Capítulo 29

655 35 0
                                    

Arianna, una de las amigas que Emma había hecho durante todo ese tiempo en Kingston, se casaba mañana, y que fiestecita la que haría hoy por ello. Se había reservado todo el club más grande de toda la ciudad, solo para ella, sus invitadas y los strippers que llegarían esa noche.

[ 8:00 pm. Misma noche de la fiesta de Arianna ]

- Anímate, por favor, Ari me dijo que podía llevar a cualquier amiga que quisiera y tú no te puedes perder esto.

- No, no tengo ganas la verdad. Ayer discutí con Max y. . . no sé, quiero esperar a que él vuelva y primero arreglar las cosas.

- ¿Y perderte esta despedida de soltera? Vamos, coño. ¿Desde cuándo no te gustan las fiestas?

- No es eso, Emma. Ya te lo expliqué.

- A Max se le pasará.

- Es a mí a quién no se me ha pasado.
Emma puso los ojos en blanco.

- ¿Me pongo de rodillas? ¿Qué tengo que hacer para que vayas?

La puerta de la habitación de Max y Julie se abrió de repente. Ryan apareció de pronto, miró mal a Emma, pero esta solo corrió a abrazarlo.

- ¿Por qué estás tan emocionada por esa fiesta? – le preguntó él. - ¿Es por esos hombres que irán a bailarte? – a Julie se le escapó una risa.

- ¿Hombres? Ah. . . ¿los strippers?

- Lo mismo.

- ¿Estás celoso? – le preguntó la chica, abrazándole el cuello.

- Me da lo mismo, yo tengo más que ellos.

- Está celoso. – le afirmó Emma a Julie.

- ¿Irás? – le preguntó Ryan.

- No creo- contestó Julie – No tengo ganas.

- Sí irá. – replicó Emma. – irás, irás, irás aunque no quieras.

Julie negó la cabeza. ¡Pero qué increíble poder de convencimiento podía tener su mejor amiga! Hasta ya se lo estaba pensando realmente. ¿Por qué no ir? Necesitaba de esto. De una fiesta solo para chicas ¿por qué no? Además Max había tenido lo suyo anoche. Era su turno.

- Te lo estás pensando, ¿verdad? – le preguntó Emma, la conocía demasiado, sabía que faltaba poquísimo para que diera el "sí".

- Le avisaré a Max

- ¡Genial! La pasaremos fantástico, ¿eh, amor? – apretó una mejilla de Ryan, que le abrazaba la cintura, sin querer dejarla ir. – serán unas horas, y estaré aquí en menos de lo que esperas.

El escritorio empezó a vibrar, en el celular apareció la imagen de Julie sonriendo.

- Hola. - contestó él. No había hablado con ella en todo el día, y aún se encontraba trabajando, dejando todo listo para su renuncia debido a la mudanza que haría con Julie. Y no, no quería arreglar las cosas por una simple llamada telefónica, prefería invitarla a cenar, los dos solos, y así poder hablar mejor y después tal vez. . .

- Hola. – contestó ella. .- ¿estás ocupado? – le preguntó Julie. No quería decirlo, pero escuchar su voz era la mejor satisfacción que podía tener.

- No para ti, preciosa.

- Mmmm preciosa. . . - susurró Julie en un tono negativo.

- ¿No puedo decirte así?

- Aún no hemos hablado.

- Vale, tienes razón, preciosa. – recalcó de nuevo. Julie no pudo evitar sonreír. - ¿Me esperarías unos minutos? Termino con esto y. . .

SEDÚCEMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora