Samliver

202 8 1
                                    

Sam Carter X Oliver Sykes

Descripción:
Somnofilia (Excitación por ver a una persona durmiendo, a tal punto de querer masturbarse o consumar el acto con el individuo que duerme)

Violación





(Oliver)

A veces no puedo evitar contemplar a mi compañero de cuarto mientras duerme. Él es sin lugar a dudas la persona más hermosa que conocí y no sólo físicamente, su personalidad me encanta. Es amable, atento y un gran amigo.

He pensado en pedirle para salir, pero lo he pensado tanto que se me ha escapado la oportunidad. La cosa es que si le pedía para salir y me decía que no, iba a quedar todo muy raro porque compartimos dormitorio.

En fin, vamos a la misma universidad claramente y hace una semana que lo veo con un chico por el campus, un tal "Tom Searle", bien... podría  decirse que no conozco a ese chico pero sé que es genial y por lo que veo hace muy feliz a Sam.

Hoy exactamente es un martes y son las 11 de la noche, lo que quiere decir que Sam está dormido o a punto de dormirse y yo estoy en el baño mixto de los dormitorios.

Estoy tratando con todas mis fuerzas de no romperme la cabeza contra el lavabo por la estúpida idea que invade mi cerebro una y otra vez.

No resisto más, ya hace dos años que necesito estar con él, no he estado con nadie más sólo por él y estoy un poco enojado por eso, no puede ser que no se hay dado cuenta de lo que siento por él, o peor aún quizás lo sabe, quizás se regodea con eso y se burla de mi.

...No lo sé. Sam no es así.

Salí del baño. Empecé a caminar por el corredor que me llevaba a mi habitación. Iba a paso ligero, a penas se escucha uno que otro murmullo de estudiantes desvelados.

Sabía que Sam sufría de insomnio así que tomaba unas pastillas que lo ayudaban a descansar, quizás ya esté dormido. Las pastillas funcionan 6 horas, el sueño de Sam se torna un poco más pesado a causa del medicamento. Benditas pastillas, sin ellas no podría hacer nada.

Introduje mi llave en la cerradura de nuestra puerta y con mucho cuidado la abrí. Cerré la puerta detrás de mi y me vi inmerso en oscuridad. La luz que se colaba de las cortinas no eran lo suficiente para iluminar todo.

Contuve la respiración en un intento fallido por calmar mis nervios que revolvían mi estomago. Entonces saqué mi celular del bolsillo de mi pantalón.

Desbloqueé la pantalla e iluminé la cama de Sam. Él estaba dormido de lado mirando hacia mi dirección así que volví a bloquear la pantalla y otra vez quedamos a oscuras.

Sam estaba tapado con una sabana pero podría jurar que debajo de eso estaba sólo en boxer. Siempre dormía así y yo siempre usaba pijama, pero creo que hoy voy a variar.

Me quité mis zapatillas con ayuda de mis propios pies. Me desabroché mi pantalón y me lo quité. Dejé mi celular en mi cama, me quité mi camisa y finalmente mi camiseta.

Mis ojos comenzaron a adaptarse a la oscuridad y podía ver la silueta del rubio en la cama. Aún dormía.

Tomé una bocanada de aire y lo hice.  Me quité mi boxer. Me acerqué y me subí a la cama para comenzar a adentrarme a gatas. Agradecía ser delgado, el colchón a penas se hundía a mi paso.

Quedé acostado detrás de él y respiré hondo dejando que su perfume me invada... estaba a un paso de hacerlo y él se veía realmente encantador.

(Narrador omnisciente)

Oliver levantó la sabana y se adentró en ella, ahora su cuerpo sentía la tibieza de la cama producida por el calor corporal de Sam.

Oliver sintió su respiración tornarse pesada y entonces bajó una mano hasta su miembro, respiró hondo y comenzó a masajearse, movía su miembro lentamente desde la base hasta la punta. Sólo necesitaba lograr que su miembro quede bien erecto.

Sam seguía dormido sin percatarse de nada. En sus sueños él estaba en casa, con sus padres. Un aroma a café había invadido la sala así que pensó que su madre estaba preparando café.

Oliver estaba sonrojado y boquiabierto, un calor excitante había invadido su cuerpo. Se aproximó hacia el hombro de Sam y le dejó un beso suave de forma imperceptible.

