~°|Lost Memory|°~

•~Capitulo 05~•

— A sus ordenes. — Dijeron al unísono él par de uniformados dejando la habitación.

Me senté en mi cama un momento retirando el anillo desanimada. Siempre terminaba en un pésimo estado al entrar a esa habitación, scon mejoras casi nulas.

Me eché hacía atrás recostándome y contemplé el techo blanco sobre mí. Tenía que seguir las investigaciones, no puede permitir tener soldados débiles.

Mi madre, la anterior reina, era una maga de clase alta, dudo mucho que durante su destierro ella se halla visto debilitada, sigo dudando en su supuesta muerte. Ella sólo quiere la destrucción de éste pueblo y debo detenerla a toda costa. Debemos detenerla.

Me giré un momento hacia mi derecha y me quedé viendo una foto de mi familia. Gabriel... Le echaba bastante de menos. Su muerte fue trágica, y aún así no recuerdo nada de ese día, además de haberle encontrado muerto.

Suspire con desgano y me resigne a olvidar de una buena vez el pasado. Una voz me sacó un momento de mis pensamientos y miré a todas partes buscando a la persona.

— Oh Katherine~.

Sentí a alguien detrás mío y saque la daga de mi madre.

—  ¿Quién eres? — Dije sin aún voltearme.

— Tú madre te ha estado monitoreando~ — Escuché pesadamente su voz detrás mía — Sabe todo tu plan para acabar con ella y nosotros.

Un escalofrío corrió por mi cuerpo y de la nada ya no podía mover mi cuerpo, de hecho, se estaba mandando por cuenta propia. Le propiné un golpe a la maga atrás de mí con el mango de la daga y la boté al suelo.

— Así que ya saben todo, ¿Eh? — Puse un pie sobre ella evitando su movilidad. Él tono de mi voz era frío, sonaba totalmente diferente a mí. — ¿Y sólo para eso te mandaron, estúpida mensajera?

— E-Ekatherina...

— La misma~ —Mis labios se movieron por si sólos y poco a poco fui perdiendoa conciencia — Es mi turno de actuar Katherine — Me sentí susurrar antes de caer en un sueño profundo. No podía mover ni ver nada, me desesperaba esa sensación. La había sentido antes, cuando mi hermano murió... Pero... No recuerdo que es lo que me hace sentir tan intranquila.

Sentía la necesidad de escapar de aquella cárcel oscura, y para cuando pude volver a abrir los ojos me hallaba recostada en mi cama, jugando con la daga, ahora ensangrentada, el único regalo que guardé de mi madre.

Me senté en mi cama tomandome la cabeza, que me daba vueltas. Miré la daga en mi mano, para luego buscar en la oscuridad de mi cuarto a quién podría pertenecerle aquella sangre que ahora bañaba su regalo.

— Ya veo... — Mascullé algo molesta moviendo aquél cadáver con mi pie— Servidores de mi madre...

Suspiré llamando a los guardias para que se llevasen aquel cuerpo ensangrentado, mientras yo salía al jardín del palacio, a trata de calmar mi mente, estaba aturdida y trataba de comprender que sucedía. Tal vez Kiara pasó por lo mismo bajo la prueba de Kristel... Tal vez mi madre quería ver como reaccionaba.

Me senté en el pasto, a admirar aquel cielo oscuro que se encontraba sobre mi cabeza. Después de las guerras y la anterior civilización, toda la contaminación y falta de recursos eliminó a la mayoría, dejando a los más fuertes de mente y fisonomía sobrevivir. Poco a poco los avances científicos trajeron a las criaturas que nos asedian, dejándonos como última opción de salvación tratar de creer en el espíritu.