04 [|Especial|]

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[|Leerás Esto bajo tu consentimiento , si tienes algún inconmeniente mejor retirate de aquí y pasa a otra historia.|]

[...]

En una de las más viejas habitaciones del abandonado hospital, se encontraban las dos prostitutas favoritas del narcotraficante más conocido de Corea.

¿qué por qué estaban allí?, por el simple hecho de que las dos mujeres estaban en pleno momento de parto.

Ellas no querían parir a esos bebés, porque saben lo que les pasará, pero no podían evitar nada.

Luego de unas horas , los bebés nacieron.

•En otra habitación•

—Señor.  –una mujer de unos 63 años apareció en la que, antes era una oficina de médico, para informar a su jefe del nacimiento de sus hijos. —Los bebés acaban de nacer.

—Heeyoon. –dijo firme el hombre que se encontraba de espaldas en la silla negra. — Ya sabes que hacer con esas dos escorias, matalas, vendelas, lo que quieras pero, que desaparezcan de mi vida.

La mujer miró sorprendida a su Jefe.

— C-como usted diga, señor Lee.

La mujer salió de la vieja oficina y se dirigió a la sala donde estaban las mujeres.

Entró y las vio amamantando a los bebés , entró rápidamente y les dijo a los guardias que le quitaran los niños. Y tal como les ordenaron , los guardias arrebataron a los pequeños de los brazos de sus madres.

— P-por favor... n-no -rogó una de las mujeres queriendo tener a su bebé cachetón de nuevo.

— Mira, puta barata, tú nunca debiste embarazarte sabiendo las consecuencias. –dijo la mayor , dándole una bofetada a la chica.

De pronto se escuchó un fuerte golpe y la puerta se abrió bruscamente.

— Ya lo decidí. –digo refiriéndose a las jóvenes chicas. — Agarran a esas basuras y las desaparecen, no quiero saber cómo o donde, cuando vuelvan no las quiero ver con esas cosas. – dijó sintiendo asco y pena al ver a los bebés. — Y si intentan escapar , las encontraré y las mataré con mis propias manos.

Luego de eso salió seguido de sus guardaespaldas. Las mujeres tomaron a los bebés en brazos y como pudieron se levantaron y salieron por la puerta.

[|Dos horas más tarde.|]

Las dos amigas caminaban por las frías y solitarias calles de Seoul , buscando algún lugar donde dejar a sus hijos, no querían , lloraban por tener que abandonar a esas hermosas criaturas pero, no tenían más remedio que acceder a los que se le ordenó.

Vieron a lo lejos un orfanato o eso pensaron que era. Escribieron dos cartas cada una y luego las dejaron en la caja donde se encontraban los dos bebés envueltos en mantas por el frío.

Lloraron mientras dejaban un beso en sus cabecitas.

Los cubrieron con las mantitas a los pequeños bebés, que dormían plácidamente. Los dejaron en la puerta, tocaron el timbre y se fueron corriendo sin mirar atrás.

Castigo •yoonminkook• | three-shot + Special|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora