Capítulo 18 - Parte II

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Hiperión aun estaba convertido en aquel gigantesco monstruo de fuego con garras enormes, alas como las de un murciélago y cuernos en su cabeza. 
Había creado nuevamente una bola de fuego y la lanzó en dirección a Belén. Ni bien esta aterrizo en la tierra, la joven salió dispara por los aires y aterrizo en el suelo fuertemente torciéndose la muñeca. 
Las lágrimas salían de sus ojos, el dolor era intenso y no solo por su muñeca, sino porque tenía el cuerpo lleno de quemaduras y moretones. No había podido lograr lastimar a Hiperión ya que le era imposible con aquella forma que había tomado. Una bola de energía no le causaría ni el mínimo daño. 
El enorme Titán se estaba riendo de su víctima que no prestó atención cuando alguien de dentro de los árboles apareció.
Belén abre sus ojos y distingue entre las lágrimas la silueta del cuerpo de Hope. 
Belén: ¡Hope! —Consiguió decir. 
La joven ríe un poco pero siempre está pendiente de que aquel enorme monstruo de fuego no la vea.
Hope: Creo que no te falta mucho —Sonrió. 
Belén: Por favor, ayúdame —Las lágrimas comenzaban a salir nuevamente de sus ojos. La voz se le quebraba, no quería morir quemada, no lo quería. 
Hope: ¿Ayudarte? —Se mostró sorprendida—. Tú me robaste a Justin —Su rostro se torna serio de un momento para el otro—. Muerte perra —Y sale corriendo de allí antes de que Hiperión logre verla. 
Belén: ¡No por favor! —Intentó ponerse de pie pero sus quemaduras le dolían demasiado. Sus manos le temblaban. Solo pensaba que si tenía que morir, que lo hiciese antes de morir quemada. 
La joven sintió aquel ruido de llamas al arder. El Titán estaba creando nuevamente una bola de fuego y definitivamente esa sería la que la mataría. Bajo su cabeza hasta pegar su mejilla con la tierra fresca y continuo llorando. Lo único que pasaba por su cabeza en esos momentos eran recuerdos de Justin, ¿Qué será de él en aquellos momentos? No lo sabía, pero lo único que quería era que lograra salir de allí con vida, le deseaba lo mejor. Ella nunca se iba a olvidar de él y esperaba que él tampoco lo hiciese… pero no quería que su recuerdo afectase su vida por eso rezo porque encontrase a una chica con la que pueda ser feliz y crear una familia. Lo único que deseaba era que el fuese feliz porque si él lo era, ella también lo sería.
Hiperión: Eres una joven hermosa… que lástima que tengas que morir — Con un simple movimiento de sus brazos, las llamas en su cuerpo crecieron el doble pero poco a poco se iban haciendo más pequeñas hasta que de dentro de estas una figura humana apareció. 
Belén se acurruco a si misma esperando el momento en que las llamas carbonizaran su cuerpo pero eso no sucedería. Su espada de plata estaba tirada en el suelo a un par de metro de dónde ella se encontraba, el temible Titán la toma entre sus manos y nota un olor peculiar en ella, la acerca a su boca y pasa su lengua por la afilada hoja.
Hiperión: Kénato —Primero se mostró molesto pero luego cambio ese sentimiento por uno más alegre—. ¿Sabías que las espadas con Kénato son mortales? En especial cuando son atravesadas en los puntos débiles.
Belén mira al Titán quien se encontraba justo encima de ella. Siente como con su pie hace que quede boca arriba y por alguna razón se sentía desprotegida. Ve con sus ojos cafés como la afilada espada se acerca hasta su cuello.
Hiperión: Despídete, princesita —Acumuló toda su fuerza en su brazo y estaba dispuesto a atravesarle el cuello por completo cuando una enorme ráfaga de viento hizo que saliese despedido hasta toparse con el tronco de un árbol, el cual, derribó por la gran velocidad a la que venía. 
Belén no podía creer que Justin estuviese allí y haya salvado su vida. 
De dentro de las astillas sale el temible Titán. Estaba completamente furioso y hunde sus ojos, los cuales, se habían tornado de un color rojizo, sobre el cuerpo de Justin.
Hiperión: ¡Tú!
Justin: Si intentas hacerle daño de nuevo juro que te mataré—Amenazó el joven.
El Titán comienza a reír, le causaba mucha gracia lo que estaba oyendo.
Hiperión: ¿En serio crees que puedes matarme?
Justin: Todo por proteger a la persona que amo.
Hiperión: Oh, que tierno —Extiende abruptamente su mano y de esta sale despedida una bola de fuego la cual impacta en el pecho de Justin haciéndolo volar hasta caer al suelo.
Belén: ¡No! —Chillo la joven.
Hiperión: Ahora, ¿En qué estábamos? ¡Ah sí, estaba a punto de asesinarte! —Vuelve a tomar la espada de Belén.
Hope, quien se encontraba a unos pocos metros de dónde estaban ellos, había vuelto al escuchar la voz de Justin y comenzó a correr cuando escucho el grito que este pego cuando la bola de fuego impacto en su cuerpo.
Justin abre sus ojos, solo estaba un tanto aturdido por el golpe en su cabeza pero por fortuna estaba bien, la fuerte coraza de bronce había absorbido todo el impacto del fuego.
Con mucho esfuerzo logra ponerse de pie y ve como Hiperión echa a correr con la espada de plata en mano y sabía que esta se dirigía hacia el cuello de Belén.
Justin: ¡No! —Gritó y corrió en dirección al cuerpo de Belén que se encontraba en el suelo.
La joven estaba acurrucada en el piso y siente como el cuerpo tibio del joven se posa encima del de ella, protegiéndola.
Justin: ¡No te dejaré morir!

THE OLYMPIANS El Cetro de Cronos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora