Capítulo 42.

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Mis pies pesaban cada vez más, pero sentía que tenía que llegar a algún lugar. Estaba subiendo unas escaleras que no terminaban nunca, mientras el sudor de mi espalda, hacia que se me pegaran los cabellos en la nuca. Tomaba bocanadas de aire tratando de tragar algo mejor que todo aquel humo. Y yo sujetaba una mano que me guiaba hacia arriba. Mi vista aún daba vueltas, pero sabía que podía confiar en aquella persona que me encaminaba. No sabía porqué, pero lo presentía.

Llegué a una habitación completamente en la penumbra, y luego de chocar mi espalda contra una fría pared, sentí una boca sobre la mía. Alguien me estaba besando como si el mundo dependiera de ello, y yo solo trataba de seguirle el ritmo porque aquella sensación era genial. La otra persona colocó sus manos en mis muslos, mientras se iba colando a través de mis shorts por debajo de ellos. Me sentí a mi misma suspirar con pesadez, mientras el aliento de la otra persona chocaba contra mi cara. Luego me volvió a besar, pero esta vez, ocupándose de mi camisa. 

Sabía que todo esto era un sueño, porque yo misma me veía sentada aún en aquellos sillones conversando con Derek, el muchacho que acababa de conocer allí. Esto era un sueño, una fantasía, pero a la vez se sentía demasiado real. Me dije a mi misma que no tenía porque preocuparme. De seguro ya habíamos llegado a casa y ahora me encontraría dumiendo placidamente y soñando con esto. Si, eso debe ser. 

Tan solo me deje guiar por la otra persona. Necesitaba verle el rostro, porque quería confirmar mis sospechas. Estaba segura de que era Justin porque a este ritmo, mis sueños con él eran muy frecuentes.  

Y jadeaba entre beso y beso, mientras sentía menos espacio entre nuestros cuerpos. Él chico me susurraba algo al oído que no pude entender, pero sabía que de seguro era Justin diciéndome que me amaba. 

Sentí una luz sorpresiva que entraba desde algún lado. Entrecerré los ojos pero no pude ver nada. Solo la música que atormentaba mis oídos y los gritos de gente festejando. El chico con el cual me estaba besando se apartó de mí, y me siento caer sobre el piso en ese mismo instante en donde mi apoyo había desaparecido. 

Después de eso, recuerdo que me dormí. Pero era imposible. No me podía dormir dentro de un sueño. 

NARRA JUSTIN:

Verla allí, tan indefensa a mi lado me hacía revolver el estómago. Sentir su pacífica respiración y saber que está bien. Sonreí torpemente mientras le corría los mechones de la cara, y le besé la frente para que al menos sintiera el contacto. Ella se removió en su sitio y comenzó a dormir con la boca abierta. Reí por lo bajo mientras me iba acomodando para una noche planeada. Quería que fuese la primera persona con la que se encontrara cuando despertase, para así también, regañarla como nunca en su vida. 

De no haber sido por Ryan que me avisó, ese hijo de puta ya le estaría haciendo, lo que yo quiero hacerle a ella desde hace tiempo. Lo sé, es loco, pero esto me hizo recapacitar. En una semana se vuelve a Argentina, y es posible que nunca la vuelva a ver. Tengo que aprovechar las oportunidades que me quedan para que se vaya con un buen recuerdo de mí. Quiero hacerla sentir especial porque provocó cosas en mí, que nunca pensé que sentiría. 

Tengo que besarla todas las veces que pueda, abrazarla y quedarnos así por un largo rato. Conversar con ella de cualquier estupidez, pero conversar de todos modos. Tengo que hacer todo lo posible para que no me olvide. 

NARRAS TÚ:

Cuando me desperté, pude sentir mis piernas entumecidas y la boca seca. Pestañé mucho antes de poder abrir del todo mis ojos, pero sin embargo, su figura era siempre reconocible. Justin estaba a mi lado, observándome con el ceño fruncido.

—Hola. —Dije tratando de incorporarme mientras me daba cuenta que me encontraba en una mullida cama. Este definitivamente no era mi cuarto. —¿En donde estoy?

We can't. {Justin&Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora