Capitulo 6: ¿Pasado pisado? No lo creo...

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-¡Es imposible!-grité desesperada.
-¿Que cosa?-Me gritó Thomas casi al oído.
-¡Es el, Thomas! ¡Es Alexander!-le dije.
-¿Que? No... no puede ser...el esta...-
-¡Muerto! ¡Él está muerto! ¿Como es que ese maldito infeliz puede estar vivo?-grité, llorando del enojo y la desesperación que me invadía por completo. Además, estaba muy confundida.
El auto negro estaba escapando de la escena donde había demostrado su odio hacia mi, no podía dejar que se fuera, el piloto estaba arruinando mi vida. ¡Que rayos es lo que yo estaba esperando! ¡Síguelo Hayley, no te quedes ahí sentada con los brazos cruzados! ¿Que esperas? ¡Arranca!
Una voz en mi cabeza me decía, mientras aún estaba en shock por lo sucedido.
Lo seguí, pero no podía concentrarme con la voz de Thomas gritándome a más no poder.
-¿Como puede estar vivo? Murió el verano pasado.-dijo un tanto confundido y en shock.
Después pensé, todo lo que unknown había dicho tenía sentido: -"Tal vez si hubieras pensado mejor tu decisión hace un año todo sería diferente."-
Y la verdad, tenía razón.Él había muerto, solo que todo había sido por mi culpa.
¿Voy muy rápido?
Déjenme retroceder...

—Verano del año pasado—
Cursaba mi primer año de universidad cuando lo conocí. Fue el típico primer encuentro en donde chocas con alguien, tus libros caen y esa persona intentando ser amable te ayuda a levantarlos, y segundos después, te das cuenta de que es tu "príncipe azul", pero solo son esos momentos, porque luego te das cuenta que con el paso del tiempo, nada era como te lo imaginabas, y se los digo por experiencia. Déjenme les cuento la historia en donde comencé a tenerle miedo a enamorarse, y sí, fue por tu culpa...Alexander.

Yo siempre me había querido casar, pero perdí el interés cuando mi primer novio me engañó con otra, y después cuando mi siguiente novio se mudó y semanas después me llamó por teléfono para decirme que estaba apunto de casarse y que quería que fuera una dama de honor. ¡Dios! ¿Qué tipo de persona puede hacerle eso a una persona que lo quería?
Después, llegó el peor novio de mi vida, sí, ese tal Alexander.
Como ya dije, todo comenzó cuando mis libros cayeron al piso al momento de que choqué con un tipo, pero yo no imaginaba que esa persona me iba a ayudar a recogerlos, pocas personas hacen eso, es por eso que me sorprendí.
Me levante y le vi la cara, y después le agradecí con una sonrisa.
-Gracias...emmm- dije.
Mi nombre es Alexander- Me dijo y me sonrió después.
Nos habíamos quedado mirándonos a los ojos directamente, sentía que me trataba de dar un mensaje mediante sus ojos, pero pocos segundos más tarde, se fue, sin decir absolutamente rara, y me dejo ahí parada, pensando.
-Que lindo tipo, Alexander, que nombre tan bonito.-dije en voz baja para que nadie me escuchara.
Sí, yo soy de las personas que se enamoran en segundos, que locura, es por eso que en segundos me enamoré de Alexander.
Saliendo de clases me dirigí al estacionamiento para buscar mi auto, pero alguien me ganó la carrera. Estaba Alexander parado a un lado de mi carro, recargándose en el. Tenía una hoja arrugada en la mano derecha, y la inclinó hacia mi, entregándomela.
-Ábrela Hayley- Me dijo.
-Espera, ¿Como es que sabes mi nombre?- le pregunté un poco asustada. Lo se, soy una persona que se preocupa por todo.
El se río un poco.
-Hayley tranquilízate ¿ok? Eso es lo de menos, solo se lo pregunté a un nuevo amigo, no sé si te haz dado cuenta que solo llevo aquí una semana, y una semana me ha bastado para darme cuenta de que eres la chica de mis sueños.

Abrí el papel que me dió, donde él había escrito: ¿Quieres salir conmigo?

Sin duda y sin pensarlo acepté porque estaba tan dolida por mi última relación que sentía la necesidad de empezar otra lo más pronto posible. Además, Alexander era una persona muy linda, según lo que me había demostrado en las últimas horas.
Después, recibí un beso suyo.
-Hayley-Me dijo.
-¿Si?-respondí.
-Lo qué pasa es que no tengo auto en estos momentos, ¿será que me puedas llevar a mi casa? Solo por hoy.- Me preguntó.
-Si Claro Alex.-le dije y después le di un beso en la mejilla.

