One Shoot's || Dakota Johnson & Jamie Dornan

El alumno que supera al maestro

Dakota

Habíamos vuelto a grabar solo hace unas semanas. La tensión entre Jamie y yo era menos evidente ahora que habíamos decidido que no se volvería a repetir lo de aquellas noches de risas y copas por más divertido que fuese, más por una decisión de los dos que por que haya pasado algo.

Lo disfrutábamos, en definitiva. Era algo que nos llevaba al éxtasis de ida y vuelta una y otra, y otra vez; pero bueno al final era tal la adicción que terminábamos por hacernos daño, un día solo comprendimos que ni cerca porque te mato, ni lejos porque me muero así que aquí estamos.

Jamie está haciendo algunas flexiones mostrándoles a todo el set su marcada y sensual espalda, mientras yo me tomo un pongo del champán que suele controlar mi ansiedad. Aunque sí, he vivido en carne propia lo que es estar en sus brazos como Anastasia y cómo Dakota, no niego que tanta cercanía puede hacer que el cuerpo falle, aunque obviamente a mí me juega más a favor que a él. –Cinco minutos – Grita el asistente de Foley desde el otro lado del salón.

—Noventa y nueve... –Jadea entre dientes obteniendo mi atención– ¡Ci-cien!

Todos a nuestro alrededor están concentrados en lo que se iba hacer, algunos más otros menos, mi mirada baja discretamente por el abdomen de Jamie brilloso por lo que tengo que morderme el labio inferior para no reírme, por lo general, recuerdo el "torso de oro" Dornan y enloquezco de risa. Jamie logra divisarme entre los presentes y suelta una pequeña sonrisa dejando ver esos dientes espectaculares que no saca a pasear a menudo.

—Señorita Johnson. –Canturrea desde su lugar mientras avanza hacia mi con rapidez.

—Señor Dornan. –Replicó en el mismo tono.—Tienes unos... tres minutos para darte una ducha y volver.

Jamie revolea los ojos seguido de un breve ladeo de cabeza, aún jadeante, posa sus manos en su cintura y me mira a través de esos ojos azul profundo que me es imposible evadir. —Creí que te gustaba sudoroso, –murmura de una forma que solo yo puedo escuchar– ya entre en calor. –Un pequeño guiño acompaña su última frase haciéndome carcajear.

—Si intentas seducirme, señor Dornan lamento informarle, que no aprendió muy bien de su maestra. –Comentó en un susurro tomando lo poco que queda de mi copa—Sin embargo, es admirable y tierno que quieras intentarlo.

Jamie sonríe solo con sus labios quitando su mirada de la mía. —Quizás subestimes al alumno aunque puede que la maestra no sea exactamente la mejor.

Oh... es la guerra. Sirvo un poco más solo para acompañar esta guerra de seducción que ha creado sólo de una frase. Jamie no es ni la mitad de la persona tímida que conocí  hace unos años, sabe jugar, solo con un poco de confianza y desatas al juguetón, joven, divertido, cariñoso y sensual que es.

—¿listos? –Pregunta Foley interrumpiendo mis pensamientos.

—Sí. –Jamie responde con seriedad sacándome la copa de las manos y tomándose lo que quedaba

—Creo que al alumno aún le dan miedo las pruebas. –comento haciéndolo reír.

Su respuesta es un breve ladeo de cabeza seguido de una mirada juguetona que incita a apostar.

—Puede que necesite más clases. –Replica en una vez áspera e intensa

—¿Eso es una proposición? –Cruzó mis brazos debajo de mi pecho haciendo que Jamie me escanee detenidamente desde mis ojos hasta el pecho.