Nueve - Parte 2

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Parte 2

Ambos terminamos nuestra comida, y el tema de la conversación se volvió algo menos profundo de lo que era antes. Ambos reímos con todos nuestros pulmones sobre lo estúpidos que éramos cuando éramos niños, recordando todas las memorias que hicimos juntos. La risa fue muriendo poco a poco como una puesta de sol deja un cielo oscuro.

"¿Puedo hacerte una pregunta?" Dice después de un momento de silencio.

Miro en su dirección, por encima de los platos vacíos y las galletas de la fortuna abiertas. "Dispara."

"Me vas a odiar por preguntarlo, eh." Me avisa.

Mi corazón mi corazón se encoge un poco, insegura del motivo de su curiosidad.

"Simplemente pregunta." Le urjo.

"¿Por qué vas al orientador?"

Un sentimiento raro me sobrecoge. Hay algo de Aiden que me hace querer abrirle mi corazón, y contárselo todo. Él ha sido tan amable y abierto conmigo, que quiero hacer lo mismo con él.

"Porque estoy clínicamente depresiva y ellos dicen que esto hará las cosas más fáciles. Sin embargo a mi me parece una mierda, no me gusta hablar de mis problemas." Lo digo tan sinceramente que se sorprende un poco de haber obtenido una respuesta de mi parte.

Por un momento creo que no sabe qué responder, pero entonces habla. "Es una mierda."

"¿Qué hay de ti?" He supuesto que es un problema con la bebida, pero puede que haya más.

"Si te lo dijera, tendría que matarte." Sonríe, no alberga ni humor ni felicidad.

"Mátame, no me importaría morir." Bromeo pero me arrepiento instantáneamente. Sé que no debería nunca bromear sobre ese tipo de cosas y él tampoco se lo toma bien.

"No digas mierdas así, Flo." Suelta, y es la primer a vez que veo a Aiden ligeramente molesto.

Él, que estaba apoyado contra la pata de mi cama, se levanta, llevando nuestros platos y cubiertos con él hacia el lavabo. Abriendo el grifo de agua, empieza a lavarlos. Llego a donde él se encuentra y pongo mi mano en su brazo en un intento de pararlo.

"No tienes que hacerlo, friego yo." Digo, pero en lugar de eso, empuja mi mano suavemente con un movimiento de brazo y continua.

"Aiden, en serio, déjame." Digo otra vez, esta vez buscando sus manos.

De repente, suelta los platos contra la cerámica del lavabo y ellos caen con un fuerte 'clank'. Después se gira hacia mi hasta que mi cuerpo está atrapado entre la encimera de la cocina y su alta figura, nuestras caras están separadas por escasos centímetros una de a otra. Sus ojos miran profundamente en los míos, buscando algo. La aceleración del latido de mi corazón provoca que mis mejillas se sobrecarguen de sangre, lo suficiente como para avisarme de que están rojas.

No puedo pararlo y tampoco puedo decirle que no. No tengo miedo, aunque tampoco me siento completamente cómoda. ¿Qué hago si quiere besarme?

"Aiden," Digo, prácticamente por debajo de un susurro. Mi voz se entrecorta.

Da un paso lejos de mi pero aún mantiene el contacto ocular.

Creia que me sentiría aliviada, ¿no es la proximidad lo que me hace sentir nerviosa?. Sin embargo, quiero que se acerque a mí. Aún así, cuando cierro mis ojos, solo puedo pensar en Jake.

No es Jake el que está frente a tí, es Aiden, me recuerdo a mí misma.

Al que deseo ahora mismo es Jake. A quién quiero ahora es a Jake. ¿Pero entonces por qué quiero abrazar a Aiden? ¿Por qué quiero que dé el paso otra vez hacia mí?

¿Qué te pasa Flo?

"Nunca digas algo así otra vez, ¿esta claro?" Dice bajito. "Tú no sabes cuánto significas para mucha gente. Si algo te pasara..." Sin terminar su frase, cierra los ojos unos pocos segundos antes de mirar de nuevo al suelo.

"Te llamaré después." Añade, justo antes de girar sobre sus talones y caminar hacia la puerta.

Aunque no estoy pensando con claridad, creo, mis piernas me llevan tras él antes de que sea capaz de llegar a la puerta. Estiro de su hombro y el gira para encontrarse frente a mí. Honestamente no sé lo que estoy haciendo, pero en cuanto veo su cara, deslizo mis brazos alrededor de su cuello y presiono mi cabeza contra su pecho.

Durante unos segundos, su cuerpo esta rígido en shock y sus brazos a sus lados, sin devolver el abrazo. Pero rápidamente se ajusta y me abraza de vuelta, enrollando sus brazos tras mi espalda para acercarme más a él. Él es el primer chico que he abrazado desde el incidente hace dos años, aparte de mi padre, claro. Aunque pensé que sería mi peor pesadilla, encuentro comfort en su abrazo ahora mismo.

The Boxer and I - Spanish VersionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora