Capítulo once: Giro

Start from the beginning
                                    

Sabía con seguridad que nunca le habría perdonado su negligencia.

Nunca.

### ### ### ###


Aquel día el sol era tan fuerte que podía rasgar la retina de cualquier ojo humano.

"¿Amor?"

Al final, JunMyeon había decidido traer a JongIn a su casa y no denunciar la paliza, ya que era algo grande y de lo que, hasta donde él sabía, sólo él y JongIn eran conscientes.

"Te traje algo de café".

Era extraño, pensó el chico pálido de veintitrés arrastrándose silenciosamente dentro de su propio dormitorio, donde su pareja estaba acostado desnudo en la cama, con brazos, pecho y cabeza vendados.

"¡Oh!"

Afortunadamente consciente e incluso sonriente.

"¿Este es el paraíso acaso?"

JunMyeon se sentó a su lado, posó una de sus manos en el cabello ajeno y se acercó a esos labios, lo besó suavemente y terminó sonriéndole.

Avergonzado.

"¿Por qué dices eso?"

"Me dijiste amor... y hasta me trajiste café a la cama... en tu apartamento".

Se rió entre dientes.

Tuvo un cambio repentino por ese incidente, el cual le hizo pensar. Le hizo darse cuenta de lo importante que era JongIn para él, y el miedo de perderlo o de que no podía hacer nada para ayudarlo, como había sucedido el día anterior, lo volvió loco. Por lo tanto, sin dudarlo, decidió no ir a trabajar y quedarse en pijama con él, en casa.

"Si no te gusta, puedo dejar de hacer todo esto".

Se miraban el uno al otro.

JongIn era hermoso incluso en esas condiciones, incluso con las manchas rojas alrededor de los ojos y la boca llena de sangre ahora seca, y el mayor no podía evitarlo.

"¿Quieres que pare, JongIn?"

Lo besó de nuevo.

Suavemente, apenas tocándolo, acariciando su hombro izquierdo y su pecho, cálido y suave.

Era el hombre más hermoso del mundo y era suyo.

"No, no quiero que te detengas".

JongIn laboriosamente levantó su brazo y se estiró dolorosamente hacia él, y luego lo abrazó por el cuello.

"Mnh..."

Pedía más besos del pelirrojo sin decir ni una palabra. Incluso obligó a JunMyeon a acostarse a su lado y luego lo abrazó.

"¿JongIn?"

El pobre abogado de pelo de chocolate estaba hambriento, cansado y enojado. Pensó que merecía un poco de placer, un poco de calor, después de todo lo que le había pasado.

"Tócame, por favor".

"¡¿Qué?!"

Los ojos de JunMyeon se abrieron de par en par.

"¿Estás loco?" Alguien te golpeó tan fuerte anoche, ¿cómo puedes pensar en esas cosas?"

"Por favor".

El mayor temía lastimarlo.

"JongIn, sé razonable... No subestimes la gravedad de tus heridas..."

Room n.72Where stories live. Discover now