~°|Lost Memory|°~

•~Capitulo 05~•

Kriztel PV
“29/06/5639”
4:00 A.M.

A cada paso que daba hacía la maquina mi sonrisa se ensanchaba más y más. El nombre de "Marcus de Richmond" me encantaba, en especial cuando ellos lo pronunciaban con odio.

Fijé la fecha, lugar y persona con la cuál cambiaría mi alma. Aquella persona ya no tenía alma, en verdad él seguía vivo gracias a la magia de Katherine, ella le otorgó las cualidades con las cuales yo me manejaba en esos años.

En pocas palabras; la magia se traspasaría a mi cuerpo, para mantenerme vivo, mientras yo manejo a Marcus.

Después de configurar todo me metí a la cabina, sintiendo a los pocos segundos un dolor inmenso. Él sentir que te arrebatan su alma, tu esencia que te mantiene con vida es doloroso, pues experimentas la muerte en vida. Te falta él aire, no puedes moverte, sientes como vas perdiendo la consciencia poco a poco, pero, esto ya lo he experimentado tantas veces que, a pesar de los gritos que emito ya casi por mera inercia, es un dolor bastante soportable.

Sentía como mi corazón empezaba a bombear cada vez menos sangre, lágrimas caían de mis ojos, las últimas moléculas de aire se iban de mis pulmones. El último rastro de vida, dejaba mi cuerpo, para mantenerme en un estado de coma mientras yo estuviese en el cuerpo de Marcus.

Katherine PV
“...”
3:56 A.M.

Apenas entró al cuarto de entrenamiento mágico me siento algo mareada, pues las paredes están creadas de modo que anulen la mayoría del flujo mágico, sin contar que mi anillo tiene la misma función. En ésta sala, apenas y puedo mover algo, y es por eso practico aquí.

Le pedí a uno de mis guardias que iniciara una oleada de crías de Terkalos, que son fáciles de matar, después de que lograra acostumbrarme un poco a la poca presencia mágica en mi cuerpo. Al ser maga la poca densidad de magia afecta a mi cuerpo internamente, llegado al punto de que podría morir.

Cuando ya empiezo a acostumbrarme hago una seña con mi mano y liberan a 2 crías de Terkalos.

Cree un par de sellos de rayo en él suelo rápidamente, los cuales se dirigieron hacía uno sólo de los Terkalos. Si bien aguanto, con un ataque débil de magia dejó de moverse. A la otra cría la había perdido de vista, por lo que alcanzó a arañarme un poco la armadura. Me vi obligada a usar una pequeña daga para cortarle una mano y alejarlo de mi.

Esta vez traté con un sello de creación, para así crear unos muros que le detuvieran, pero fallé. Aquello requería demasiada fuerza mágica, la cual yo aún no poseía.

Rápidamente saltó sobre mi botándome al suelo. Trate de hace explotar su cabeza, pero sólo logre que escupiera algo de sangre y enfurecerlo.

En un segundo los guardias entraron a matar a la criatura y me sacaron de allí, a pesar de que les decía que estaba bien.

Terminaron de sacarme a rastras de mi cierto de entrenamiento, dejándome en mi recámara.

— Les he dicho que estoy bien, esto no es nada.

— Su majestad, está a punto de desmayarse, está más pálida de lo común.

— Ustedes dos son guardias primerizos. Cuando ya se hayan acostumbrado, entenderán el por qué de mi tenacidad con el tema de la práctica. — Dije tratando entre bocanadas de aire de reincorporarme — Ya... Pueden retirarse.