No Sin Ti

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Pov Caleb

Su mirada se encuentra perdida, su cuerpo está estático y su rostro contraído ¿ Que le habrá dicho su padre?  He podido escuchar sus gritos pidiéndole que huyera, que saliese de aquí, pero no se el por qué.

— Darya ¿ Que ocurre?  — estoy asustando, jamás había visto esta mirada en ella la cual esta ausente, mirando a un punto de la habitación sin pestañear — Darya — sus ojos lentamente conectan con los míos viendo como están llenos de lágrimas.

— Caleb vienen hacia aquí, tenemos que irnos — sus ojos  desprende miedo y angustia.

— ¿ Quienes...?  — agarro sus hombros con suavidad, acercando mi rostro al suyo.

— Las mafias y gente de esta maldita cuidad. Tus enemigos vienen a por ti — me alejo de ella, andando en círculos por la pequeña habitación, sintiendo opresión en mi pecho.

No se habían olvidado de mi, sino que estaba ideando un plan en mi contra, haciendo alianzas entre ellos para que no pudiera tener escapatoria. Siento impotencia por mi ingenuidad de pensar que perdonarían mi pasado, que olvidarían todas mis malas fechorías y me dejarían ser feliz al lado de Darya.

— Llamare a uno de mis hombres para que te saque de aquí lo antes que pueda, no consentiré que te pase nada por culpa mía. Le diré que te lleve lejos, fuera de la cuidad... — dejo de hablar cuando veo como su cuerpo abandona la cama para dirigirse a mi, quedando en frente mía.

— ¿ Y tu...? — su voz suena débil, entrecortada por el llanto que esta intentando retener.

— No te preocupes por mi — agarro sus mejillas entre mis manos — No hay tiempo, tienes que irte cuanto antes — niega con su cabeza mientras lágrimas se escapan de sus ojos.

— No me iré a ninguna parte sin ti. Si tu te quedas yo me quedaré a tu lado — junto su rostro en mi pecho, abrazado su cuerpo, besando su cabeza y acariciando su pelo.

— Pues entonces no queda otra opción — levanta lentamente su rostro, conectado nuestras miradas — huiremos de aquí, los dos juntos, lejos de esta ciudad — un suspiro de alivio sale de sus labios cuando escucha mis palabras.

Agarro su mano entre la mía para después salir a paso ligero del dormitorio, yendo hacia el garaje mientras mando un WhatsApp a mis hombres donde le informó de la situación que se avecina. Nos montamos en uno de los muchos coches que hay aquí, saliendo de allí en dirección a la verja principal, aquella que nos dará la libertad y el poder seguir con vida. Tecleo el código de seguridad que permite abrir la gran puerta metálica que nos separa del exterior, viendo como se va abriendo lentamente la verja.

— No tengas miedo. Saldremos de aquí y seremos felices — intento tranquilizar a Darya ya que su mirada está puesta al frente con auténtico pavor — nos iremos a Rusia y... — guardo silencio cuando observo como su rostro se va descomponiendo y como su mano apunta al frente.

— ¿ Que ocurre?  — su voz temerosa hace que deje de mirar su rostro para ver lo que está señalando.

La puerta de la verja se está cerrando. Vuelvo a introducir el código de seguridad en el mando para ver como se enciende un botón rojo que indica que ese código ya no es válido. ¿ Que cojones esta ocurriendo? Es imposible, ese código lo elegí yo, y lleva siendo el mismo desde que compré esta maldita casa.

— Voy a ver que ocurre, a lo mejor esta bloqueada por alguna rama de algún árbol y por eso no se abre — me afirma con la cabeza no muy convencida.

Me bajo del coche para acercarme hacia la verja , mirando cada mínima parte de ella, intentando descubrir por qué no se abre la maldita puerta. El sonido de una rama crujiendo hace que mire hacia atrás donde se encuentra Dimitri con el mando de seguridad en su mano.

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