Capítulo 35.

Mulai dari awal
                                    

Kim NamJoon, quiero que sepas, que te odio porque te amo.

Att: Kim SeokJin.

~•~

¿Cómo está él?—Se atrevió a preguntar el moreno al otro lado de la línea. YoonGi soltó un suspiro pasándose la mano por sus cabellos.

—Está mejor, si es lo que quieres saber.—Min no había mentido, Jin ya lucía mejor, no como en la primer semana. Ahora ya sonreía más, sus chistes malos habían vuelto, su yo egocéntrico también regresó. Y honestamente, lucía como si ya no le importará. Pero Yoongi no era estúpido, él notaba cuando después de minutos de risas de repente Jin se quedaba callado y se perdía en si mismo.—Sigo estando molesto contigo, sin embargo.—Comentó luego.—Eres un idiota, y me importa una mierda tus estúpidos problemas emocionales. SeokJin no se merecía que lo dejarás de esa manera.—YoonGi ya había perdido la cuenta de las veces que le había dicho esas palabras.

—Ya hemos hablado sobre est...—Fue interrumpido abruptamente.

—No NamJoon, no lo hemos hecho adecuadamente. Pero sabes, no perderé mi tiempo una vez más intentando hacer que entres en razón.—Hubo un silencio, la repentina tensión que inundó a NamJoon casi podía sentirla YoonGi.—Espero que cuando vuelvas no sea demasiado tarde.—Soltó adrede con el objetivo de causar alguna emoción en NamJoon.—Me tengo que ir, buenas noches.—Y colgó, no quiso esperar una respuesta de su parte. Ya estaba harto de escucharlo, y aunque fuera su mejor amigo. YoonGi sabía que por esa vez, debía dejarlo solo.

~•~

La mañana empezó con los rayos del sol iluminado su rostro, maldijo entre dientes por no haber cerrado de manera correcta la cortina. Tomó su celular verificando la hora 11:34 am. Tiró el celular en algún lugar de la cama y hundió más su cara en la almohada, Jin estaba dispuesto a seguir durmiendo más en su día libre cuando unos golpes en la puerta rompieron sus planes.

Se levantó de golpe, odiando internamente a quién sea que fuera. ¿Por qué no podía tener ni un momento de paz? Su semana había sido increíblemente agotadora, los cierres de temporada siempre lo dejaban exhausto. Lo único que quería hacer ese día en particular era nada.

Finalmente caminó hasta la puerta, girando el pomo de esta. Una vez fue abierta, se encontró a un muy sonriente Ken con dos bolsas llenas de comida. Jin rodó los ojos y sin decir nada simplemente camino de regreso a su cama.—Si, Jin, yo también estoy feliz de verte.—Se adentro al hogar de su amigo cerrando la puerta a su paso. Jin se tiro nuevamente en su cama y se arrolló en la cobija.

Ken dejó las cosas en la mesa de la cocina y siguió el camino de su amigo, se quedó en la puerta contemplando a Jin como un niño pequeño hecho un ovillo en las sábanas blancas.—Bien, ¿para cuándo el Kim SeokJin las relaciones me valen una mierda, nadie es merecedor de este hermoso cuerpo hecho por los dioses?—Jin se quejó y le tiró una almohada al escuchar esas palabras dichas por él mucho tiempo atrás.—Luces patético Jin.—Soltó de repente ganándose la atención de SeokJin.

—Gracias por decírmelo, no lo había notado.—Soltó con sarcasmo. Ken camino hacia el castaño y se acostó junto a él en la cama.

—Creí que tal vez necesitabas escucharlo.—Se sincero.—Jin, terminaste enamorado hasta las pelotas.

—Literalmente hasta las pelotas.—Dijo con cierto tono burlón, Ken le dio una mirada y empezó a reír.

—Mucha información para mi.—Jin lo miró alzando una ceja dándole una mirada incrédula.

—No juegues de inocente ahora.

