༺ Forty-six ༻

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Hinami y Miza estaban sentadas en el suelo, descansando; Crawler estaba de pie junto a ellas. Nishiki y Banjou llegaron corriendo.

– ¡Oi! –gritó el de lentes.– ¡Ustedes! ¡¿Por qué están aquí arriba?! ¡¿Qué pasó con el cuartel?!

– Nishiki... –murmuró Hinami.

Crawler lo miró, peinando su cabello hacia atrás con su mano.

– Allá abajo...Bueno. Digamos que el cuartel ya no existe.

– ¡¿Qué?! ¿Qué pasó? –preguntó el de lentes.

Crawler explicó lo sucedido, sorprendiendo a Nishio y Banjou.

– ¿Y qué demonios es ese monstruo?

Hinami comenzó a llorar, cubriendo su rostro con sus manos. Crawler la miró y se acercó a ella, tratando de contenerla. Nishio, confundido aún, comenzó a mirar por todos lados buscando a Kaneki.

– O-Oye...Hina, es... –tartamudeó Banjou.

– ¿Dónde está Kaneki? ¿No vino con ustedes? –se giró, viendo a Tn de pie mirando a aquel "monstruo".

Eso es Ken Kaneki... –murmuró ella.

– ¿Eh? –se le acercó.– ¿Qué carajos dices? ¿Con eso te refieres a ese monstruo de mierda? –la tomó del hombro.– ¡Ey! –gritó. Ella giró la cabeza para mirarlo.

– Sí, eso es Ken –afirmó, sin expresión.

Nishio la observó un segundo y volteó el rostro. Tn volvió la vista hacia adelante, continuando con su observación de eso. Crawler se acercó.

– Ey, Nishio –llamó. Él lo miró.– Déjala, ¿Si? –pidió. El contrario asintió.

[CCG]

El CCG tomó medidas para encargarse de aquel "monstruo", con Matsuri y Marude al cargo, y Urie ayudándolos.
Hide, tras hablar con Marude, fue a reunirse con Amon y Akira, para hablar sobre Kanou y demás.

[Distrito 23]

Tn se había sentado en el suelo, con la espalda apoyada en una pared. Crawler se acercó a ella con un paraguas y una bolsa de plástico, sacó de ella una manta con la que cubrió a la joven y se sentó a su lado.

– Hace frío, podrías resfriar.

– Gracias... –murmuró.

Él sacó un café caliente de la bolsa y se lo entregó; ella lo tomó y, tras agradecer, bebió.

– ¿Estás bien?

– ...Eso creo.

– ... –pensó un momento y miró el cielo nublado.– ¿Un papel? ¿En serio?

– ... –rió levemente.– No sabía cómo decírselo.

– Oh, vamos –la miró.– Podrías haberle dicho directamente, tonta.

– Lo intenté, pero no pude.

– ¿Pudiste golpearlo y amenazarlo y ahora no puedes decirle las cosas a la cara?

– Son cosas distintas las que dije y debo decir.

– Hm. ¿A qué le tienes miedo? Sabes que no te gritará, ni siquiera te mirará mal.

:re 🚬 Haise/KanekiWhere stories live. Discover now