Locked inside myself (Sinsajo)

Capítulo 16

Katniss

¿Qué les diré?

Probablemente me pregunten cosas superficiales como si la casa está destruida, ellas vieron cómo todo se incendiaba así que probablemente sólo se preocupen por mi estado anímico.

305, 306. En éste momento quiero ir a uno de mis innumerables escondites en lugar de verlas.

307.

Abro la puerta encontrándome a mi madre, Prim y Johanna hablando entre sí.

Las tres se ponen de pie al notar mi presencia; mi madre y Johanna me miran llenas de pesar, mientras que Prim sólo me mira expectante.

Yo sonrío tratando de no romper en llanto.

Mi madre se levanta y me envuelve en sus brazos.

- Lo sé, no se parece en nada a como era.

Aprieto los ojos para no derramar más lágrimas, pero me es imposible.

Ella nos separa, limpiando las lágrimas que lograron escaparse.

Me mira como lo hacía cuando yo era aún muy pequeña; llena de espíritu de protección, y besa mi frente.

Nos miramos como nunca lo habíamos hecho; desde hace ya bastante tiempo he tratado de enmendar la relación con mi madre, el estar a punto de convertirme en una me ha enseñado muchas cosas, además, después de todo, ella es la persona que me trajo a éste mundo.

Sus ojos azules le muestran a mis grises algo que al principio no entiendo, pero que logro entender cuando, por primera vez desde que Peeta se lo anunció, ella lleva temerosamente una de sus manos entre nosotras y la posa en mi vientre, dejándola completamente tiesa.

Al hacerlo se nota aterrada e indefensa, por lo que tomo su mano con la mía y acaricio el dorso de la misma. Al instante ambas sentimos cómo la bebé se mueve.

Ella abre sus ojos y se permite bajar la mirada, sonriendo - podremos superar cualquier cosa en cuanto estemos juntas - me dice con voz firme y suave, volviendo a mirarme.

La envuelvo en mis brazos sin dudarlo, permitiéndome disfrutar de su cercanía.

- Es maravilloso, ¿no es así? - nos separo, refiriéndome a los movimientos de la bebé.

- Claro que lo es - afirma ella - aún puedo recordar cómo se sentía cuando tú te movías así - ambas sonreímos.

Siento en la bolsa cómo todo se revuelve.

« maldito gato » pienso fastidiada.

Prim parece notarlo, por lo que se acerca a la bolsa y la abre, ocasionando que el gato saque la cabeza lleno de curiosidad.

- ¡Buttercup! - lo saca de la bolsa abrazándolo a su cuerpo mientras comienza a sollozar.

El gato ronronea ante el gesto.

- Creí que te gustaría tenerlo, es una suerte que no me hayan visto meterlo aquí.

- Probablemente debamos esconderlo, las reglas de aquí son estrictas - agrega mi madre mirando al gato.

De la bolsa extraigo la foto y se la entrego.

Johanna, quién había estado viendo todo desde atrás se acerca y acaricia mi hombro.

- ¿Estás bien?

- Sí.

Ella me mira dudosa.

- Lo estoy, créeme, sólo necesito tiempo para pensar; después de todo no es algo tan fácil de digerir.

- De acuerdo, te dejaremos sola.