La Caída De La Corona

14.9K 742 24
                                    

Pov Caleb

Muevo mis dedos nervioso en el cristal de la mesa mientras miro a Dimitri, viendo la seriedad en su rostro. Nos encontramos en mi despacho, los dos solos, ya que  solo confió en el para que me pueda ayudar ante esta situación. Necesitó volver a recuperar mi corona, por que solo así volveré a obtener el respeto y miedo de la gente de esta maldita ciudad y la podré mantener a salvo.

— Dimitri necesito tu ayuda — mi voz suplicante lo hace alzar la cabeza para mirarme.

— Serví a tu familia y ahora a ti, todo lo que este en mi mano lo haré — me levanto de la silla para situarme en frente de la ventana, con mis manos a mis espaldas y mi vista al jardín, mirando como una lluvia fuerte cae encima del césped verde.

— Necesito con urgencia volver a ser el de antes, volver a ser el rey de esta cuidad. Quiero recuperar mi trono y se que tu me puedes ayudar para llevarlo a cabo — Dimitri es una persona sin escrúpulos, un hombre que carece de corazón y por eso mismo se que el es el indicado para volver a realzar mi reputación.

— Me llenas de alegría escuchar esas palabras por tu boca. Para volver a recuperar tu trono tienes que hacer que la cuidad te vuelva a temer como lo hacían antes — mi cabeza se alza mirando el cielo nublado, viendo como gruesas gotas de agua caen de el.

— ¿ Y como puedo hacerlo? — mis ojos se cierran con pesar, por que quiero creer que estoy actuando correctamente aunque muy en el fondo de mi ser, se que esta no es la mejor vía para solucionar mis problemas.

— Es muy fácil, tenemos que atacar, matar a personas y sembrar el caos en la ciudad... — giro mi cabeza para mirarlo. Una sonrisa maliciosa decora su rostro.

— ¿muertes? ¿Caos? — mi cejas están fruncidas y en mi rostro se puede apreciar que no estoy conforme con su plan.

No quiero matar, no quiero volver a sentir como los remordimientos me vuelven a llevar al lado oscuro. No quiero perder a Darya por intentar mantenerla a salvo.

— Para volver a obtener tu título tendrá que haber muerte y caos, solo así volverá el miedo a ellos. Atacaremos a una pequeña mafia, torturaremos hasta la muerte a cada uno de ellos y también mataremos a una familia, alguna al azar..  Así volverá el temor y respeto en la gente — giro mi cabeza, volviendo a mirar por la ventana, sintiendo remordimientos por un acto que todavía no he llevado a cabo.

— Llevaremos a cabo tu plan — suelto un sonoro suspiro cuando las palabras abandonan mi boca.

— Al atardecer nos pondremos en marcha. Iré a informar a los demás de que está noche nos espera una misión importante — Le afirmó con la cabeza, sin mirarlo, escuchando como sale del despacho y cierra la puerta tras el.

Volveré a matar, a ver el sufrimiento en la gente y volverá el dolor en mi. Tendré que volver a beber hasta que mi cuerpo no aguante más para poder callar esa voz de mi cabeza que me repetía una y otra vez que era un monstruo sin corazón. No quiero volver a vivir eso, no ahora que soy feliz, pero el miedo a perderla me supera. La solución más factible sería alejarla de mi, que volvería junto a su padre y así mantenerla a salvo, pero no puedo, no puedo estar lejos de ella. Necesito su compañía, sus besos, sus caricias y dormir con su cuerpo pegado al mío, llegando hasta mi su olor a fresas. Estoy en un laberinto sin salida y cada vez me adentro más, siendo más difícil salir de él.

Pov Darya

¿ Que le ocurre? Lleva todo el día evitando mi compañía. Voy en su busca, intentando hablar con él, pero lo único que obtengo es una pequeña sonrisa forzada para luego huir de mi. ¿Y si se ha aburrido de mi? Ya le he dado todo de mi. Después de nuestras noches de pasión y mi declaración de amor, ha obtenido lo que quería y ahora esta cansado de mi. Me llevo mis manos a mi cara, ocultando las lágrimas que salen de mis ojos, notando como mi corazón se a acelerado tanto que duele ante esos pensamientos. No puede hacerme eso, ahora que lo quiero, que me echo adicta a su cuerpo, que lo necesito tanto como el respirar, no me puede abandonarme. ¿ Y si hay otra mujer? Niego con mi cabeza, repitiendome mentalmente que eso es imposible, intentado en vano quitar este dolor que se ha instalado en mi corazón ante ese pensamiento. El sonido de la lluvia junto como mi respiración agitada es lo único que se escucha en la mansión. Una absoluta y desconcertante tranquilidad reina hoy aquí. Mi vista se queda clavada en las escaleras que accede a la segunda planta, donde el se encuentra recluido en la soledad de su despacho. Mi pie se posa en el primer escalón, queriendo subir cada uno de ellos e ir hacia el, preguntarle que le sucede o simplemente besarle hasta que mi cuerpo reclame el oxígeno que necesita. Unas voces alzadas ocasionan que de pasos hacia atrás, alejándome más de él, para luego mirar el lugar donde provenían, clavando mi vista en el gran salón, donde veo como vienen en mi dirección algunos hombres de Caleb y entre ellos se encuentran Dimitri. No quiero que vea en el estado en el que me encuentro, no quiero ver su sonrisa de satisfacción ante mis lágrimas. Ando a paso ligero hacia a él hueco de las escaleras, donde nadie puede verme. Ellos van entretenidos, hablando entre ellos mientras van andando a paso lento.

Mi Debilidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora