Thinking out loud

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Las personas día a día caen enamoradas de manera distinta. Yo caí en un abismo sin salida el día que la conocí. Es hermosa, es verla sonreír y sentir que hasta un día tormentoso puede aclararse con su sonrisa. El mundo entero cabe en ella, y yo aún no sé cómo llegar a su mundo.

Lo único que sé de ella, es lo que se ve por fuera.  Desde su poca retención a las cosas; le cuesta poner atención por más de diez minutos a un solo tema, Su espontaneidad y su ser que irradia ser extrovertida. ¡Me vuelve loco! A las 13 horas entra por esa puerta como todos los días a revisar el periódico y yo, no hago más que observarla, es algo acosador, lo sé. Es que no encuentro las palabras adecuadas para presentarme con ella.

Justo a tiempo.        

La puerta se abre y el lugar se alumbra. Sus manos acarician su cabello y ella sostiene por inercia su labio inferior entre sus dientes. Un saco cubre su piel blanca, es marrón como sus botas de invierno. Su cabello es perfecto. Me pregunto, ¿servirá para tirar de él? Me gustaría averiguarlo, solo que de este lado de la tienda dudo que pueda notar de mi existencia. Simplemente me deja paralizado, es como si todo su ser neutralizará al mío.

Ella toma el diario entre sus manos y una vez más la dejo huir de mí. Técnicamente, ella no sabe que la observo todos los días a la misma hora y que la única razón por la que siempre estoy aquí, es porque no hay un día que no piense en cómo será escuchar su nombre. Agradezco a mi jefe por haberme mandado a comprar el diario hace un mes a esta hora y desde entonces solo vuelvo para encontrarla.

Como dije antes, la gente cae enamorada de maneras distintas en momentos distintos e inesperados a lo largo de la vida. Yo no le puedo llamar amor a lo que siento por esta mujer, desconocida, hermosa pero sin saber absolutamente nada de ella no puedo afirmar amor. Lo cierto es que, sin saber nada de ella estoy seguro que casi podía lanzarme voluntariamente al pozo de Cupido. En fin, parece que va a ser otra semana más sin saber aunque sea su nombre.

Una semana después...

    No puedo creer que aun no haya salido de la oficina, estoy por enloquecer. ¡Vamos, Jamie! Termino de acomodar los papeles y salgo disparado por la puerta de mi oficina camino a la tienda de enfrente. "Thinking out loud" me parece que al dueño le agrada la canción de Ed Sheeran o a Ed Sheeran le agrado la tienda lo suficiente como para que ese nombre sea el titulo de una canción. ¡Maldición! El ascensor se tarda en llegar y son las 12:59. No me mal interpreten, no es que sea un acosador de oficio, es que creo que todos los días practico un discurso diferente para presentarme frente a ella. Algo poco habitual de un hombre de 27 años, estas cosas me pasaban quizás cuando tenía 17 y aun así me parecía que no era apropiado para mi edad.

Cruzo la calle corriendo en luz roja y los autos pitándome hacen que me estrese un poco más, por suerte no queda muy lejos. Miro el reloj y ya han pasado cinco minutos, lo que hace que sean las 13:04. Entro a la tienda rogando al cielo verla hoy, en cambio, me consigo con la mirada de la gente preguntándose seguramente ¿Por qué entre de esa manera? Los ignoro y vuelvo a mi puesto de todos los días. La chica de la caja me observa con su habitual mirada de: "¿Este tipo tiene algún problema?" cosa que sinceramente no me interesa. Vuelvo a mirar la hora y sigo esperando a que pase por esa puerta, como todos los días.

Camino de un lado para el otro, observo los diarios que me rodean y revistas de farándula que no me llaman ni medianamente la atención. Vuelvo a la sección de periódicos y miro el reloj una vez más, me parece que hoy no la veré. Resoplo para mis adentros... no puedo creer que todavía no tenga la voluntad como para cercarme a ella. Han pasado exactamente veinte minutos desde que estoy aquí, creo que sería conveniente irme, no me quedan más que veinte minutos para comer. Esto es realmente frustrante, antes de irme reviso el diario que siempre toma en sus manos y lo ojeo, no entiendo porque viene todos los días a comprar este absurdo periódico cuando hay mejores. No me gusta leer el periódico, ni siquiera se para que lo tome... perfecto, ahora te quedan quince minutos para buscar algo que almorzar y comer. Coloco el periódico donde estaba ubicado y un escalofrío recorre mi cuerpo, son unas manos blancas y suaves, subo por el abrigo de color azul marino que lleva puesto hasta su rostro, es ella, esta sonriéndome.

One Shoot's || Dakota Johnson & Jamie Dornanजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें