Capítulo 6

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Perú, Argentina, México... ¡Me siento muy halagada de saber que gente de tantos lugares lee mis historias! Seguidme diciendo de donde sois :).
—La próxima vez que quieras hacerte el genio, que no sea en una pista de hielo y con unos patines. ¿Qué narices tratabas de hacer? ¿Impresionar a una chica? —Cuestiona Caitlin mientras cura las heridas en la rodilla de Barry. Es la primera vez que se lesiona y no es en el campo de batalla.
Él sonríe inocente y alza las manos.
—La realidad es que si. —Caitlin alza una ceja.
Le apreta con fuerza la venda y provoca que el chico suelte un "Auch".

—¿Ah si? —Reitera, apretando aún más el vendaje. Barry pone una sonrisa burlona y la observa.
—Si. —Y la doctora le pasa un algodón con alcohol en la rodilla. El ojiverde nota el escozor y se abstiene de gritar.
—¡Caitlin! —Le grita después de aguantar demasiado, firme.
Ella ladea su gesto.
—Vaya, lo siento. —Se disculpa, aunque sin un sólo matiz de remordimiento.

—Trataba de impresionar a la hija de Cecile. —Explica, por fin. La castaña pone un gesto de confusión.
—¡No paraba de fastidiarme! ¡Ella sabe patinar y yo no! —La joven estalla en risas y niega.
—Eres un ser muy infantil, Allen. —Cisco irrumpe en la sala, apresurado y sin mirar.

Sus amigos se levantan y van tras él.
El latino ignora sus preguntas y se dedica a caminar de un lado a otro.
—¡Gipsy está embarazada! —Suelta en un grito desesperado y la sala enmudece.
—¿Vamos a ser tíos? —Cuestiona Barry.
—¡Vamos a ser tíos! —Exclama ella, al mismo tiempo que él.
Cisco les asesina con su mirada y se apoya contra la mesa.

—No puedo hacer esto, chicos. No puedo. —El velocista se pone junto a él y le abraza.
—Vas a hacerlo bien, eres una gran persona y serás mejor padre. —Cisco se pasa las manos por el pelo y niega.
—No puedo hacerlo y una de tus charlas no va a arreglar eso. —Espeta, decidido y tal vez, demasiado brusco.

Caitlin se acerca a ellos, toma la mano de Barry y le insta a marcharse de la sala.
En la sala principal, la doctora toma la otra mano del chico cuando se paran.
Y sus miradas permanecen conectadas, deteniendo el tiempo a su alrededor.
—Ahora no está bien, Barry. Y no piensa con claridad, sabes que jamás te hablaría así si no estuviera mal. Necesita tiempo, lo sé. Y tal vez un poco más de brusquedad. —Bromea.

El chico sonríe a medias y mira hacia abajo.
—No sé que haría sin ti. —Confiesa. Y provoca que su amiga alce las comisuras de sus labios.

Caitlin irrumpe en la sala, convertida en Killer Frost.
—Vas a escucharme y vas a hacerlo ahora. ¿Lo has entendido? —El latino se deja caer en la silla y asiente, casi sin más expresión que el susto.
—Estaba dispuesta a darte tiempo pero luego me he dado cuenta que Gipsy no necesita tiempo, te necesita a ti. —Se arrodilla frente a él y vuelve a su forma natural como Caitlin. 

—Cuando esté ahí fuera con vosotros, no podré concentrarme. Sólo pensar en ese bebé y en que nada me ocurra para no dejarles solos. ¡Gipsy vive en otro mundo! ¿Cómo lo haremos? —Casi vocifera, estresado.

—Hemos arriesgado nuestras vidas tantas veces que ni siquiera puedo recordarlas todas. ¡Eso no es un maldito problema, Cisco! Lo arreglaréis. Encontraréis la manera.
—Vibe suspira y mira hacia el suelo.

—Eres la mejor persona que he conocido en mi vida, Cisco Ramon. Y cuando salgas ahí fuera, a luchar a nuestro lado, todo en lo que pensarás será en hacer de este mundo un lugar mejor para tu hijo.
Y Barry y yo siempre estaremos a tu lado para conseguirlo. —Sus dulces palabras provocan una enorme sonrisa por parte del castaño.

—Tienes razón. No hay nada que el Team Flash no pueda arreglar. —Se inclina hacia ella y se abrazan mientras sonríen.

Right In Front Of You. Snowbarry.Where stories live. Discover now