Boda entre lobos

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No tenían mucho de haberse quitado de Forks para presentar sus exámenes y ver que ser sobrenatural estaría aterrorizando Beacon Hills; tal vez unos dos meses o tres; Porque ellos eran así de preocupados por todo lo que sucedía a su alrededor. Stiles había recibido la noticia de que Jacob se iba a casar, casi salto de la emoción cuando Derek le dijo la buena nueva. Entonces se les ocurrió regalarle algo a los chicos, algo que representará lo mucho que ellos los querían y la suerte que les deseaban. Porque muy en el fondo le caía bien el clan de vampiros, aunque Jasper pareciera a punto de saltar a su yugular para perforar la con sus dientes.

—¿Y qué opinas de este?—cuestiono con la voz delgada y emocionada—yo creo que se vería muy bien en la mano de Jake.

—¿Por qué tenemos que discutirlo?—pregunto por décima vez por lo que iba en la tarde.

—¿Por qué sigo contigo?—le miró con una cara de pocos amigos.

Todo mientras se acercaba ha Isaac para hablar sobre los anillos, Derek era el padrino de anillos; cosa que nadie sabía, ni el mismo Jake hasta este día, donde llegarían a Forks para pasar tres días en la casa antes de la boda. Querían ver qué tal estaban y sorprenderlos con su regalo.

—¿Qué opinas?—sonrió con amabilidad hasta el chico de rulos.

—Yo creo que es lindo... Mamá—la palabra se deslizó por sus labios de una manera natural.

Stiles rió con una dulzura inexplicable, entonces Derek se le quedó viendo al chico de manera analítica, porque le sorprendió que el Beta pudiera decir aquello. Entonces todos los recuerdos de le hicieron algo confusos al ver a su primo favorito caminar hasta el altar con un traje elegante.

Recordaba estar hasta hace unos días a lado de Stiles comprando un hermoso anillo de oro con algunas incrustaciones de diamantes y el grabado de un trisquel. Aunque Stiles había estado pidiendo uno más simple, sencillo y que sabía que a Jake le gustaría. Era de plata  con el grabado de la Triqueta y el nudo Perenne. Entonces el igual se había enamorado, porque su pareja se lo pidió. Ya le resultaba totalmente aburrida la boda si se ponía a pensar en algo que había pasado hace poco.

—¿Les dijiste que significaba?—la voz en susurros de Stiles le hizo prestar atención. Era el padrino de la boda, debía comportarse.

—nego con la cabeza mientras le sonreía al chico de lunares—no, no los han visto.

Eran parejas destinadas cuando el lazo se hizo lo suficiente fuerte el adquirió algunas ventajas de los hombres lobo, como el súper oído y los ojos de Alpha. Aquello aterraba hasta los Betas, porque cuando había ojos rojos no daba vuelta atrás.
Se concentraron en la boda cuando Alice los observó a los dos y les mostró levemente los colmillos. No se había pasado alrededor de un mes y medio preparando el ambiente, haciendo invitaciones lo más rápido posible para que ellos dos se dispusieran a ignorar la hermosa ceremonia que tenía lugar en el arco de flores; que había reutilizado de la boda anterior de Edward.

—¿Qué pasa?—la voz de Jasper le hizo mirarlo, haciendo un pequeño puchero.

—Esos dos están arruinando la boda—se cruzó de brazos intentando no hablar lo suficiente alto para interrumpir el discurso del juez.

—Calma cariño—la abrazó con cuidado pegandose a ella—están inquietos, lo mismo que Seth y Alec—señalo a los chicos que no parecían capaces de dejar de coquetear aún en la distancia.

Ella se relajo abrazando al vampiro con cariño. Estaba de acuerdo en que los momentos en aquella boda molestaban y cansaban. Pero ver a Jake con su camisa blanca de mangas largas, el pantalón gris que le sentaba de maravilla con esos tirantes de la misma tonalidad lo hacían un deleite para la vista. Ese corbatín tan encantador, en verdad que la ropa le quedaba preciosa, y ese fino saco gris que estaba totalmente hecho a la medida, había dejando babeando a más de un invitado.
Alice había escogido a conciencia y perfección la ropa de su cuñado.

Desde el crepúsculo hasta el amanecer.Where stories live. Discover now