One-Shots de EAH con canciones de Vocaloid

Madness of Duke Vemomania

Antes de empezar el fanfic, quiero aclarar que es la primera vez que escribo algo parecido a un lemmon. Por lo cual, no prometo que este bien escrito ni muy explícito.

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—¿Qué es lo que sientes? —Preguntó la hechicera, entregándole la Katana.

—Se siente bien...Se siente suave—Respondió la rubia, tocando el arma suavemente.

"Déjamelo a mí. Déjamelo todo a mi" Fue lo que pudo oír en su cabeza al tomar el arma.

—El demonio parece contento de esto, sácala. ¡Atraviésate con ella! Así formaras un contrato con él ¡Obtendrás todo lo que deseas! —Dijo la hechicera.

La rubia vaciló, no sabía si verdaderamente está mujer era una hechicera o no. Al igual que no sabía si la hechicera quería que se suicidara con una Katana en lugar de una espada o de verdad formaría un contrato con un demonio.

"¿Qué más da?" Se dijo en su mente "Si de todas maneras iba a morir, morir por otra arma será igual" Y sin más opción se atravesó con la Katana.

Espero a sentir el ardor de su la sangre caer, pero nunca llegó. En su lugar, el rostro le empezó a arder.

Cubrió su rostro con sus manos, en una manera desesperada de apaciguar el ardor, y cuando dejó de arder, fue a verse a un espejo.

Se sorprendió de lo que vio. La gran deformidad que tenía en su rostro había desaparecido. Esta acarició su mejilla, solo para confirmar que era de verdad. El rostro que ahora tenía era el más hermoso que ella alguna vez había visto.

Tomó la Katana del suelo, está había sido expulsada en algún momento, antes de ver a la hechicera, que reía malévolamente.

—Me alegra saber que el demonio te ha aceptado ¡Felicidades! Hiciste un contrato con el demonio de la lujuria...—La hechicera detuvo su discurso, tratando de adivinar su nombre.

La rubia lo pensó un momento. Si tenía un nuevo rostro, debería de tener un nuevo nombre. Segundos después se le ocurrió—Darling, Darling Charming.

—Trata de no perder la Katana, Darling Charming, y trata de no morir, si no, el hechizo se romperá y perderás todo.

—Por supuesto—Le respondió, antes de que ella desapareciera.

Nuevamente hoy 

Una dama en mi castillo 

Tan hermosa es 

La atesoraré.

Darling observaba como una nueva chica abría ligeramente la gran puerta de su mansión. Darling sonrió, para mirarla de pies a cabeza, sin duda, la chica era muy hermosa.

Su sonrisa hará

Que yo quiera conquistarla

Solo para mi

 Mi mujer la haré.

—¿Es aquí la mansión de la Duquesa Charming? —Preguntó con timidez la chica, antes de ver que Darling ya estaba frente de ella.

—Entonces ¿Bailamos? —Pregunto, extendiendo su mano hacia la de ella.

Mirándola fijamente a los ojos, la chica se aventó a los brazos de la duquesa, para que Darling agarrará suavemente su cabello.

Una música se empezó a sonar en la solitaria sala de la mansión, y Darling y la chica empezaron a bailar lentamente.