Después del ataque de Ultron, varios Vengadores deciden separarse e iniciar una nueva vida fuera de las batallas y las muertes. Pero el renacer de una amenaza los hará volver a juntarse y salvar el mundo.
Esta amenaza traerá con sigo a nuevos aliado...
–Vamos Buck, no le veo el problema –Opinó Steve y Bucky lo miró mal.
–Por favor Bucky, ya le he dicho que sí iría y no quisiera cancelarle ahora –Le suplique, él me miró analizando las cosas... Después de un rato suspiró rendido.
–Te quiero aquí a las 10 –Sonreí y lo abracé.
–¡Gracias!
Me separé y fui a mi habitación, eran las 5:30 "Tardé mucho en convencer a Bucky" Pensé mientras ponía los ojos en blanco. Empecé a alistarme; me puse un chaleco negro sobre una camisa azul, una falda negra, guantes y zapatos negros junto con una gargantilla que tenía un dije color escarlata. Lo sé lo sé, demasiado negro.
Cuando terminé tocaron la puerta de mi habitación, me acerqué y la abrí, era Damian. Llevaba un abrigo rojo sobre una sudadera negra y pantalones azules.
–Wow... Te ves muy linda –Dijo mientras me miraba al descaro de arriba a abajo y sonreía.
–Gracias... Tú... También te ves bien –Le sonreí mientras él soltaba una risa.
–De acuerdo, vamos antes de que tu amigo aparezca.
Reí un poco y salimos de la torre, tomamos un taxi y en eso mi teléfono vibró, era Bucky.
"Si te ocurre algo o ese idiota intenta sobrepasarse llámame e iré a recogerte, ¿de acuerdo?"
"Tranquilo si algo ocurre te llamaré, no te preocupes. Adiós, te quiero."
Guardé mi celular y el auto se estacionó. Bajamos y entramos en un carnaval, siempre quise venir a uno; son muy divertidos y encuentras todo tipo de cosas extrañas.
–¿Te gusta? –Me preguntó mirándome.
–Claro, siempre quise venir a un lugar como éste –Le dije y sonreí, él solo apartó la mirada.
Nos adentramos más y nos acercamos a un juego que se llamaba "Prueba tu fuerza", qué originales. Damian tomó el enorme maso y golpeó haciendo que el medidor se elevara considerablemente, me miró y yo negué, él sonrió con cierta burla.
–¿No quieres ver qué tan fuerte eres?
–Sabes que soy más de usar la mente que la fuerza –Le sonreí y él negó divertido entendiendo a qué me refería.
Nos acercamos a otro juego, éste era uno de esos en los que ganas un premio si derribas o golpeas cierto objeto. Empezamos a jugar y logré derribar muchos, al igual que Damian.
Una niña se quedó observando el premio que habíamos ganado con ojos de deseo, Damian la miró por un momento y después le tendió el juguete, ella sonrió emocionada y lo tomó corriendo donde estaban sus padres mostrándoles el juguete.
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