Sam no se dió cuenta de ello. En su sueño había comenzado a nevar, pero el estaba junto a la chimenea de su casa así que estaba envuelto en calor.

Oliver puso sus manos en los bordes del elástico del boxer de Sam y comenzó a bajarlo lentamente, con el mayor cuidado posible, los deslizó y tuvo que adentrarse entre las sabanas para poder quitárselo por completo.

Sam siguió sin inmutarse. Estaba en la etapa REM, lo que quería decir que si Oliver no hacia un movimiento brusco, tendría tal vez 90 minutos antes de que el sueño de Sam se aligere.

Con un suave y decidido tacto Oliver acarició la espalda baja de Sam, y con ambas manos separó sus nalgas, se acercó más a él y las soltó dejando a su miembro atrapado entre ellas.

Sam siguió inmóvil entonces Oliver agarró su cadera y comenzó a moverse lentamente mientras le dejaba pequeños besos en su cuello.

De a ratos Oliver intentaba contener su respiración que estaba agitada por la excitación, sus lentos movimientos y el suave tacto se le hicieron tortuosos para lo que él quería pero aún así prosiguió. Movía lentamente su cadera contra Sam, empezaba a sentir como su presemen comenzaba a lubricarlo.

La piel de Sam era extremadamente suave, su perfume era cautivamente, tenía un tenue fragancia a almendras con una pizca de vainillas, y su calor corporal estaba a una temperatura demasiado agradable para Oliver. Sería sin duda el recuerdo más dulce que obtendría por el resto de su vida.

Oliver sentía su miembro palpitar en cada movimiento, era la señal de que necesitaba más.
Al percibir que el vaivén de sus movimientos no despertaban al rubio, comenzó a moverse más decidido, estaba dispuesto a llegar al final. Aunque en cada estocada deseaba con todas sus fuerzas poder penetrarlo, así que agarró su miembro y comenzó a dirigirlo delineando todo su interior en busca de su pequeña entrada. Cuando al fin la encontró empezó a frotar su punta contra ella para empezar a invadirlo lentamente.

El sueño de Sam se borroneó en su subconsciente. Ahora no había nada.
Sentía una agitada y caliente brisa en su nuca, un suave tacto en su cadera y algo que intentaba hacerse paso en su entrada.
Inmediatamente abrió los ojos y se alejó de la cama, prácticamente cayendo de ella.

Se escuchó un golpe seco y el corazón de Oliver se detuvo un segundo.

-auuch... -se quejó el rubio y trató de ver que era lo que ocurría pero no pudo ver nada por la oscuridad.

Oliver al ver la silueta de Sam inmóvil en la oscuridad, contuvo su respiración y sin hacer un minúsculo ruido, salió de la cama.

Mientras Sam se reincorporaba, Oliver había salido de la cama y había agarrado el boxer que estaba al borde del colchón.

Mientras Sam se sentaba en la cama, Oliver se había colocado el boxer rápidamente y se había dirigido a su propia cama.

Y cuando Sam prendió la luz de su velador, vió a Oliver acostado en su cama dándole la espalda y con una almohada en su cabeza, parecía estar jugando con su celular.

Sam estaba somnoliento aún por causa de las pastillas así sintió un poco de frío y notó que no traía ropa interior así que rápidamente apagó la luz por si a Oliver se le ocurría voltearse, y comenzó a buscar su boxer en la oscuridad para ponerselo.

Sam suspiró aliviado al encontrar su boxer, aunque se incomodó un poco al sentir el borde del boxer un poco más ajustado. Aún así se acostó de nuevo en la cama, se cubrió con la sabana y cerró sus ojos. Finalmente suspiró relajandose para volver a conciliar el sueño.

Oliver contenía su respiración intentando calmarse, aún estaba agitado y por el susto su corazón latía a mil por hora. Su pecho le dolía por haber hecho lo que hizo, estaba arrepentido y se sentía patético, pero al menos lo había hecho, al menos había estado con el chico que amaba y por suerte Sam no se había percatado de todo aquello...

...al menos eso era por ahora porque por el apuro Oliver no se había percatado de que se había equivocado de boxer y con seguridad Sam lo notaría por la mañana.

endorfinaWhere stories live. Discover now