arriba en el cielo

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Se que este capítulo es un poco random y quizá no tenga mucha conexión con el resto del fanfic, pero quería hacerle una especie de homenaje a mi gata que murió hace poco (si, lo sé suena infantil, pero es lo que hay) así que si simplemente no les interesa leerlo, esperen al próximo capítulo que está siendo escrito

Fue en la segunda hora de clases cuando Larissa se dió cuenta de que algo malo estaba pasando. Harriet no había estado en la primer clase, pero tampoco en la segunda, lo cual preocupó a Danielle y Larissa. La pequeña Danvers había registrado todo el establecimiento, pero no se encontraba allí. Larissa le envió un mensaje a Harriet, pero Harriet no contestó rápidamente.
La rubia iba a enviarle un segundo mensaje, pero antes de que lo enviara, Harriet contestó.

Mensaje de Harry😂❤️
Disculpa que no contestara, no fui hoy porque Luna murió esta mañana

Mensaje para Harry 😂❤️
¿Quieres que vaya a tu casa luego de la escuela? Estaré allí en un segundo si quieres

Mensaje de Harry😂❤️
Eso sería genial. Gracias

Larissa guardó su celular antes de que el profesor pudiera verla y se inclinó levemente hacia Danielle.

-Logré hablar con Harriet, ella está en su casa porque... No está bien -le susurró a la chica de ojos grises-

-¿Que le sucedió? ¿Está enferma? ¿Murió algún familiar? -preguntó alterada la chica de cabello castaño-

-De hecho... Fue su mascota la que murió, un gato -respondió la rubia-

-Ouh... ¿Un gato? -preguntó sorprendida Danielle- ¿Como puede tener un animal tan grande en su casa?

-¿Tan grande? Pero si los gatos no llegan a... ¿Que conoces tú por un gato?

Danielle se puso a dibujar rápidamente el contorno de un animal, y cuando empezó a agregarle los detalles, notó que lo que dibujaba era un tigre.

-Es un felino, no un gato, es como el pariente muy muy lejano de un gato. Los gatos son más pequeños y menos peligrosos -respondió Larissa-

Las mejillas de su amiga se tornaron rojas y luego volvió su atención a la clase. Larissa en cambio siguió pensando en su mejor amiga. Ella tenía a su mascota desde que era pequeña, y ese gato era prácticamente todo para ella. Como los padres de Harriet solían trabajar siempre, ella se la pasaba con niñeras, que por más buena persona que fueran, ella no podía quererla. Cuando le regalaron aquella pequeña gatita para Navidad, ella se emocionó. Aún podía recordar como estuvo probablemente un mes hablándole de ella. Larissa sabía que algún día pasaría, pero Harriet parecía pensar que el animal sería inmortal, y la rubia no entendía el sentimiento, nunca había perdido a nadie, pero lo respetaba.

Ese día, las horas parecían ir más lento, Larissa solamente quería ir y abrazar a su mejor amiga hasta que estuviera mejor, pero aún le quedaban dos horas más hasta la salida. La chica de ojos verdes incluso había pensado una forma de salir de allí fingiendo sentirse mal, pero no podía hacer algo así ya que sabía que Kara y Lena se enojarían, así que solamente esperó. Esperó con ansiedad, golpeando la lapicera con la que tomaba nota de lo que decía el profesor, pero hacía rato que ella había dejado de prestar atención. Cuando las dos horas finalmente pasaron, Larissa casi salió corriendo a super velocidad de la escuela, pero no lo hizo. En cambio, esperó a Danielle y ambas caminaron hasta la salida

-Dile a Harriet que lamento mucho su pérdida, y que los dioses ahora cuidan de ella -le dijo la chica de ojos grises-

-¿No vendrás conmigo? -preguntó la rubia sorprendida-

-Creo que tú y ella deben hacer esto solas, además les vendría un tiempo sólo ustedes dos -respondió la castaña-

-Entonces nos vemos mañana Dan

En ese momento Larissa salió corriendo con su super velocidad, sin importar si alguien la había visto, y sin esperar la respuesta de Danielle. Su mejor amiga estaba mal y la pequeña Danvers sabía que tenía que estar allí. Llegó al patio trasero de Harriet en menos de cinco segundos, y vió a la chica de ojos color avellana sentada bajo un árbol llorando. La rubia no esperó ni un segundo para abrazarla, sabiendo que eso era lo que necesitaba.

-Había ido a darle de comer. Moví la caja para que se acercara y ella no apareció. La busqué y ella estaba en mi cama, como siempre, pero intenté despertarla y no lo hacía... Ella se fué, Lari -dijo entre sollozos-

-Sabías que iba a pasar en algún momento -la abrazó más fuerte- Era su momento de irse, pero aunque ella no esté aquí en carne y hueso, ella está en tu corazón Harry, y ahora está en la gloria de Rao vigilando que nada te pase

-Vivió catorce años, los gatos viven hasta los veinte con algo de suerte. Nosotros los humanos vivimos hasta los cien años si nos cuidamos... Catorce años es como un momento en la vida del hombre, pero para un gato... Para ellos es prácticamente toda su vida.

-Oh Harriet, se que esa pequeña bola de pelos era todo para tí, pero la muerte es algo que nadie, ni en esta galaxia ni en ninguna otra, puede revertir o evitar.

-¿Me ayudarías a enterrarlo? Aún no tuve el valor para eso

Harriet la miró a los ojos, los cuales estaban rojos y vidriosos por el llanto, Larissa la miró y asintió, levantándose de su lugar.

-Traela y te ayudaré -respondió la rubia-

Harriet volvió a entrar y al rato volvió con su gato en brazos, como siempre llevaba a aquél gato blanco y peludo. Esa vista destrozó a Larissa, ver a su mejor amiga llorando mientras cargaba al animal sin vida, sin duda era demasiado doloroso. En el cielo comenzaron a aparecer nubes, y para cuando Harriet llegó al lado de Larissa, ya no se podía ver el sol. Harriet miró hacia arriba y se rió un poco al ver el estado del cielo.

-Parece que hasta al sol le dió tristeza que Luna haya muerto

Larissa le acarició la cabeza al pequeño animal y se limpió una lágrima.

-A todos nos dió tristeza -respondió con un nudo en la garganta-

Larissa usó su super velocidad para cavar el lugar donde enterrarían al gato, y luego miró a su mejor amiga.

-Supuse que a nuestra pequeña amiga le gustaría estar al lado del árbol al que solía subir

Harriet se agachó hasta el hueco, besó la cabeza del animal y luego lo dejó con cuidado en el poste.

-Que Rao o Dios te cuiden, voy a extrañarte -dijo en un susurro-

Larissa tapó el hueco donde estaba el gato y luego tomó de la mano a su mejor amiga.

-No puedo decirte que todo estará bien porque aunque nunca me sucedió esto, se que no lo estará, perdiste a alguien que realmente querías y nada va a mejorar eso, pero si puedo decirte que algún día todo el dolor que sientes se irá porque recordarás todo lo bueno que pasaron juntas y sonreirás al recordarla. Y te prometo estar a tu lado en todo ese camino

-Se que quizás no lo diga seguido y eso, pero te quiero Lari

-Yo también Harry. Ahora, que dices si preparamos algo que a tí te gusta y vamos a ver tu película preferida... O si no estás de humor para eso, podemos comer algo de igual forma y quedarnos aquí -dijo la rubia intentando levantarle el ánimo-

-Tú siempre tienes hambre -respondió Harriet con una pequeña sonrisa- Pero claro, vamos a ver lo que tú llamas la peor película del mundo -respondió guiandola hasta la casa aún con sus manos entrelazadas-

-Es que realmente lo es, preferiría ver la Bella y la Bestia antes -respondió la chica de ojos verdes sonriendo-

-La cual es otra de mis películas favoritas, así que mejor no hables

La hija de supercorpHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin