Parte 26

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Al abrir la puerta de su apartamento, lo primero que notó fue el sonido de una melodía siendo tocada en una guitarra y Joel sonrió, cerrando la puerta tras de sí.

Se había empezado a acostumbrar a llegar a casa y ser recibido por música, risas y ladridos y no quería que eso cambiara nunca.

Dejó su gabardina al lado de la puerta y dejó su sombrero sobre su cabeza al recordar lo mucho que le gustaba a Erick verlo usándolos.

Caminó hacia la sala, su sonrisa ensanchándose al ver a Erick sobre el sofá, con la guitarra en manos y con Pequeñín sentado a su lado.

Joel se acercó sigiloso y dejó un beso sobre la cabeza del menor, sobresaltándolo.

Erick miró hacia arriba y sonrió al ver a Joel de pie a su espalda.

Con una risa, Joel se acercó de nuevo y besó los labios del menor.

"Hmmm." suspiró Erick con los labios aún unidos a los del mayor y Joel se separó dejando otro sonoro beso. "¿Esto me convierte en una clase de Mary Jane?"

Joel frunció su ceño y caminó rodeando el sofá para sentarse al lado de Erick. Alzó a Pequeñín y lo sentó en su regazo.

"¿A qué te refieres?"

"Mary Jane, el interés amoroso de Spiderman." explicó Erick y Joel siguió mirándolo confundido. "El beso al revés, tonto. Y además de que siempre me andas salvando la vida."

"No bromees con eso." dijo Joel serio y suspiró al ver el puchero de Erick. "Pero no quiero que seas una Mary Jane, quiero que sigas siendo mi Erick."

"¿Tu Erick?" preguntó el ojiverde divertido alzando una ceja. "Un poco posesivo, ¿no?"

"¿Te molesta?" preguntó Joel retándolo.

"No." respondió Erick y ambos rieron. "Me encanta como te ves con ese sombrero."

"Lo sé." respondió Joel sonriendo al ver que cada vez conocía mejor al ojiverde. "¿Notaste que Pequeñín ni siquiera me volteó a ver cuando llegué?" dijo Joel y alzó a Pequeñín para que quedara su rostro frente al del cachorro. "¿Lleva una semana viviendo con nosotros y ya me cambiaste, travieso?"

"Jamás te cambiaría." contestó Erick riendo al ver como Pequeñín atacó el rostro de Joel con lametones. "Pequeñín ama a su papá. Por cierto, ¿cómo estuvo la reunión?"

"Muy bien." respondió Joel bajando al cachorro y dejándolo en el piso. Luego se acomodó de manera que quedara sentado mirando en dirección al ojiverde. "El otro día me dijiste que me has visto escribiendo como loco y es cierto. Ya falta poco para terminar el libro y luego tardará un par de meses en revisión y publicación."

"Eres increíble, ¿te lo había dicho?" susurró Erick mirando a Joel y el mayor sintió que le pediría matrimonio ahí mismo por la manera tan amorosa en que lo estaba mirando.

Jamás esperó que alguien lo mirara de esa manera.

Sabía que sus "fans" lo querían mucho y le brindaban un apoyo tan grande que Joel sempre estaría agradecido, pero la mirada de Erick era perfecta.

Era la mirada con la que siempre soñó.

"Todos los días." respondió Joel sonriendo y tomó las manos del ojiverde. "Por cierto, en la reunión de hoy, uno de mis editores mencionó que estaba buscando contratar a un asistente y pues—"

"No, Joel." interrumpió Erick y Joel inmediatamente suspiró. Toda la semana que llevaba viviendo con Erick a su lado, había tratado de ayudarlo a conseguir un trabajo para cuando terminara de recuperarse, pero ninguno de sus intentos había tenido éxito. Erick era el ser más orgulloso del mundo. "Ya te dije que yo encontraré algo por mi cuenta. Además, Chris me está ayudando."

Joel, quién tenía su mirada clavada en sus manos entrelazadas con las de Erick, alzó rápido sus ojos y los conectó a los del menor.

"¿Chris? ¿El enfermero?"

"Sí." respondió Erick y empezó a jugar con las manos de Joel. "Cuando se despidió en el hospital, me dejó su número por si necesitaba ayuda. Aunque no tenía celular, guardé el papel con su número y el otro día que me diste uno, le escribí."

Joel le había comprado un celular a Erick tan pronto salieron del hospital, pero el menor se había rehusado a aceptarlo. Así que Joel ofreció dejarse el celular nuevo y que el menor se dejara el usado, y aunque le había costado un mundo convencerlo, al final lo logró a punta de besos.

"Aceptas la ayuda de Chris pero no mi ayuda." murmuró Joel viendo hacia la ventana. Sabía que estaba actuando de manera ridícula, pero el miedo a perder a Erick era más grande.

"Joel, mírame." dijo Erick y Joel lo miró a regañadientes. "¿Estás celoso?"

Joel bajó la mirada y balbuceó una ininteligible respuesta. Con una sonrisa, Erick colocó su dedo bajo la barbilla del mayor para levantar su rostro.

"Respóndeme."

"Es que no entiendo porqué sí aceptas su ayuda y yo tengo que rogarte para que aceptes la mía." respondió Joel con el ceño fruncido y jugando con los dedos del ojiverde. "Además Chris es joven y la verdad es que feo no es y—"

"Y está casado." interrumpió Erick y soltó una carcajada al ver la expresión de sorpresa en el rostro de Joel. "Está felizmente casado y me envía una fotografía con su esposo Zabdiel, quién le lleva cinco años de diferencia en edad, todos los días. Te lo juro, mi galería en un par de días se llenó de fotografías de Pequeñín, de nosotros dos y de ellos dos."

Un leve sonrojo subió por el cuello de Joel y bajó su mirada mientras Erick rió con ternura.

"Debes dejar de preocuparte tanto por tu edad, mi amor." murmuró Erick y Joel alzó rápido la mirada por la manera en que lo llamó el menor. "Son solo siete años, no veinte. Además, a veces te comportas como un chamaquito de 17."

Joel lo miró con reprimenda y Erick rió mientras acercó su rostro al del mayor para dejar un suave beso sobre sus labios.

"Es que me da miedo perderte, bonito." murmuró Joel aun con los ojos cerrados tras el beso, el aire de sus palabras golpeando directo los labios de Erick que estaban a centímetros de los suyos. "Es que eres tan bonito y tan talentoso y tan joven y tan—"

"Tan tuyo." interrumpió una vez más Erick y mordió su labio al ver a Joel abrir sus ojos y mirarlo directo. "No tienes nada qué temer. No te cambiaría por nada ni nadie. Primero, tendríamos que compartir custodia de Pequeñín y eso es un proceso muy tedioso. Y por otro lado, para qué quiero buscar a un chico de mi edad cuando en casa tengo a todo un hombre—"

"¡Erick!" exclamó Joel sonrojado y Erick soltó una fuerte carcajada.

"¿Ya ves porqué te digo que a veces eres como un chamaquito?" dijo Erick entre risas. "Pero en serio, no quiero a nadie más. Y no tienes derecho a decir que no acepto tu ayuda, vivo en tu casa por dios."

"Nuestra casa..." corrigió Joel hesitante y se relajó al ver la sonrisa del menor. "Nuestro hogar."

"No, Joel." dijo Erick aun sonriendo y tomó entre sus manos el rostro de Joel. "Tu eres mi hogar."

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Recuerdan cuando dije que no habría Chrisdiel jajaja a la merga (aunque en realidad no hay, porque eso es todo lo que van a leer de ellos jejeps)

Les amo hoy y siempre 💕

「mi hogar」 「joerick」 「terminada」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora