Capítulo 6 "Terror"

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Caminé con pasos vasilantes, temí lo que me deparará el destino, pero ella era mi amiga no debería sentir miedo de ella, ella estuvo ahí, me aconsejó, cuando nadie más lo hacia, pero aun así un escalofrío recorre mi cuerpo, en el espeluznante silencio solo se oían los sollozos de Jessi y Elena y la canción diabólica de Sofía, que ambientaba perfectamente el terror en ese instante sentía, quería nunca llegar al baño, aunque sé que tarde o temprano lo haré.

Cuando por fin llegué, trague saliva, me propuse a abrir la puerta, estire mi mano templorosa, pero no me atreví a abrir la puerta, estaba en estado de sochk, no podía abrir la puerta, ni recoger mi mano y salir corriendo, simplemente solo podía estar parada con la mano estirada a punto de girar la perilla, temía de los que me podía esperar ahí dentro, cuando por fin me decidí a abrir la puerta, la perilla empezó a gritar lentamente, terrorífica mente, la puerta de abrió de golpe, me pegue a la pared aparentando los ojos  por instinto, por un impulso de alejarme del peligro, pero solo oía el sonido del reloj de manecillas marcar los segundos y los minutos, lentamente abrí los ojos y nada, no había nada en el obscuro baño, la gran puerta de metal que estaba junto a mi estaba cerrada, la luz había vuelto, Jessi y Elena seguían en el piso abrazadas, Sofía ya no estaba en su cama

-Esto no ha acabado... apenas esta iniciando- dijo Jessi llorando, Elena estaba templando, sin abrir los ojos.

Miré de nuevo al baño, moví la cabeza de lado a lado curiosa, tratando de ver algo en la soledad del baño, voltie de nuevo a ver a las chicas, cuando el ruido de algo callendo dentro del baño, me asustó, voltie lentamente la cabeza con total pánico para encontrarme, con algo terrorífico, Verónica, con la cabeza agachada, el pelo le cubría la cara, sentí como mi corazón latía rápidamente, di pasos inseguros hacía el baño, un paso, dos paso, tres pasos, cuatro pasos, cinco pasos, seis pasos, siete... no pude dar el paso siete, me tense completamente, me faltaba solo un paso, esta ahí parada al maco de la puerta, retrocedí tres pasos voltie a la gran puerta de metal a ver el espejo de cuerpo completo, en donde se reflejaba mi figura, me ví pero misteriosamente, no evité notar que era exactamente igual a Verónica, podríamos ser gemelas, agache la mirada cuando mire de nuevo el espejo, de cuerpo completo, la ví, la única diferencia que podía notar era nuestra diferente forma de mirar, ella miraba con odio y rencor, y yo dulce y tiernamente, de repente me moví frente al espejo, pero mi reflejo no imitaba mis movimientos, esa no era yo era ella.. de repente salio del espejo primero su cabeza, luego sus manos y torso y al último sus piernas, retrocedí unos pasos atrás cuando tropecé con un mueble, caí al piso, me cubrí la cara, después de unos segundos, oí de nuevo el reloj de manecillas, la luz había vuelto, como si lo de hace unos instantes no hubiera pasado, estaba tan nerviosa, imaginando cosas, cuando de repente algo una fuerza me tiro al piso.

-Te lo dije...- dijo Jessi,

Sentí como unas manos tomaban mis pies y me jalaban hacía el baño, contra mi voluntad grité, cuando por fin estuve dentro del baño, la obscuridad, la soledad, me confundían, veía todo en cámara lenta, pero sin embargo no pasaba nada, no había nada solo yo.

El tiempo pasaba, nada ocurría, me decidí parar y tratar de abrir la puerta, pero no podía estaba cerrada con llave de fuera, suspiré, traté de prender la luz pero no hallé el apagador, me senté en la taza del baño, miré a los lados, me levante, y recargue en la pared contraria al lavabo y al baño, al hacer contacto, con la pared se entendió la luz, encontré el apagador, la luz era blanca, pero no pude evitar notar que había un espejo sobre el lavabo, fui me lavé  la cara y justo cuando ví el espejo con sangré decía "Vete de aquí..."

-¡¡Aaaaahhhhh!!- con mi mano quité la sangre del espejo, después me lavé las manos, oí el ruido del agua caer, era relajante, cerré la llave.

Pasaron las horas y nada, una hora, tres horas, cuatro horas, hasta que en la quinta hora, empecé a oír levemente gritos, personas pidiendo ayuda, cada segundo que pasaba en sonido se intensificaba, hasta que ya no aguante más, cubrí mis oídos con mis manos, con la esperanza de ya no oírlos más, pero seguían no paraban.

-¡¡Aaaaahhh!!!- otro grito mío inundo el baño, después la ví, ...

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