Tal como Samuel había dicho, disfruté de los días siguientes. El segundo día tuvimos un encuentro entre nosotros, donde cada uno nos conocimos formando grupos de diez personas o menos. En mi caso reconocí a varios del personal de RRHH y una que otra nueva adquisición. Luego conocí al personal de imprenta, personas demasiado geniales con las que provoca salir a destrozar el piso. Claro, quedamos varios en salir, incluso se anotaron algunas de mis chicas, así que seriamos un grupo grande el que saldríamos cuando se diera la ocasión.
El resto de la mañana la pasé junto a Daniela y Majo quien andaba con el ojo puesto y debo decir ¡Oh, por Dios! Claro, el susodicho en cuestión no es nada en comparación con mi caballero, pero no está nada mal. Era una nueva adquisición que se planteaba como toda una promesa dentro del equipo. El chico no tiene pinta de nerd, pero hay que esperar a que hable... ¡ajá! Eso sucede, sin embargo también es muy fácil llevarlo por el camino de las conversaciones banales y, aunque parece pez fuera del agua, Majo lo introdujo muy bien en nuestros temas carentes de tecnología. Creo que a él también le interesa ella y no me alegraría más que fuera así. Para ella ha sido difícil encontrar una persona que se dé cuenta de su personalidad y todo lo que ella representa. Que la quiera y la respete, en fin, alguien que vea más allá de su cuerpo.
Sonrío al chocar mirada con ella y verla tan sonrojada. Si, ese chico puede ocasionar esas cosas, incluso yo me sonrojo con su inocencia ¡De qué planeta habrá venido!
Fijo mi mirada en la mesa frente a nosotros, cosa que no debí hacer, pues la peste estaba haciendo de las suyas ¡Benditas alimañas! Sin embargo fue ver la sonrisa de Samuel lo que me entretuvo, el hombre estaba de lo más tranquilo y alegre con sus ojos puesto en "piernas Oriana". Quise gritar, pero no hubiera sido aceptable. Me tapo la boca haciendo que Daniela se diera cuenta.
—¿Qué sucede?
—A las nueve, pareja sonriente —digo. Ella busca con la mirada mi descripción y abre la boca para luego verme.
—¡Piernas Ariana!
¿Qué no era Oriana?
—¡Sí! —chillo por debajo alargando las "i".
—No soy muy dada con Velazquez, pero obvio que tu sí.
—Por supuesto, esta noche lo intercepto —dije en tono maquiavélico ¡Claro que lo interceptaría!
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El loco mundo de Samy A
ChickLitSamantha Argento es divertida, extrovertida, amante de su trabajo y protectora de sus amigos. A sus próximos treinta años, Samy ha perdido una relación de años y ha conseguido una a través de la red, pero ¿Qué hace una mujer como ella buscando el am...