Final- Parte Noah.

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Finale.

Lección aprendida.

¿Han sentido como si maduraran repentinamente?

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¿Han sentido como si maduraran repentinamente?

Así me siento, como si estuviera por primera vez haciendo lo correcto, como sí por fin estuviera cerca de ser plenamente feliz.

Todo comenzó la noche de año nuevo, Judith me recriminó el daño que le estaba haciendo a Keira, mi mejor amiga y novia, si la podía considerar así en ese momento, durante el viaje que ella hizo para un representar a no sé quién en Milán, comencé a dudar de si enserio debíamos estar juntos.

Obviamente mi falta de tacto la lastimo hasta tal punto que Paige y Ethan vinieron a darme una paliza, pero no le di importancia, las cosas debían ser así.

Pero ese "no le di importancia" me demostró lo contrario, no podía evitar revisar sus redes sociales para saber con quién estaba, en donde y que estaba haciendo, me volví su acosador a pesar de que ella estaba tan cerca de mí.

Judith me obligo a rebuscar entre mí, y recito sus palabras, <<frío, despiadado, negro, sólido y asqueroso>> corazón.

Así me di cuenta que si tenía importancia, que si debíamos estar juntos, y con la empresa de por medio, eso jamás sucedería. Ella odiaba que me encerrara a trabajar, y siendo el presidente eso sería constante.

No podía perderla por un simple título.

Decidí renunciar a mi derecho, decidí elegir a la chica de hermosa sonrisa, de ojos cálidos y amorosos, que siempre estuvo para mí aunque yo hubiera elegido a Judith en nuestra adolescencia.

Sabía que Nash se arrepentiría de ser presidente, lo veía en sus ojos. Podíamos llevarnos como perro y gato, pero seguía siendo mi hermano, el chico que me enseño lo valioso de la vida, y aunque no fuéramos los mismos, el merecía descubrir su error por sí mismo, ya que si intervenía, el creería que solo quiero sacarlo de juego.

Horas habían pasado de ese momento, y ya me encontraba a varios kilómetros de distancia, con la mujer que amo a mi lado, escuchando una movida canción que ella cantaba a todo pulmón, moviendo su cabeza de lado a lado.

De lo único que me arrepentía era de no haber recuperado a Nash, de no haber recibido una sonrisa de su parte, de no haber podido hablar con él cuando todo el desastre comenzó, de no habernos apoyado cuando nuestros padres discutieron, de todo y más, incluyendo el haber invadido su vida, su hogar, y atrapado a su familia dejándolo solo.

Pero son situaciones que aunque volviéramos en el tiempo, no deberíamos cambiar, porque dieron paso a este futuro, porque marcaron un antes y un después en nosotros, y si tuviera que volver a vivir todo eso para llegar a este momento, lo haría mil veces sin cambiar nada.

Antes de salir de casa con mis maletas en mano observe la seriedad de papá, la incomprensión de mamá, la leve sonrisa de la abuela y el asentimiento del abuelo, los pulgares arriba de Natalie y el guiño de Judith.

Leah y Nick nunca fueron malos padres, pero esperaban que yo los enorgulleciera tomando la presidencia aunque eso fuera sobre su propio hijo, lamentaba que no se sintieran enorgullecidos por haber tomado la decisión correcta, pero no me iba a quedar a oírlos.

-¿Estas bien?

La mire y sonreí, volví mi vista a la carretera y me coloque los lentes de sol.

-Por supuesto, ¿y tú?

-Sin arrepentimientos ni dudas.

Porque estas son las cosas más valiosas, los pequeños detalles que marcan la diferencia, si bien estar enamorado es un lindo sentimiento, estar enamorado sin saberlo es completamente diferente y aún más satisfactorio.

Algunas acciones no deben pensarse demasiado, cuanto más las pensamos menos especiales se hacen ya que todo se vuelve estructurado y pierde la emoción de haberlo hecho por un impulso.

No importa si nos equivocamos, de eso se trata la vida, si nunca lo hiciéramos podríamos nacer y morir en cualquier momento sin haber aprendido nada, en cambio, equivocarse y aprender de eso nos ayuda a crecer, y cuando ya hemos aprendido lo que debíamos y enseñado lo que teníamos, podemos irnos como si fuéramos a dormir una noche más.

Y solo espero, que algún día Nash perdone todo lo que hice, porque ese fue mi error, y si bien me arrepiento ahora, nunca lo hice para lastimarlo, pero esa es nuestra naturaleza, dañamos a los que más amamos.

Por mi parte, dañe al que fue y será mi hermano de corazón, a la chica más fabulosa que conocí e ilusione sin piedad, a la mujer que amo, a una de las chicas más importantes de mi vida que me trato como si fuera de su familia, y a todos los que me rodeaban y no consideraba suficientemente buenos.

Fui un idiota, pero un idiota que por fin aprendió la lección gracias a sus errores.

Judith ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora