Capítulo cuatro: Prepárate

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"JongIn, eres un..."

"¿Qué?, ¡¿Qué soy?!"

JunMyeon entró a su oficina, cerrando de golpe la puerta, para luego quitarse la chaqueta; la cual lanzó al escritorio y finalmente se llevó con casi desesperación las manos al cabello.

"¡Eres un idiota, eso es lo que eres! ¡Un idiota!"

"¿Qué? ¿Por qué?"

Detrás de él, JongIn se encontraba persiguiéndolo como un perro, sudando como un demonio casi al punto de tener taquicardia, el mayor se giró hacia él y lo observó directo a los ojos.


Su rostro expresaba seriedad y frialdad.

"¿Realmente me estás preguntando el por qué? No sé si te diste cuenta de lo que dijiste".

"Estuvo mal, ¿de acuerdo? ¡Puede suceder!"

"No, ¡JongIn! No puede suceder, ¡Joder!"

El chico se quedó en silencio.

Nunca había imaginado que podría provocar esa reacción en alguien como él, siempre tan tranquilo y relajado, cuando en realidad JunMyeon solo estaba preocupado por su reputación y por su trabajo.

JongIn se acercó a él lentamente, bajando la voz.

"Vamos, precioso... Admítelo".

Se detuvo a pocos milímetros del rostro ajeno, situó sus manos en los hombros de aquel hombre y lo observó directamente a los ojos.

"Te gusta".

La mirada de JunMyeon siguió los movimientos de su amante, para luego elevar su cabeza y dejó al descubierto su ceño fruncido.

"¿Qué debería gustarme? ¿A qué te refieres?"

"Te gusta... Que piense en ti, durante esas reuniones idiotas con nuestro jefe".

El más joven deslizó una de sus manos hacia la espalda ajena, viajando desde su estómago hasta la pelvis, plegando sus labios a una de las orejas adversas. Él sabía que no podía hacer eso, él sabía que estaban en medio del trabajo y entonces...

"¡¿Qué?!"

Con extrema indiferencia, se acercó más a él y suspiró con suavidad dentro de la oreja ajena, provocando que Jun se colocara más duro.


Así que puede sentirse bien, muy bien.


"Tú... ¿Realmente pensabas en mí?

"Por supuesto, o mejor dicho... Estaba pensando en cuanto te deseo".

A pesar de que un escalofrío lo golpeó como una descarga eléctrica, JunMyeon posicionó sus manos en los brazos ajenos e intentó detener sus movimientos.

"JongIn, no... Estamos en el trabajo, por favor".

"Solo dime si es que te gusta o no".

"Cla-claro, me gusta, ¿qué-qué clase de pregunta son estas?"


Como si no supieras que me gusta, pensó JunMyeon.


Room n.72Donde viven las historias. Descúbrelo ahora