veintiuno

7.9K 1K 118
                                    

Cuando los tres salieron de la casa, YooJung no sabía exactamente a dónde ir. No tenía una casa propia y el dinero que su mamá le había dado no era mucho y sumándolo con el que tenía disponible, no es posible ir a hospedarse en un hostal.

YooJung sacó su celular y marcó el número de Jimin.

Le avergonzaba pedir ese tipo de cosas, pero no llegaba nadie más a su cabeza que él.

Él respondió al cuarto pitido.

—Jimin, necesito pedirte un favor enorme.—dice con la voz rota.

YooJung se sentía débil e indefensa. Solo quería romper en llanto. Su cuerpo, su rostro y su corazón dolía.

—¿Qué pasó, amor?—pregunta el chico con preocupación al otro lado de la línea. Había notado su voz quebrada y automáticamente había tomado las llaves de su auto.

—¿Podemos quedarnos en tu casa, por favor, Hyung?—Esta vez, era YooSung hablando. YooJung había cubierto su boca porque sentía que en cualquier momento rompería en llanto.

—Claro, ¿en dónde están? Los iré a buscar.—dice saliendo apresurado de su departamento bajo la mirada confundida de JiHyun.

—Estamos en el paradero cerca de mi casa.—responde el hermano de al medio.

—Llego en veinte minutos.—dice cortando la llamada mientras bajaba las escaleras de su edificios apresurado.

Entró al estacionamiento y partió como un rayo en busca de YooJung y sus hermanos. El viaje promedio a casa de YooJung era de unos treinta minutos, pero su preocupación era mayor y no le importaba pasarse unos cuantos semáforos en rojo.

Cuando llegó, vio a los tres sentados en el paradero. YooJung abrazaba a sus hermanos mientras miraba el suelo. Bajó del auto y se acercó a ellos.

—¿Qué pasó? —pregunta preocupado.—Suban al auto.

—Noona...—dice YooSung mientras aprieta la mano de su hermana mayor.

Y allí vio su rostro.

Sus pómulos tenían un color morado al igual que el borde de su ojo izquierdo, teniendo una gran mancha ocupando casi un cuarto de su cara y su labio tenía algo de sangre ya seca por el tiempo transcurrido mientras un moreton se asomaba por la esquina de sus labios.

—Yo...—dice YooJung sin poder hablar.

—¿Fue él?—pregunta tensando su mandíbula; estaba furioso y, si pudiera, iría a matar a ese hijo de su puta.

Vio a MinJung asentir en silencio, evitando mirarlo.

—Suban al auto, los llevaré a mi casa.—Y ellos asienten. Los menores se paran con sus cosas, pero YooJung no podía, estaba avergonzaba.

—Lo siento —dice cuando los pequeños se suben al auto en completo silencio.

—No es tu culpa, YooJung, sabes que estaré aquí para todo lo que necesites. —Su voz se volvió más dulce. Sabía que lo que menos quería YooJung era verlo enojado.—Vamos.—Y le tiende su mano, a lo que ella la acepta sin mirarlo.

El chico abre la puerta del copiloto y YooJung se sube para que luego él la la cierre. Rodea el auto y se sube al asiento del piloto, arrancando el auto.

El silencio se podía cortar con la hoja de un cuchillo.

_________________

Ya estoy comenzando a escribir el #4 :] Al final de este les diré con quien es juajuajauajua

He decidido actualizar todos los miércoles y sábados. Esto también aplicaría para los futuros libros si es que no hago los capítulos más largos o weas similares.

Gracias por leer, votar y comentar! ❤

Peace Out! xx

Sweet » Park Jimin [Types of Love #3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora