2 Ayudame A Recordar

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No soñé absolutamente nada y cuando desperté ya era de día, lo sabía porque una de las enfermeras había abierto las ventanas y el aire fresco se colaba a la habitación. Era muy agradable, estaba segura que habría un jardín justo debajo de la ventana, ya que el olor a césped recién cortado y flores se podía sentir claramente.

La doctora tuvo que aplicarme otro calmante cuando intenté levantarme de la cama, al menos así podía controlarme mejor, pero jamás imagine que había permanecido en ese lugar casi por un mes, sobreviviendo con suero y vitaminas vía intravenosa, inconsciente o en coma, hablando en términos médicos.

Cuando mi madre, una señora de cabello castaño y rostro preocupado llegó a visitarme, intenté sacarle toda la información que pude. Quería saber quién era, tenía que recuperar al menos un pedacito de mi vida. Lo que conseguí saber fue que me llamaba Shizuru y tenía veinticinco años, estaba a punto de terminar la universidad, una carrera de economía. Y hace un año me había mudado cerca de mi centro de estudios al conseguir mantenerme con un trabajo de medio tiempo.

Por un momento temí ser alguien de mal vivir, que no tuviese un techo para protegerse cuando saliera del hospital, pero doy gracias a Dios que no fuese así. Tengo una madre y un hermano de ocho años que no puede verme aun por reglas del hospital. Si bien no tengo padre, he recibido una muy buena educación y buenos valores de mi madre. Si tan solo pudiese recordarla, si tan solo pudiese comprender el dolor que sentía al verme en ese estado, pero a pesar de sus lágrimas y sus promesas de que todo saldría bien, no podía reconfortarla con un gesto agradable. Ya que no sentía absolutamente nada, para mí era una extraña y por más que lo intentase, no salía ni una sola palabra reconfortante de mis labios.

Lo único que quería era recuperarme y salir de aquel bendito hospital, empezar a tomar los pedacitos de mi vida anterior que habían quedado esparcidos y armar una nueva, empezar de cero.

Era lo único que me quedaba por hacer.

Pero había otra cosa también y es que aquella mujer misteriosa regresó al hospital. Cada tarde después de la visita de mi madre, se quedaba apoyada contra la puerta,

Viéndome de lejos. Otras, se encontraba yendo y viniendo por el corredor. Sabía que era ella, había aprendido a reconocer sus pasos a pesar de no verla. Como dije antes, había algo especial en ella, que hacía que esperase su compañía con cierta impaciencia.

Pero esa mujer nunca hablaba conmigo, permanecía como una vigilante silenciosa y anónima, no me atreví a preguntarle a nadie acerca de ella, quería descubrirlo por mí misma, tenía que hacerlo.

Cuando pude sentarme sobre la cama y empezar a recibir alimentos, las cosas fueron mejorando para mí. Me sentía un poco más fuerte y al menos mis heridas habían dejado de sangrar y estaban cicatrizando lentamente.

Una de esas tardes después de la visita de mi madre, finalmente, ella se acercó a mí con una mirada extraña, como si temiera que fuese a morderle o atacarla. No podía comprender esa actitud, lo único que pude hacer fue mirarla fijamente y hacer que mis labios hicieran una mueca, lo más parecida a una sonrisa. Al menos creo que eso ayudó para que se sentara sobre la silla que la doctora siempre utilizaba.

- Soy Shizuru – dije débilmente, pero ella no me respondió. Permanecía con la mirada baja. Pude ver que tenía un libro y que sus manos estaban un poco inquietas. – Mi nombre es Shizuru – le repetí nuevamente, en un intento por saber algo de ella.

Ella solo respondiócon una sonrisa al final, pero no podía engañarme, teníalos ojos hinchados y rojos, como si hubiese lloradomucho.

Se puso de pie en algunos minutos,

Pero antes de irse rozó su mano con la mía, suavemente como si temiera hacerme daño y luego salió de la habitación.

Aquel simple contacto hizo que mi piel se erizara, que mi ser se estremeciera por completo, empecé a sentirme mareada, las heridas parecían dolerme más después de aquello. No podía comprender nada en absoluto, nada.

En las noches cuando duermo he empezado a soñar nuevamente, sin embargo son imágenes borrosas que no recuerdo al despertar. Junto a ellas, escucho una voz, unos lamentos que se repiten, una frase que ha quedado grabada en mi cabeza.

Sé que aquella mujer es una pieza muy importante para armar este rompecabezas mental, para aclarar un poco mis dudas y preguntas. Dios ¿hasta cuándo seguirá esta pesadilla?

Recuerdo, ¿qué es lo que recuerdo?, ¿quién eres tú?, ¿por qué tus ojos verdes me contemplan de esa manera a la distancia? Estoy asustada, muy confundida. Tu rostro no me es familiar, tus gestos son extraños para mí, pero esa voz que inunda mis oídos quizás la escuché antes, tal vez, no estoy segura. Solo sé que aquella sonrisa fingida, que intenta esconder esos ojos tristes no engaña a nadie, no me engañan en absoluto. Sin embargo, lo sigues haciendo cada vez que te acercas a mí

¿Por qué sigues aquí? Lo siento, no puedo recordarte, ni siquiera puedo saber quién soy yo. Pero en estos días me he estado preguntando: ¿Por qué mi corazón se acelera cuando estás presente? ¿Por qué todo parece más sencillo cuando estás conmigo? Quisiera saber la razón, ya que, en mi cabeza

sólo tengo grabado un no me olvides, una frase repetida muchas veces con desesperación.

Gritos, palabras que posiblemente escuché en sueños, cuando estaba en coma.

Acaso ¿fuiste tú quien las pronunció? Dime por favor, te lo ruego ¿eres tú la dueña de aquella voz?

¿Nos conocemos de antes? ¿Qué tipo de relación tenemos? Ayúdame, ayúdame a recordar.


Y aquí está el otro capítulo xD realmente voy bastante rápido con esta.

Ojala les guste.

Att,

Mapache Del Mal

No Me OlvidesWhere stories live. Discover now