Prólogo

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La noche golpeaba con todas sus fuerzas en la nación del fuego, aún con el bloqueo que sufría a manos de sus enemigos no se notaba afectada por conflictos, en una playa cerca del palacio del señor del fuego atracaba un pequeño barco, el cual, después de varios problemas había llegado a su destino, de el bajo una mujer algo entrada en años, pero aún conservaba ese porte elegante de su juventud, en ese momento se le acercó un joven ataviado con un uniforme del ejército de la nación del fuego

-señora, por aquí por favor, el señor del fuego la está esperando- dijo haciéndole un ademán para que lo siguiera, la mujer asintió caminando tras él en silencio, continuaron yendo por un camino sinuoso hasta llegar a su destino ambos entrando a la sala donde se encontraba quien la esperaba

-señor del fuego, la señora Sato ya se encuentra aquí- anunció el soldado hacia su mandatario

-muy bien, ya puedes retirarte- el soldado les ofreció una pequeña reverencia saliendo del lugar, el señor del fuego se levantó de su asiento y se dirigió a su invitada -Asami espero que tu viaje haya transcurrido en calma-

-me hubiera gustado eso Iroh, pero los antimaestros tienen un gran bloqueo cerca de ciudad república, es casi imposible salir o entrar- la mujer tomó asiento en una de las sillas que se encontraban en el lugar, permitiéndose soltar un suspiro de alivio, en su rostro ya se dibujaban las arrugas, así como varias canas que atravesaban su cabello

-lamentablemente se hace más difícil recuperarla, desde la muerte de Korra hace 20 años ciudad república les pertenece a ellos- dijo el señor del fuego Iroh, su rostro lleno de arrugas la miraban con seriedad

-al menos hasta que aparezca el siguiente avatar-

-¿aun sigues con la esperanza de volver a ver a un avatar?, si existiera ya tendría 20 años, pero aún no ha aparecido- Asami lo miró con una ligera sonrisa

-sabes lo que siempre he pensado, es posible que el avatar haya nacido en una familia perteneciente a los antimaestros, por lo que no sabría sus habilidades-

-Asami, un maestro no puede mantener oculto su poder por siempre, simplemente se saldría de control con o sin su conocimiento-

-exacto y han pasado casi 20 años, el momento en que veamos el regreso del avatar está muy cerca, puedo asegurarlo- el señor del fuego la miró queriendo creer que lo que decía fuera verdad, no solo el, sino todas aquellas personas que residían en las ciudades libres del yugo de los antimaestros tenían la esperanza de que el avatar regresara y recuperara el balance del mundo.

El renacimiento de un nuevo AvatarWhere stories live. Discover now