༺ Fifty-two ༻

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– Entendido, iré de inmediato –dijo Kimi.

Ella se giró y comenzó a caminar hacia la puerta, pero antes de salir, Tn habló:

– ... ¿Está bien esperar aquí? –preguntó, mirándola.

– ...Está bien –accedió, sonriéndole.

Kimi se fue. Nishio salió un poco después, al igual que Urie; Crawler fue por algo de café. En la sala solo quedaron Tn y Hide, sentados en una silla cada uno a un lado de la camilla de Kaneki, en silencio.

– ...Es una locura que siga vivo después de convertirse en esa cosa –habló ella.

– Es más duro de lo que se ve, siempre lo ha sido –rió.– Es por eso que se pondrá bien... –se levantó.– Me iré a duchar. Parece que Marude la está pasando mal –comentó.– Tn, cuida de Kaneki –ella asintió, aún con la mirada triste.– Gracias –sonrió.

Hide salió de la habitación. Tn volvió la vista a Kaneki.

– ...Ken... –susurró.

Se inclinó hacia adelante y le acarició la mejilla con delicadeza.

– Ken...Vas a despertar, ¿Cierto? ...Te necesito –posó su mano libre sobre su vientre.–, los dos te necesitamos...

Tn soltó un suspiro y llevó sus manos a su rostro, con frustración e impotencia. Alguien se sentó en la silla contigua, llamando su atención; era Crawler, quien llevaba un café en su mano. Él la miró y sonrió.

– ¿Te sientes bien? –preguntó, entregándole el vaso de plástico.

– Estoy bien –lo tomó.– Gracias.

– No te había visto tan mal desde lo de Eto... ¿No quieres regresar a casa y descansar? Yo me puedo quedar a cargo de Kaneki.

– No. Si voy a encerrarme a esa casa terminaré por hacer una locura.

– ...Tienes razón –pensó un momento.– ¿Y si sales a tomar aire?

– Quiero estar aquí...con él... –volvió la vista al albino.

– De acuerdo. Bueno, si necesitas algo solo dilo –ella asintió.– Y no te preocupes, Kaneki es fuerte, terminará por despertar en cualquier momento.

– ...Eso espero –hizo una pausa.– No me gustaría que mi hijo crezca sin conocer a su padre.

Crawler rió levemente.

– Maldición, ese enano será un consentido –bromeó, refiriéndose al bebé. Ella rió.– Espero sea como Kaneki, porque si sale como tú...deberán encerrarlo cuando sea un adolescente, porque será un rebelde.

– Oh cállate –rió.

– Es cierto –rió.

– ¿Interrumpo? –preguntó Nishio, entrando.

– Para nada, adelante –sonrió el peliengro.

– Bien –miró a Kaneki un momento.– Todos hablan de esto...Enserio, él siempre toma el riesgo por las suyas.

– Seh.

– Al menos déjame estorbarte una vez, Kaneki.

La puerta se abrió de nuevo, dando paso cinco personas más: Hinami junto a Banjou y su banda.

– Hermana.

– Hinami...

La menor se acercó a la camilla, mirando a Kaneki.

– ...Bienvenido de vuelta, hermanito –sonrió.

– Ya no hay gusto –dijo, entrando.– Al menos debieron traer flores –sonrió Tsukiyama, enseñando un ramo de flores.

:re 🚬 Haise/KanekiWhere stories live. Discover now