CAPITULO VII

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- ¡Espere! - grite y le tome el saco para detenerle.


Él se quedó parado dándome la espalda y sin mover un solo musculo, yo de igual manera me quede sin movimiento y sin habla. Hasta ese momento fue cuando note lo estúpido que había sido al detenerle y en ese momento me pregunte en que estaba pensando al detenerle, tal vez me quería asesinar y yo estaba cayendo directo en su trampa, solté su saco y agaché la cabeza la un poco asustado, un poco confundido, pero un poco intrigado.


Me quede no se cuanto tiempo ahí parado pensando en que estaba haciendo y en que le podía decir a aquella persona tan misteriosa y atrayente, cuando por fin quería hablar alcance a ver al señor Nikiforov caminando hacia a mí y cuando gire en dirección del ladrón el había desaparecido.  Me quede ahí parado, buscándolo desesperadamente con la mirada pero fue inútil.


Llego el señor Nikiforov y me tomo la mano jalandome hacia la otra dirección entre la multitud y de reojo alcance a ver como aquel hombre se dirigía a la salida.


Pasaron las horas y la gente seguía bailando y la música muy animada, como yo no acostumbraba estar en fiestas y menos andar en tacones tan altos, me despedí de algunos de mis invitados y me dirigí a mi habitación.


Estaba muy cansado, cuando llegue a mi habitación cerré la puerta, bote mi antifaz en la mesita de noche y comencé a desatar los listones de mi vestido. Estaba a punto de prender una lámpara cuando vi una sombra en la orilla de mi cama, me quede inmóvil por dos segundos y después quise gritar, pero aquella sombra corrió tirándome en la cama y tapando mi boca, intente luchar por unos segundos, entonces note que él no hacía nada, solo estaba sobre mí, me quede quieto y el me soltó la boca


- ¿Quién es usted? - Pregunte nervioso a punto de llorar. 


Aquella persona no dijo nada, solo quedo en silencio posada sobre mi hasta que se retiró el sombrero y poso su cabeza en mi pecho, mientras que con sus manos me tomaba la espalda desnuda y me abrazaba dulce y gentilmente, yo estaba muy asustado y tan nervioso que no podía moverme, solo podía limitarme a sentir su respiración en mi cuello y como subía de a poco hasta que poso su cabeza en mis hombros absorbiendo mi cabello con sus narices


- ¿Qué... que está haciendo? - tartamudee mientras mis ojos se comenzaban a inundar en lágrimas.

El miedo se estaba apoderando de mi cuando bajo su mano y subió lentamente mi vestido tocando mis piernas y subiendo de a poco, las acariciaba en su totalidad... me tomo de los hombros y bajo mi vestido dejando mi pecho totalmente expuesto, en mi cabeza solamente pensaba que había llegado mi fin, hasta que de pronto la puerta se abrió.


- ¡Viktor! - grite desesperado y con los ojos llenos de lagrimas


- ¿Qué está pasando aquí? – Grito al tiempo que entraba a la habitación y la puerta se cerraba tras el - Suéltalo- grito el señor Viktor y se abalanzo contra aquel hombre.


Comenzaron a forcejear contra los muebles, mientras yo intentaba prender una lámpara para poder hacer más visible la escena y correr a pedir ayuda, no sabía que estaba pasando... solo alcanzaba a ver sus sombras golpeándose y cosas rompiéndose, los nervios me traicionaban haciendo mis manos más torpes de lo que realmente eran y mis gritos eran ahogados por la música que se escuchaba en toda la casa de pronto un horrible grito se escuchó en la habitación, La ventana del balcón se abrió y hubo un silencio aterrador.


- ¿Señor Nikiforov? -dije asustado y con más prisa y nervios intente prender la lámpara hasta que lo logre...En aquel momento si hubiera podido dejar la lampara apagada por siempre hubiera sido lo mejor ya que solo la encendí para ver la más horrible escena, ahí en el piso yacía el señor Nikiforov con su mano en el estómago y un gran charco de sangre.


Corrí a su lado y lo tomé de la cabeza subiéndolo en mi regazo y una lagrima se escurrió por mi mejilla.


- Ot... Ot...k- pronuncio


- ¿Qué? - dije entre llanto y lo miré impresionado


- Ot...- Y esa fue la última palabra que pronuncio antes de caer en un sueño eterno...


Después del funeral me encerré en mi habitación y mientras lloraba recordaba al señor Nikiforov y abrazaba una prenda suya... No había llegado a amarlo, pero yo sabía que con el tiempo y con todo el cariño que él me ofrecía, caería rendido a sus pies... cerré mis ojos y recordé aquella fatídica escena de él en el piso de mi habitación con la mirada perdida.


<<< Fue... Ot...>>>


¿Fue Ot? Ot... ¿Qué me quisiste decir con eso? ¿Quién es Ot?... Entonces empecé a recordar nombres, pero ninguno era Ot... ninguno a excepción de... El señor Otabek... ¿Otabek Altin?... 


- Señor Otabek... no... - dije entre lagrimas sin poder creerlo. 

La dama, el maestro de baile y ~La cantarella~ [Otayuri/ Omegaverse]Where stories live. Discover now