12-Capítulo:

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-Voy a comenzar con el siguiente relato, por favor guarden silencio Señores-Pedi amablemente a los presentes así la señorita Rios pudiera escuchar y los demás también. Todos asintieron con la cabeza así que inicie.
-Empecemos...-

Este relato comienza con la acostumbrada rutina de llegar temprano al hospital, ya que me da mas tiempo de realizar mis deberes.
Al llegar me encontre con la encargada administrativa de la residencia o como el señor Orellana le dice, la secretaria.
Ella me entrego los papeles del caso de la señorita Rios, como normalmente se hace a todo medico y estudiante que empeña un servicio aquí.
Al ser muy temprano solo fui a terminar mi papeleo, que se me entrega diariamente.
firme, selle y complete como era debido hacerlo, no tolero dejar de lado mis informes.
Luego de realizar el largo papeleo, que intento terminar en el menor tiempo posible y en la mayor cantidad, me fui a la zona de farmacos, que es una zona agregada al hospital.
Al llegar le pedi unos farmacos especificos a los trabajadores de la zona, los cuales eran para la señorita Rios, a lo que yo debia ir a verla como se me había pedido con anticipación.
Luego de retirar los medicamentos preescritos. 
Me dirigi al cuarto perteneciente a la Señorita Rios, sin encontrarme ningún inconveniente en el camino, afortunadamente.
Entre luego de pedir su autorizacion, y la encontre recostada en el piso, se levantó cuando me vio entrar.
La salude correctamente y prosedi a darle los medicamentos y recomendarle el horario de toma de dichos medicamentos.
Posteriormente le explique que debia hacerle un pequeño cuestionario.
Lo primero que le pedí fueron sus datos, para ser mas especifica, nombre y apellido.
-Eve Rios- Respondió.
Lo que le pedí despues fueron gustos personales y actividades que realiza comunmente.
-Me gusta el color verde y la unica actividad que puedo realizar en este hospital es dibujar- En esa respuesta sonó algo apagada pero tenía que continuar.
Posteriormente le pedí informacion de su higiene personal, muy necesario.
-me baño cada dos días, me lavo los dientes diariamente...- Me explico.
Y por ultimo, lo que recuerdaba, quiero decir sus memorias actuales y antiguas.
Me explico que de su infancia no recordaba nada. De su pubertad solo fragmentos muy borrosos. Y de recuerdos actuales solo podía recordar hasta algunos meses atras.
Anote toda la informacion dicha y antes de retirarme me dijo algo sorpresivo para mi, ya que no escuche ninguna persona decirlo antes y tampoco que esperaba que alguien lo dijera alguna vez.
-Me agrada doctora, bastante-
Yo solo le agradeci en silencio y me retire, sin antes despedirme como es debido.
Pero esas palabras me dieron de que pensar por un tiempo, pero decidi dejarlo de lado para no interrumpir mi rutina diaria, ya que un simple descuido podría arruinar completamente un día entero de trabajo.
Pero aun así en el fondo de mi mente se repetían esas palabras, lo que causo algo de molestia y confusión sobre como sentirme al respecto. Nunca había sentido esta mezcla tan extrañamente agradable y molesta al mismo tiempo.
No se que fue lo que llevo a la señorita a decirme eso pero de cierta forma, sin ser formal, feliz.
Al acostarme y dormir pude olvidarme de esos sentimientos para al día siguiente volver a concentrarme en mi trabajo.
-Ese fue el segundo relato sobre la señorita Rios.-Finalice, acomodando mis anteojos, me quede viendo a los presentes evitando la incomoda mirada de la señorita Araya.
-A mi tambien me agrada doctora-Dijo el joven Orellana, levantando la mano, como si estuviera en la primaria, cuando los menores responden una pregunta de su enseñante.
-Lo se, Joven Orellana, usted le agrada todos-Afirme observandolo, recordando las personas con las que hablaba y habla actualmente el mismo.
-Lo se-Acepto y solto una risa.
-La unica que no me agrada es Angela-Agrego posteriormente mirando a la nombrada de reojo, si no los paraba en este momento comenzarían otra de sus riñas y ya sentía la repulsión de la señorita Araya, lo que posiblemente significaría que iba a responder la provocación.
-No sean infantiles-Ordene antes que empezaran otra riña y disturbaran la paz de la señorita Ríos.
-continuemos-Pedi, a lo que todos asintieron en respuesta, logrando parar a la señorita Araya y al señor Orellana antes de que comenzara la dicha discusión habitual.
-El siguiente relato...-

Memorias de un amor disfrazado~ (LGBT) (Pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora