Capítulo 22.

1.2K 34 17
                                    

Solo fueron dos segundos, en donde nuestras bocas estaban juntas, sin ni siquiera moverse, pero Justin realmente me estaba besando. 

Me estaba sosteniendo de las mejillas, y enseguida se incorporó alejándose de mí. Me observó atonitó, como si estuviera viendo algo paranormal.

—Estoy confundido. —Tragó saliva y miró hacia abajo.

—¿Eh? —Yo practicamente no tenía palabras para decir en ese momento. No sabía si estaba enojada por lo que había hecho o simplemente alegrándome en el interior por darme cuenta que él sentía algo por mí. Pero esto no podía ser, es decir, lo nuestro definitivamente no podía ser.

—Esta semana fue muy frustrante. Tengo problemas con mis padres, y ahora con Lucy y Nikki taladrándome la cabeza, no sabía que pensar. Tú fuiste muy linda conmigo porque me ayudaste mucho. Me refiero a darme cuenta de las cosas, y a la vez sentía un gran cariño por tí, pero lo siento. Esto no volverá a pasar. —Se giró hacia adelante continuando con la caminata.

—¡Espera! —Corrí hasta seguir su ritmo y lo detuvo tomándolo del brazo.

—No, enserio, esto no volverá a pasar, yo... —Le corté la frase.

—¿Y si te digo que a mi también me estuvieron pasando cosas? —Tragué saliva y lo miré fijamente. Me estaba revelando a él. Todos los sentimientos confusos que tenía en mi interior desde que lo había conocido, los dejé salir en ese par de palabras con mas de un sentido.

Justin rápidamente se quedó boquiabierto, y luego de unos segundos observándome sin pestañear casi, observó para todos lados tratando de comprobar algo, y me tomó de la mano guiándome hacia dentro del estadio cubierto en donde estaba la cancha de basquetball y la otra de volleyball. Cerró la puerta detrás de nosotros y me empujó contra la pared mas cercana. 

—¿Sabes que esto es malo, no? —Se colocó enfrente de mí, con su cuerpo pegado al mío y sus manos a los costados de mi cabeza mientras mojaba sus labios sin dejar de mirarme. 

Casi se me desboca el corazón. Tragué saliva y parpadeé para comprobar que esto no fuera un sueño, y cuando los volví a abrir, Justin ya estaba sobre mi boca, besándome como si todo dependiera de ello.

Me aferré a él colocando mis manos en su cabello y desordenádolo a medida que él me mordía el labio o intentaba besarme con más furia. 

Luego de unos cuantos minutos exitantes, él jadeo contra mi mejilla y cerró los ojos. 

—Esto no tiene que estar pasando. —Murmuraba en mi oído para sí mismo.

—¿Por qué lo dices? —Susurré.

—Somos primos, somos familia. 

—Podemos tener el mismo apellido, pero no sé si la misma sangre. —Dije.

—De todos modos no está bien. Yo estoy con Nikki. 

—Tenías que haberlo pensando antes, ¿no crees? —Arqueé una ceja aún sin que él me estuviera observando.

Él se incorporó colocando su rostro enfrente del mío, pero aún con sus manos a los costados de mi cabeza.

—Tiene que ser nuestro secreto, ¿si? —Dijo Justin.

—Totalmente. 

—Y espero que se repita. —Mordió su labio mirándome la boca.

—Totalmente. —Respondí.

Luego, otra vez nos estábamos besando. 

Fue todo tan loco. Como sacado de un cuento o alguna de esas telenovelas brasileras que miraba mamá. 

We can't. {Justin&Tú}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora