Stuart cerró los ojos molesto, pensó en cómo es que alguien como Murdoc tenía la fortuna de tenerlo de novio. Bastardo suertudo.
“Novio” Aún era extraño llamarlo así. Aunque llevaban tiempo de una pseudo-relación, nunca llegaron a formalizar las cosas, hasta hace unas semanas.
Pensó en todas las cosas bonitas que habían vivido y luego frunció el ceño. No podía pensar cosas bonitas cuando estaba peleado con él.
Miró a su lado y pudo ver su rostro dormitando. Se odiaba a sí mismo por dejarlo dormir allí.
Suspiró cansado de todo. Después de todo siempre había sido gracioso escucharlo hacer indirectas y coquetearle en entrevistas.
No.
Debía concentrarse en lo malo, en todo lo malo que Murdoc había hecho. En lo mucho que lo había dañado emocionalmente y en los hematomas que alguna vez había dejado.
¿Y que hay de las palabras bonitas y los besos y caricias? Se preguntó.
Murdoc estaba indefenso, Stuart siempre lo había sabido. Estaba roto y él realmente quería que las cosas cambiaran para él.
Observó su rostro calmado, era tan lindo cuando dormía. “Al carajo” pensó.
Se acurrucó a su lado, besó su mejilla y esperó a que sus ojos se abriesen.
Cuando aquello sucedió, Murdoc alzó una ceja confundido.
—¿Qué es lo que quieres, tonto? —musitó, Stuart sonrió y se acercó a besarlo.— Déjame en paz, Harold.
—Te quiero a ti —dijo. Murdoc desvió la mirada aún molesto.— Te quiero demasiado Murdoc.
—¿Por qué me estás diciendo esto? —preguntó sin mirarlo.— Si lo que quieres es que acepte tu mierda "Lo hago por la banda", no lo lograrás.
—No —musitó.— No me importa eso, ¿Sí? —Murdoc aún tenía la mueca de confusión plasmada en el rostro. stuart besó sus labios.— Te quiero.
—Agh —gruñó molesto.— Eres un tonto, Stu —el nombrado sonrió y volvió a acurrucarse bajo su hombro.— Eres tan gay a veces.
de nada, bye
fase 4, naturalmente
n
o sé qué pasó
