Cuatro

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Capitulo Cuatro:

Un zumbido se hizo presente en la cabeza de Nicholas, sentía un constante martilleo en ella. Tomo de todas sus fuerzas e intento levantarse, pero no podía, algo se lo impedía. Era como si estuviese debajo de cientos de pesados bloques. Poco a poco fue abriendo los ojos una minúscula luz lo cegaba, después de unos segundos se fue adaptando. No se podía mover, sin embargo pudo visualizar el lugar, las paredes eran color crema, cortinas rojas, estaba... ¿en una cama?¿Que hacía el en una cama?

Todo era confuso, en su mente sólo se reproducían pequeños fragmentos, recordaba haber llegado al restaurante. Luego la reunión con los inversionistas, pero luego no podía recordar nada más. Un punzante dolor se extendía por la parte lateral derecha de su cabeza.

-¡Oh el bello durmiente al fin has despertado!- una voz chillona lo hizo girar la cabeza, instantáneamente se arrepintió, ya que el dolor en ella aumentó.

-¿Qu-ue hago aquí?-pronunciar las palabras le era tan difícil.

-Oh tranquilo, pronto lo descubrirás. Por mientras seguirás durmiendo.

La mujer se acercó con paso seguro tomo unas pastillas de una bolsa y las introdujo en la boca de Nicholas, en cuestión de segundos sus ojos se volvieron a cerrar.



****

-Yo lo haré, tranquilo- La morena se arregló el cabello posando frente al espejo.

-No- exclamó seco el gran hombre.

-¿Un amorío con su secretaria? Eso será la noticia perfecta.

-Ya te he dicho que no, lo hará la mujer que he contratado, no se diga más.

Lara volteo los ojos irritada de Leonardo.

-Esta bien pero tan siquiera déjame divertirme con el mientras esta inconsciente.

Leonardo resoplo exasperado.

-Como quieras.

El prepotente hombre se marcho sin decir nada mas, dejando a una emocionada Lara. Ella se adentró en el cuarto en el cual estaba Nicholas, desabrocho los broches de la camisa de Nicho, luego lo despojó de ella, Comenzó a besarlo, recorrió desde su cuello hasta su firme y bien torneado abdomen... degusto cada centímetro de su piel, de vez en cuando de la boca de Nicholas se escapaban pequeños gruñidos.

Los ojos de Nicholas se abrieron un poco, y aunque no fue mucho podía distinguir a la persona frente a él, a la persona que estaba... ¿haciéndole sexo oral?¿Lo estában violando? El miedo se apoderó de el, haciendo uso de sus pocas fuerzas intentó levantarse, su rodilla dio en el ojo de ahora una confusa y nerviosa Lara. Sin pensarlo dos veces lo inyectó, las pocas fuerzas de Nicholas se habían esfumado.

-¿Ya saciaste tu caprichito?

Lara se giro, para ver al emisor de esa pregunta.

-Espero que lo hayas hecho porque se acabo. La prostituta que contrate hará su trabajo.

Lara gruño, le molestaba la idea de otra poniendo sus manos y sucia boca sobre su hombre. Pero debía acceder era la única manera de separarlo de la loquita, cuando aquel hombre de porte implacable apareció en la puerta de su apartamento la misma noche del secuestro, le propuso el drogar a Nicholas sería la manera perfecta de separarlo de la loquita, era una oportunidad única, la que tanto había estado deseando. No iba a dejarla escapar.

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