—¿Cómo has estado?—Otra mirada por parte de Jin y Ken supo la respuesta.—De acuerdo, lo entiendo, no estás en tú mejor forma. Pero algo si es cierto, estás mejor que hace cuatro semanas.

—Lo sigo extrañando.

—Sé que lo haces.

—Quiero ser otra vez el viejo Kim SeokJin.—Ken lo miro compasivo, atrajo la cabeza de SeokJin y la reposo en ese espacio entre su cuello y su hombro. Le empezó hacer mimos.—¿Por qué de repente estás siendo tan cariñoso?

—Porque sé que nadie se ha detenido hacerte mimos. Eres como un bebé Jin, cuando estás triste siempre quieres que alguien este ahí para ti.

—Soy patético, Ken.

—Lo eres sólo por ahora.—Sintió un golpe por parte del castaño. Ken sonrió divertido.—Esta bien ser patético de vez en cuando Jin. Nadie muere sin antes haber tenido un corazón roto. Todos pasamos por eso, es algo así como parte del ciclo de la vida.

—¿Eso quiere decir que voy a morir?

—No idiota, eso quiere decir que pronto estarás bien. Yo también he tenido mi corazón roto.—Jin de repente río al recordar a Ken sintiéndose lamentable porque su ex novia le fue infiel con el tipo que Ken más odiaba en todo el instituto.

—Jamás superaré que SunMi te haya engañado con JinHa.—Dijo entre risas, Ken también río al recordar unos años atrás su yo de 17 años llorando porque su novia lo dejaba, patético.

—Esa perra. ¿Cómo pudo engañarme con ese jodido bastardo? Es decir, mírame soy demasiado atractivo para esta vida.

—Bueno...—Alargó la palabra—Ciertamente yo también te hubiese engañando con JinHa, esos bíceps eran de muerte.

—Y se supone que tú eres mi mejor amigo. ¿Sabes qué? Me tiraré de ese balcón.—Jin explotó en risas al ver la cara de disgusto de su amigo, Ken no se pudo evitar verse contagiado. Y finalmente el ambiente se volvió por mucho más agradable.—¿Ves, Jin? Al final siempre terminamos riendo de nuestras desgracias pasadas. Puedes sentirte lamentable ahora, puedes sentirte patético, puedes llorar si quieres. Pero, recuerda siempre que el dolor es pasajero. Extraña a NamJoon todo lo que quieras, al final él terminará siendo un simple recuerdo. Simplemente no te permitas a ti mismo extrañarlo demasiado. Me tienes a mi después de todo, sé que estuve ausente cuando más me necesitabas.

Pero ahora estoy aquí Jin, soy tú mejor amigo, te amo como a un hermano y lo último que quiero es verte decaído el resto de tú vida simplemente porque no funcionó. Lamentablemente la vida no es un cuento de hadas Jin, no tendremos un felices por siempre. No habrá un príncipe azul esperando por nosotros, no existe tal basura como esa, debemos aprender a tener nuestro felices por siempre, pero basándonos en una felicidad propia, no una compartida. Nuestra felicidad, nunca debe depender de nadie.—Para cuando Ken finalizó de hablar, Jin ya se encontraba llorando, pero está vez no era porque estuviese triste, esta vez era porque se encontraba tan agradecido con la vida por tener a Ken a su lado, su amistad era sincera, era pura, era fuerte. Y Jin amaba ese lazo tan fuerte que los unía.

—Todas las personas deberían tener un amigo como tú. Y como sé que no todos son tan dichosos, te agradezco por ser parte de mi vida.

Porque los buenos amigos, también son una muestra de amor verdadero. 

~•~

Hello!

Me siento cool porque no me he tardado tanto en actualizar(? Jajaja.

GRACIAS POR LEER.
Disculpen los errores:(

NO SE OLVIDEN DE VOTAR.

Quiero que sean sinceras y me digan ¿creen que habrá una reconciliación entre Nam y Jin?

Las estaré leyendo. 🌞♡

«Neighbors» (Namjin)Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang