-Ya que están tan efusivas el día de hoy, ¿por qué no te vas a sentar al lado de la señorita Danvers, William? -dijo el profesor con una sonrisa malvada-

-¿Efusiva? ¿Quien dice efusiva? ¿Acaso sabe lo que significa? -comentó Larissa por lo bajo- De hecho profesor, debo protestar contra ello. Tom es un hombre, ¿no cree que se sentiría más cómodo con ellos? -dijo la rubia levantándose del asiento-

-Mi nombre no es Tom -respondió el chico-

-Claro que no Sawyer -Larissa le respondió sin mirarlo-

La clase entera rió y el profesor los hizo callar a todos

-Danvers, ya es suficiente, siéntate, él se sentará contigo hoy, y no se discute

Larissa se sentó, suspiró y esperó a que el chico nuevo se sentara a su lado. Una vez que escuchó al chico sentarse, decidió asustarlo para que se sentara en otro lugar. La única persona que aceptaría a su lado era Harriet o Danielle.

-Mira Sawyer, tú no... Hola

Cuando Larissa se giró hacia él, se quedó mirando al chico nuevo. No era para nada feo. Tenía ojos celestes, cabello castaño oscuro, una sonrisa bonita y llevaba una camiseta de manga corta gracias a la cual podía ver sus músculos... Pero se necesita mucho más que eso para distraer a Larissa Danvers.

-Hola a tí también -dijo el chico-

Harriet y Danielle se dieron vuelta y ambas miraron con una cara poco amigable al castaño, pero a Larissa le causó gracia como se veían tiernas aún intentando parecer enojadas.

-Si, como sea, tú no me agradas, yo probablemente tampoco, así que tú harás tus cosas, yo las mías, y no hablaremos en todaa clase, ¿entiendes, amigo? -dijo Larissa concentrándose de nuevo-

-Entendido, amiga -le respondió sonriendo-

Y tal como ella le ordenó, el chico no le habló en toda la clase, y ella habló con Harriet y Danielle durante toda la clase, así que creyó que aquella versión actualizada de Tom Sawyer la dejaría en paz, pero cuando quizo ir a su próxima clase y el chico la agarró del brazo, supo que se equivocó.

-¿Que quieres Tom? -le preguntó enojada-

-Primero que nada, no soy Tom, ni Sawyer, soy William Harris. Segundo, creo que eres bonita, de verdad, y te ofrezco la oportunidad de salir conmigo hoy, antes de que las chicas empiecen a abalanzarse sobre mi

Larissa rió y contó mentalmente hasta veinte para no freirlo allí frente a todos.

-Gracias pero no gracias -se soltó- Primero que nada, tengo planes Huckleberry. Segundo que nada, no te conozco, y lo que acabas de demostrar recién no me gustó. Tercero, serás lindo, pero eso no basta, así que paso

-Ella es demasiado para tí, mi amigo -dijo Harriet palmeando el hombro del chico-

-Ahora si nos disculpas, nos iremos a la próxima clase -dijo Danielle-

-Suerte encontrandola, que tus múltiples admiradoras te ayuden -concluyó Harriet-

Las tres chicas se fueron ante la mirada del chico. Podría ser lindo, pero era un tonto. El resto de las clases pasaron, y con ellas el rumor de que Larissa había rechazado al nuevo se fue esparciendose. Al final del día, Larissa se había convertido en una especie de celebridad. Claro que a ella no podría importarle menos.

-Dan, hoy no puedo acompañarte a tu casa, le diré a Harriet sobre mis poderes

-Suerte con eso Lari, yo estaré en mi casa todo el tiempo ya que mis padres saldrán en una cena, así que si me necesitas ya sabes a dónde encontrarme

-Gracias -Larissa la abrazó-

La rubia se acercó a su mejor amiga y comenzó a caminar hacia el cine al que ellas solían ir. Ambas caminaban en silencio, la pequeña Danvers pensaba como decirle a su amiga lo de sus poderes, se preguntaba si debía decírselo, estaba preocupada por su reacción, ella podría ser la próxima Lex Luthor como podría apoyarla, no sabía que esperar.

-Entonces... ¿Que querías decirme Larissa? -preguntó Harriet-

-Bueno... Verás, resulta que esto es algo que me pasa hace ya mucho tiempo, y no creía que fuera algo que deberías saber ya que pensaba en tener una vida normal, sin prestarle atención a ello, pero hace poco... Evolucionó, por decirlo de alguna forma, y no puedo ocultarlo, y no voy a tener una vida normal si lo acepto

-Eres lesbiana -dijo Harriet-

-¿Por qué todo el mundo cree que soy gay? -preguntó frustrada-

-Lo siento, es que parecía que estabas saliendo del clóset conmigo -respondió la chica de ojos avellana riendo-

-Que yo sepa, no lo soy, ni tampoco bisexual si te lo preguntas. Tampoco se si soy heterosexual, pero no es sobre eso de lo que quiero hablar -suspiró- Yo... Tengo poderes

La castaña la miró y comenzó a reírse

-Claro que sí, gran chiste, ahora dime lo que ibas a decirme

Larissa se acercó a un farol y lo tocó. Al instante que hizo eso, la luz se prendió, cuando la rubia lo soltó, se apagó. Vió una lata más adelante y le disparó un rayo. Salió corriendo hasta la estatua de la libertad, se sacó una foto allí, volvió y se la mostró a Harriet.

-Te creía con la lata, no era necesario hacer todo el resto -dijo Harriet sorprendida-

-¿No estás molesta?

Harriet la abrazó y Larissa sintió que todo estaría bien. Su mejor amiga tenía eso que la rubia decía que era un superpoder, cuando la abrazaba, le hacía sentir que todo estaba bien.

-Claro que no, jamás me molestaría eso, algunas personas simplemente son extraordinarias, y se que tú usarás esos poderes para el bien

-Y también soy un alienígena -dijo Larissa-

-Eso no te hace menos persona... Creo. no importa. Pero ¿no te da miedo de que Cadmus pueda hacerte daño?

-Lillian Luthor no sabe nada de esto, en tanto no lo sepa, estaré bien -respondió-

-Entonces si tu estas bien, yo también... Ahora, ¿Vamos al cine? Quiero ver una de aliens

-Tu sentido del humor es cada vez más malo

La hija de supercorpWhere stories live. Discover now