Capítulo III
"Desconfianza".
Pov's Ari
Todo me daba vueltas dentro de mi mente, las imágenes del presente mezcladas con la sangre del pasado. Podía escuchar las voces de personas a lo lejos como si fueran ecos que llaman mi ser. Lentamente abrí los ojos, sentía mi boca reseca y todo lo cuerpo adolorido en especial mi nuca.
—¿Estás bien, Ari?
La voz de Sokka hizo que me concentrará. Me incorporo mentalmente tratando de entender lo que pasa.
Azula.
Me levanto de derrepente ganando un mareo, Sokka y Aang me sostienen para no caer del catre. Estamos en la misma recámara donde Katara sanaba a los soldados bloqueados.
—¿Ganamos? .— Logro decir al sentir como los garganta raspa.
—Si, no hay de que preocuparse. Azula huyó y el taladro fue detenido antes de lo peor.
Después de que Aang me contará, Toph decide darme algunas frutas para recuperar fuerzas mientras Katara sana mis heridas mallugadas hechas por los golpes del taladro.
—Debemos continuar, hay que ir a ver al rey.—Habla Sokka en la entrada de la habitación.
Después de algunos vendajes logro ponerme a andar, aún me duele poco la cabeza pero es soportable. Entramos a la línea de tren que nos adentrará a los muros interiores de la ciudad.
—¿Para qué veremos al rey?.—Me atreví a preguntar.
Nadie responde; Aang me mira inseguro, algo anda mal.
—¿Hablarán?
—Encontramos un dato curioso para ganar la guerra.—Habla inseguro Aang.
—Te escucho.
Enseguida el tren se detiene, bajamos subiendo a la gran plataforma. Desde este punto la ciudad es grandiosa.
—Hola, soy Ju Dee. Seré su anfitriona en su estadía en Ba Sing Se.
Una mujer con una sonrisa escalofriante se acercó dándonos la bienvenidas. Sokka y yo intercambiamos miradas de desconfianza acerca de aquella mujer de cabello largo.
—Tu debes de ser, Katara, Toph y Sokka.—Se detuvó en mi un poco sorprendida.— Veo que se les a unido un nuevo integrante.
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Hidden |Zuko|
FanfictionMundos divididos por una sombra de traición. Hay caminos que se unen sobre ríos de dolor. La avaricia fue sembrando el veneno y la ambición. Y que enntre dudas y un abismo se sujeta el corazón.