeom, siempre le ha parecido la persona mas dulce, tierna, y abrazable que hay en la faz de la tierra.

Pero ese sentimiento no solo era de amistad.

Hace un año y medio esta enamorado de todo él.

Su sonrisa.

Oh aquella que le robaba suspiros.

Pero nunca lo expreso, o intentaba no hacerlo. por miedo a perderlo, a que un día se levante y él ya no este en la habitación de al lado.

Pero lo que mas le afectaba, no era su indiferencia. Desde hace unos días el simplemente viene a interrumpir su lectura nocturna en el sofá de la sala.

A sentarse a horcajadas y llorar en su hombro hasta caer dormido.

La primera vez no supo como reaccionar, supuso que estaba borracho, pero solo pensé que sería una noche.

Equivocado estaba.

Desde hace cuatro dias viene el pelinegro de sus citas llorando por el consuelo de su mejor amigo.

Pero lo que mas le lastima de ello es que hable de que necesita alguien que lo cuide, lo quiera tal y como es, con todos sus defectos y virtudes.

Y el mayor deseaba besarlo ahí mismo para callarlo.

Él lo amaría desde el corazón, le recordaría lo perfecto que es a cada segundo, lo haría sentir amado a cada minuto, le recordaría que siempre lo tenia a él a cada hora y lo acompañaría cada día.
En los buenos y malos momentos.
Las veces que quiso decirle
"No te preocupes Gyeomie, aquí estoy y siempre lo estaré", y luego llenarlo de besos y cariños hasta hacerlo reír de verdad.

Pero solo era su compañero de piso.

Un amigo.

Un consuelo.

Tal vez nunca iba a tener la oportunidad de probar esos labios, de ser quien le haga sonreír o ser gran parte de su vida.

Pero esa noche simplemente sus pensamientos cambiaron.

Tal vez, había que arriesgarse a creer e intentar.

Y en ese momento, nada mas que sus labios estaban en su mente.

Como poso los propios sobre los ajenos y como de a poco y sorprendido correspondía aquel atrevimiento.

Como el alto posaba sus brazos alrededor de sus hombros y luego lo abrazaba escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello, tiernamente avergonzado.

Como acariciaba su cabello mientras apagaba la lámpara y se quedaban dormidos en aquel sofá.

Como cada noche desde esa vez, no venía a llorar en mi hombro.

Venía a demostrarme que lo que ambos necesitábamos, era un poco del otro.
















Venía a demostrarme que lo que ambos necesitábamos, era un poco del otro

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whenever i read ✿ jingyeom Where stories live. Discover now