La Religión y La Política

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Para entender esta parte del cuadro cabe decir antes que, esto pretende diferenciar claramente «religión» y «política», y que por tanto no habla de una posición favorable o no a la religión, ni tampoco de lo que se deba hacer desde la política para la esta, sino que opina sobre la religión en la política con independencia de lo que pudiese ser como persona religiosa yo, y cada uno, es decir, no es una tesis ateista y tampoco religiosa, precisamente el objeto base del título es la distinción de ambas cosas, y la antipatía a que se observe como una sola y única cosa. Pensando que, la religión va de creencias y sentimientos, y la política de ideologías y pensamientos.

Esa es la principal distinción de ambas cosas, como dije, no manifiesta rechazo alguno a la religión, sino a la influencia de esta, ojo (en el modo impositivo/ impuesto) en la política, ya que resguarda y respeta sin ninguna duda el derecho a la opinión y a la postura política de cualquier colectivo religioso como componente de la sociedad así como cualquier otro colectivo de cualquier otro carácter o ámbito social con derecho a opinar en los asuntos generales de la sociedad de la que forma parte. La negativa va en sentido de poseer una religión que se imponga para el Estado y para los asuntos sociales a sentidos poco democráticos y respetuosos con las libertades individuales.

La política es una ciencia destinada al estudio y a la programación del desarrollo de la vida y la sociedad en todos sus aspectos colectivos, (de todos y cada uno en general) integrando en su participación a todos los integrantes de esa sociedad, personas, organizaciones y partidos con sus ideologías y creencias. Como un sentido en general de sociedad y un aspecto social. Mientras que, la religión es un pleno manifiesto espiritual individual y de algunos colectivos que sólo integra y compete a sus respectivos religiosos, por mucho y cual sea el número de religiosos en esa sociedad. Por tanto será decisivo cuando sea mayoría en esa sociedad, y además la decisión competa a cuestiones colectivas. (Ya que en cierto modo, no niego pensar sobre la calidad de justicia en que hayan aún mayorías en el aspecto social decidiendo sobre cuestiones totalmente individuales). Supóngase una sociedad que no apruebe el matrimonio gay, están un conjunto de personas decidiendo sobre un aspecto individual/colectivo como es una relación personal sexual y afectiva que no concierne al resto. Mientras que suponer que una institución desapruebe o prohíba derechos de un colectivo religioso en una sociedad mayoritariamente ateista sería un escándalo en todas sus formas, en lo mismo, un aspecto espiritual de un colectivo que ni concierne ni afecta al resto. (Como dije no niego, pero si dudo de su calidad de justicia de fondo). Por tanto respeta las mayorías políticas e institucionales, pero las mismas que deben ser respetadas por cualquiera, sin que pueda ponerse ningún colectivo minoritario sobre el resto con independencia de "en el nombre de".. que utilice para hacerlo. No abandona igual el carácter impositivo.

La Religión

La religión es una característica individual de cada persona, esto no quiere decir que dos personas no compartan una misma creencia o que no hayan quienes desarrollen una misma conducta en ella, pero la principal intención es tener claro el carácter espiritual de esta y la diferencia en cuanto al ámbito social, sólo quiere expresar una crítica a los malos resultados que ha obtenido el hecho de mezclar ambas cosas permitiendo que manipular la religión sirva para movilizar a las personas en aspectos políticos lejanos a la religión, por tanto toda crítica que pueda realizar es dirigida a algunos religiosos, a las personas que se atribuyen hablar "en nombre de", estos malos resultados son de quienes han hablado en nombre de la religión, y la han manchado, porque si hay otra cosa que he dicho es que "la principal discordia y rechazo a la religión, lo ha impulsado el hombre creyente y no los ateístas".

Porque así como en la política se manipula la palabra <pueblo> o <democracia> y está en boca de simples dictadores, en la religión, las personas hipócritas, y malas en cualquier aspecto encuentran en la palabra <Dios> que posee una imagen inigualable ante los ojos de los creyentes una vía para "hablar en nombre de" aunque en realidad sean todo lo contrario a lo que llevan en boca.

Así los dictadores encuentran en las frases o imágenes alabadas pero que retuercen el término perfecto y buscan entonces que ya la realidad no sea percibida como dos opiniones distintas (A – B), sino la opinión "antipueblo" (la del adversario) y "la opinión del pueblo o de la democracia" (la propia) porque de este modo consiguen que lo que es una postura u opinión <A> y una <B> se convierta en "una opinión errada" "y los del bien", intentando claro autoposicionarse como "los del bien" entonces todo aquello que dicen pasa a ser automáticamente bueno sin que quepa debate.

Algunos desde la religión han hecho exactamente igual, pero es que ¿Si Dios es en ti una figura tan alabada, en nombre de quién crees que te hablarán quienes tengan intenciones de amañar tu pensamiento? De lo bueno, porque es así como tiene que venderse el malo, como bueno, siempre lo han hecho. Entonces las personas que poseen un criterio social o una ideología específica, una opinión sobre algo, utilizan la figura que en ti en vista como buena para decirte qué piensa ella sobre eso, porque así no veras dos simples opiniones en debate, sino una opinión buena (la que quieren producir en ti), y una mala. 

Los Súbditos de la RepúblicaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang