Capitulo 5

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~ TodoBaku alert ~

Habían pasado casi 5 años desde la primera vez que entablaron una conversación y por supuesto, las cosas no eran como antes. La relación de esos tres era bastante llevadera. Mientras que Todoroki era el que mantenía a raya las acciones de Bakugo, Deku lo calmaba para que no colapsara. Podría decirse que era una relación simbiótica aunque cada uno, a su manera, mantenía distancia. Nunca imaginaron que algún día les tocaría compartir casa o aún peor, habitación. Estaba claro que Deku no se vería afectado, puesto a lo sucedido, pero ambos mayores se mantenían apacibles. Sin pelear, como adultos que eran.
- Oi, helado de fresa... - El nombrado giro su rostro y con una expresión fatal, contestó.
- ¿Si?
- Pero que cosa horrible.
- ¿Que quieres Bakugo? - Dijo pesadamente.
- Se supone que ahora te estarías bañando con Deku.
- Si, pues al final decidió comportarse como un niño grande, ya verás... - Continuo acomodando las sabanas.
- Ese Deku no es más que un simple mocoso.
- Ajá...
- Ey, esta claro que yo dormiré en esa cama ¿No?
- No jodas Bakugo, estoy harto. Cómo si fuera poco trabajo hacerse cargo de un niño, me tengo que hacer cargo de dos.
- ¿Que quieres decir con eso mitad-mitad? - Se acercó amenazante.
- Que pongas algo de tu parte, maldita sea.
- Mírame aunque sea. Maldiciendo así... - Cada vez estaba más cerca.
- Si te mirara, no podría terminar con esto. - Acomodo las almohadas.
- ¿Sabes que te quedaría bien?
- ¿Que...? - Pregunto sin más.
- Un traje de sirvienta.
- Bakugo, Bakugo... - Río en silencio. - ¿Realmente crees que yo sería tu sirvienta? - De un momento a otro, ya se encontraba sobre el menor. - ¿Me crees tan dócil como para hacer de mi lo que quieras? - Suavemente acarició su rostro. - Creo que no me conoces lo suficiente. - Y una sonrisa ladina brillo en su rostro provocando en el rubio un leve rubor. - No va a volver a pasar. - Finalmente, lo dejó tirado para continuar con sus quehaceres.
- Tsk, maldito bicolor.

- ¡Sho-chan ya estoy!
- Te llama la rata, dos caras. - Gruñó al escuchar los gritos de Deku. - No entiendo qué quieres... - Y de golpe, azotó la puerta del cuarto.
-

¿Que le pasa a Kacchan? - Sin dar muchas vueltas, Deku salio con una toalla sobre la cabeza y para su cuerpecito gotas de agua. Repentinamente aparecio un enorme rubor en la cara de Todoroki que al instante cubrio con sus dos manos. - Sho-chan si te congelas la cara te vas a enfermar. - Hizo puchero. - Esperame aquí, me voy a vestir. - El bicolor asintió dos veces y frente a su entumecido cuerpo se cerró la puerta de aquel único baño.
Pasó el rato y ahora Deku se encontraba pasando el tiempo con su aclamado amigo de la infancia. Fue entonces cuando Todoroki aprovechó para ocupar el baño.

No puede ser que un niño me ponga así. Tiene sentido que Midoriya lo haga, pero no su versión pequeña. Diablos. Para colmo tengo que compartir habitación con ambos. ¿Qué se supone que haga con Bakugo? Desde aquella vez, no me da ni un respiro. Necesito que Midoriya vuelva a la normalidad para acabar de una vez con esto. Si, eso es. ¿Tendra alguna de esas revistas? Argh, que estoy pensando. Ya debería salir de aquí.
- Jo... - Tenia que aparecer justo ahora. - Oye dos caras... mira lo que encontré. - No puede ser. ¿De donde los consiguió? ¿Realmente son de Midoriya? - ¿Quieres saber los gustos de ese pequeño bastardo?
- ¿Dónde esta Midoriya? - Le pregunté de manera fría para que no notara mi conmoción.
- Se durmió en el sofá. - Frente a frente como aquella vez... Tengo que negarlo. Voy a negar...
...
- Tardaste mucho, maldición. - Separó sus labios del bicolor. - Quiero intentar hacer esto. - Cubriendo su rostro, extendió la revista hacia los ojos del otro. Realmente ni el sabía lo que estaba haciendo. Si bien tenía agallas como para decírselo, no podía mirarlo ni siquiera de reojo. Era una de las pocas cosas que el rubio consideraba vergonzosas y totalmente imposibles.
- ¿Ah? - Se apoyó en el marco de la puerta. - ¿Qué de todo eso? -  Todoroki definitivamente disfrutaba ver a su compañero de esa manera y aunque le costaba admitirlo, había algo en él que siempre que lo provocaba terminaba cediendo. Sea rápido o lento, cedía. Y esta vez no seria la excepcion. - ¿Que tal esta de aqui? - Señalo una hoja indiferente. - O acaso te arrepientes. - Con su típica sonrisa, lo fulminó con la mirada.
- Q-que miras maldito, como si fuera a arrepentirme.
- ¿Mmm...? - Lo siguió mirando. Sabía cuando el rubio se guardaba algo y claro que quería saberlo.
- Es que nunca llegamos tan lejos...
- ¿Eh...? - Interesado, se acercó al menor manteniendo aún su candente mirada. - Pero la última vez lo disfrutaste.
- Calla perra. - En un intento de salvar su orgullo, Bakugo se alejó del agarre del bicolor.
- La perra serás tu... y vaya perra. - Los papeles habían cambiado. Ahora la iniciativa le pertenecía a Todoroki. Fue en ese momento, aquel maldito momento en el que perdió cualquier milésima de control. Y es que tenía la mejor vista de todas. El calor lo sofocaba. Necesitaba el tacto de aquellos labios. Aquellos labios que indefinidamente lo seguirían buscando. Y esa lengua... esa que bailaba a su ritmo. Cada vez más profundo, más placentero. Mezclando sus respiraciones una y otra vez, seguido del comienzo de un leve toqueteo. Suspiro tras suspiro... hasta llegar al auge de sensaciones. Y reiteradamente volvió a ocurrir. Un electrizante cosquilleo surgió de sus labios recorriendo cada extremidad, cada insignificante célula. Fueron los instintos de Todoroki los que lo impulsaron a continuar su cometido y poco a poco, lentamente, fue desgarrando las prendas. Deleitandose con la vista que su compañero le ofrecía.
- Todo...mmh. - Marca tras marca, el cuerpo de Bakugo se teñía de moretones. Todo iba bien, todo iba más que perfecto. Pero estaban en medio del pasillo, en casa ajena... Haciendo de las suyas.
- Sho-chan, Kacchan. - Junto a la puerta que conectaba a la sala, Deku, con los ojos llenos de lágrimas y un tono mas que llorón, reclamante; continuó. - Yo también quiero jugar. - A lo que en un intento de ocultar lo que hacían, Todoroki cubrió de hielo el pasillo que los unía. - No es justo Shoooo-chan... iiiiiiii.
- Tsk. - Se quejó el rubio que sin muchos rodeos tomo lo que quedaba de su ropa y se fue al cuarto. Por otro lado, Todoroki no paraba de cuestionarse todo lo que había pasado. "¿Que debería hacer ahora?" Pensó.



Y les juro que no les miento, me costó un huevo escribir este capítulo. Pero bueno, al fin lo termine.

Mundos Paralelos - BakuTodoDekuWhere stories live. Discover now