Subimos al auto. No hablamos en todo el camino, solo se podía oír nuestra respiración, parecía que todo iba bien, pero la verdad es que yo no me sentía muy cómoda ahí sentada a un lado de él, no podía creerlo, pero no me estaba dando muy buena espina, aún así, decidí darle una oportunidad.

Al llegar a casa de Alexander, observé una casa súper grande, era literalmente tres veces más grande que la mía, era de un color café oscuro muy desagradable, ( o al menos para mi gusto )además, había dos autos chocados en su estacionamiento. ¿Porqué? Tenía la intriga de saber que era lo que le había pasado a sus autos, pero obviamente, no me anime a preguntarle.
-Wow, tu casa es muy...-Me quede pensativa.
-¿Grande? ¿Bonita? ¿Sorprendente? Si, ya lo sabía.- dijo muy convencido de lo que decía.
-¿Quieres pasar?-Me dijo.
Yo asentí con la cabeza, y una sonrisa pequeña salió de mis labios.
Salimos del auto y saco las llaves de sus bolsillos traseros del pantalón, agarró la llave que abría la puerta principal, una color naranja, la metió en él orificio y comenzó a darle vueltas.
Pude notar después que sus llaves llevaban colgado varios llaveros, pero el que más me sorprendió fue uno en especial, tenía forma de cuadrado, era de esos llaveros que los abres y puedes pegar una foto dentro, normalmente tienen forma de un corazón, pero este tenía forma cuadrangular.
Abrió la puerta, y entramos.
Mire alrededor sorprendida. Su casa no era tan fea por dentro, por fuera si.
Subimos las escaleras, me dio un recorrido por toda la casa, y una vez más, algo llamo mi atención.
Solo había dos puertas que yo pienso que eran de recámaras.
-¿Que no vives con tus padres?-pregunté.
-No- Me contestó muy en seco.
-Vivo solo-Me dijo.
No creo que viviera solo, ¿Si no porque habría dos cuartos en la casa? Ahora si me anime a preguntar.
-¿Entonces con quien más vives?-le dije.
-Pues...es solo... es solo un cuarto para invitados.-dijo, tratando de acabar con ese tema de conversación, me pareció muy extraño, no parecía seguro de lo que decía.
El se distrajo, y no pude evitar acercarme a aquella puerta y tomar la manija. Estuve a punto de darle vuelta hasta que me di cuenta de que tenía seguro, y en ese momento, Alexander volteó, tenía una cara con una expresión un poco enojada y un tanto desesperada. Fue corriendo hacia mí y me tomó de la muñeca muy bruscamente.
-¡Jamás vuelvas a hacer eso! Esa puerta nunca la debes abrir, no es de tu incumbencia lo qué hay dentro.¿Está claro?-Me gritó.
-Si-le dije desesperada.
Quise salir corriendo de la casa hacia mi auto,por el susto que me había causado ese grito, y su carácter enojado.
-Alex, tengo que irme.-le dije.
-Esta bien.-dijo un poco más calmado.
Me dio un beso en el cachete y después salí al auto.
Me dirigí a mi casa, pero no podía dejar de pensar en que era lo que escondía Alex en ese cuarto para que lo protegiera tanto, tendría que haber sido algo muy importante, especial, no lo sabía, y supongo que no lo iba a saber nunca.

Las siguientes dos semanas pasaron como si nada raro hubiera pasado entre nosotros. Hasta qué algo horrible sucedió. Mi compañera de clase, Jules, había faltado a clase ya 9 días seguidos, la policía hizo una búsqueda, pero aún así, no volvimos a verla, había desaparecido. Lo raro era que también Alexander había faltado los mismos días que Jules había faltado. Tenía miedo de que Alex estuviera involucrado en la desaparición de Jules que fue tan repentina. Alex se había comportado muy raro los últimos días hasta que se fue y desapareció. También la policía había hecho una búsqueda para encontrarlo, pero tampoco había aparecido.
Después pensé: Alexander había estado viendo de manera muy extraña a Jules. No me gusta pensarlo, pero...¿Será que Alexander tenía algo que ver con que Jules haya desaparecido?

¿Qué pasó con Emma?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora