¡Soy como tú! [Terminada]

•Capitulo 3•

-Lo siento. Son muy graciosos. Continúen, continúen.

-Preferiría que cierta malteñida dejará de fastidiarme. Ahora, cuéntanos de ti, Sky.

-Bueno... me estoy quedando a vivir en la casa de una amiga de mi padre y-

-¿Por qué?-Jade me interrumpió, curiosa.

-Porque mis padres viajan mucho y, para que no me perjudicara, decidieron que era mejor que me quedara en un lugar estable. Pero es solo hasta que termine la escuela.

-¿Y cómo hacías antes para estudiar?- preguntó Damien, igual de curioso que su amiga.

-Tenía una tutora y estudiaba en casa.

-Espera, espera, espera, ¡¿esta es tu primera vez en un instituto?!- ambos se veían asombrados.

-Am... sí, es mi primera vez aquí.

-Genial.-Podía ver brillo en sus ojos. Parecían haber descubierto un nuevo espécimen.

-Skyler. Toma. Me confundí y tomé tu libr-

-¡Ethan!- lo saludé al ver que se había frenado antes de entregarme mis libros.

-¿Se conocen?- Damien lo miró de reojo.

-Sí, es en su casa en la que me quedo.- las miradas de mis dos nuevos amigos se clavaron en Ethan. Este se removió incómodo en su lugar y luego me miró a mí.-Ah... gracias por el libro.-intenté zafarlo de la situación.

-¿Ah?- Ethan me miró confundido.

-El libro.- apunté el que llevaba entre sus manos.

-Ah... ¡Ah, el libro! Que tonto. Toma. Yo... yo voy a ir con mis amigos. Nos vemos luego. Yo... adiós.- tartamudeó todo lo que pudo y luego se alejó a paso acelerado.

-Okay... ¿Quién más cree que eso fue raro?- Mis nuevos amigos levantaron las manos mientras miraban por donde se fue Ethan.

-Le gustas.- Jade me sonrió con picardía.

-¿Qué?

-Que le gustas.

-Permíteme reírme. Eso es imposible. Nos conocemos apenas hace una semana. Creo que me odia más de lo que me aprecia.

-Estás loca, Jade.- Damien me defendió y yo lo apunté en señal de que estaba de acuerdo.

-Los locos son ustedes. ¿Nunca escucharon hablar del amor a primera vista?

-¿Amor a primera vista? Sí. En las películas.- Damien me chocó los cinco.

-Ay... cállense.- contestó Jade, guardándose una sonrisa.

-Vamos, se está por acabar el receso.- el morocho miró el reloj.

-¿Qué nos toca?- Jade suspiró, aburrida.

-Matemáticas.

-¡Mátenme!.

-¿Te puedo matar yo?