-Por favor, por favor no me dejes.- susurró contra mi cuello.

Suavemente la alejé de mí para secar sus lágrimas. Ella evitaba mirarme pero no era eso lo que quería. Me acerqué a sus labios, despacio, solo rosando en espera de que ella cierre el espacio faltante. Ella lo hizo. Me besó como si no fuera a hacerlo nunca más. Me beso, quizá, como no lo había hecho es todos estos días.

Camila tenía razón. La había alejado de mí pero estaba nerviosa y tal vez aquello mantenía mi mente ocupada y descuidé lo que realmente era importante para mí. Ella.

Suavemente terminé el beso y la miré. Sus hermosos ojos cafés ya no lucían tan tristes ahora.

-Te amo, Camz y es lo único que tengo por seguro.- ella intentó hablar pero la detuve.- No imagino mi vida sin ti. No puedo imaginarme amando a alguien más porque estoy tan jodidamente enamorada de ti….- ella sonrió y dejé que mi corazón hablara.- Tan jodidamente enamorada que quiero compartir el resto de mi vida contigo.-

Su expresión era de asombro mientras su sonrisa creía con cada segundo.

Me puse a su lado haciendo que ambas miremos al frente.

-Camz yo…-

De repente las luces del lugar se encendieron dando vida al pequeño parque de diversiones de mis padres. El tío vivo sonó empezando suavemente a girar, descubriendo las letras que colgaban de su techo. Camila empezó a leerlas.

-Estoyloca por ti.- leyó mientras el carrusel seguía girando.- ¿Te quieres… casar… conmigo?- pegó un grito al final del texto y tapó sus labios sin contener la emoción y las lágrimas que vinieron después. Suavemente se giró para mirarme. Yo estaba con una rodilla en el piso y mi mano sostenía lo que sería nuestra promesa de amor. -Camz, ¿te casarías conmigo?-

-¡Si!- saltó sobre mi para envolver mi cuello con sus brazos. -¡Si quiero!- dijo emocionada y segura haciendo que mi sonrisa crezca sin medida. Ella se alejo para unir nuestro labios en un beso corto y tranquilo. Besé su sonrisa y comprobé que esto era lo que quería para siempre.

Terminé el beso para tomar el anillo de compromiso de la cajita aterciopelada y colocarlo en el dedo de mi prometida. Dios, ella sería mi esposa!!

Sonreí completamente enamorada.

-¡Felicidades!- gritaron las chicas saliendo de sus escondites.

Camila y yo nos levantamos para corresponder a los abrazos que nos esperaban. Ellas estaban realmente emocionadas.

-¿Sabías que ella haría esto?- le preguntó a Normani con una sonrisa.

-Claro, ¿quien crees que decoró esto?-

Había olvidado decirles que el parque tenía pequeñas cadenas de focos blancos alrededor de cada atracción. El piso que dirigía al tiovivo tenía pétalos de rosas. Había muchísimos globos de helio flotando en el techo. Y una mesa para una cena, celebrando el mejor momento de mi vida junto a las personas que más quería. 

Ally se encargó de diseñar las letras del carrusel, Normani de la comida, mientras Dinah y yo nos encargamos de la limpieza.

Hacia años que no había vuelto a este lugar. Necesitaba estar limpio y listo para mi pedida de mano.

Papá posiblemente olvide la idea de mi destierro, al saber que ahora Camila será parte de la familia.

Aunque para mi, ella ya lo era. Era mi familia desde que decidimos estudiar y vivir juntas en Londres.

Ella era mi todo, incluso sin un anillo de compromiso en su dedo.

Ahora solo lo haríamos formal. Ahora podía decirle “mía” ante el mundo.

-¿Tienes hambre?- pregunté cuando las chicas empezaron a tomar asiento pero Camila se mantuvo en su lugar, sin despegar la mirada del carrusel.

-Seré tu esposa.- murmuró con una enorme sonrisa. Supongo que aun trataba de comprender las cosas.

-Así es.- dije mientras la abrazaba por la espalda.- y ya aceptaste, es tarde para arrepentimientos.- bromeé logrando que ella gire en mis brazos con una enorme sonrisa.

-Te amo, Lauren.- susurró colocando sus brazos alrededor de mi cuello. Coloqué mis manos en su cintura de manera instintiva. – Siempre he sido completamente tuya.- Dios, sus palabras eran como alcanzar el cielo. -y ahora tu serás mía.-

Me acerqué a su oído para susurrar lo que claramente era cierto, para ella, para mi y para el mundo.

-Siempre he sido tuya.-

Me alejé para mirar sus ojos. Ese jodido brillo en sus ojos que tanto amaba.

-¿Por siempre?-

-En esta vida y en las siguientes.-

Prometí segura de que ella estaría siempre en mi destino.

-Amo tus intensos ojos verdes…- murmuró con su mirada fija en mi.- hermosos ojos verdes que nunca han dejado de sentirse familiares…-

Terminé sus palabras con un beso que para nuestra mala suerte, no duró mucho.

-Hey, chicas.- llamó Mani tomando nuestra atención. -¿Vienen?-

-Adelante, señora Jauregui.- pedí a Camila mostrándole el camino.

-Me gusta como suena.-

-No tanto como a mi.- murmuré con una sonrisa victoriosa.

Había ganado el mejor regalo de todos.

Compartiría el resto de mi vida con la mujer que amo.

Deseaba que donde quiera que mi madre se encuentre, este orgullosa de mi.

Fin
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N/A: Gracias por su tiempo y sus palabras. Gracias por ser los mejores lectores. 🌷❤

Espero nos volvamos a leer, hasta entonces... nunca dejes de sonreir y no permitas que nadie robe tu felicidad 🍃

Hasta pronto 🌻

-Stefa

Te deje ir (Camren)Where stories live. Discover now