Capitulo 8

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Era hora de marcharnos. Ya habían pasado cinco días desde que Basso y Pepper nos habían informado de lo ocurrido. Vee y Gavin se habían ido de luna de miel, mientras que mi madre había viajado a Coldwater el día anterior.

Estaba ordenando mis maletas, cuando un frío se posó en mi columna. Mire por el rabillo del ojo y vi a Patch apoyado en el umbral con su gorra de béisbol, sus pantalones negros y su cazadora del mismo color. Se veía realmente sexy.

—¿Estas lista? —dijo mientras caminaba hacia mi.

—Si —solté. Me gire hacia el para depositar en sus labios un suave y dulce beso.

Nuestro vuelo salía en dos horas. Patch me ayudo a llevar las maletas hasta el Jeep. Las dos semanas en Lancashire, Inglaterra habían sido estupendas. Patch conocía aquella zona, ya que cerca, había hecho jurar lealtad a Chauncey hace cientos de años atrás. Ver a ese Nefilim arrodillado ante Patch, pronunciando las palabras "amo, soy tu vasallo", me causaban un gran escalofrío. Patch me abrió la puerta para poder subirme al Jeep e irnos al aeropuerto para tomar nuestro vuelo rumbo a Portland.

El aire olía a tierra mojada. Estaba rodeada de árboles.

‹‹Coldwater›› pensé.

Estaba en el bosque que daba a mi casa. Sentí un ruido y me gire rápidamente. El lugar estaba en silencio. Sentía el húmedo tacto de la tierra bajo mis pies descalzos. Vi una sombra que se desplazaba entre los árboles hasta que se detuvo frente a mi. Transmitía una energía fuerte, más fuerte que la que transmite Patch. ‹‹Esto es un sueño›› grite, pero fue inútil, las palabras no salían de mi boca. Era cómo sí algo lo impidiera hacerlo.

‹‹Corre›› me susurró una voz.

Mi cuerpo tardo en acatar aquella orden. Corrí entre los árboles mientras esquivaba piedras y ramas que estaban en el suelo. Por el rabillo del ojo, vi como la sombra me pisaba los talones. Estaba asustada.

Caí.

Había tropezado con una rama. Mis pantalones se habían rasgado. La figura oscura estaba de pie frente a mi. No sabía quien era, no sabía que buscaba. Tenia los ojos negros como la noche y me observaba con atención.

Capte una luz que provenía del otro lado del bosque. Escuchaba mi nombre. La sombra me miro por unos instantes y desapareció. La luz seguía acercándose cada vez más rápido hasta que llego frente a mi e hizo que mi vista se segará sin poder ver aquella persona que me había salvado de la sombra. Sentí un ligero golpe en la cabeza y todo lo que me rodeaba se volvió oscuro.

Desperté sobresaltada. Estaba apretando el brazo de Patch con mucha fuerza. Mis manos y mi frente estaban empapadas de sudor. Patch me miro y dijo:

—¿Estas bien?

Lo mire por unos segundos. Había tenido una pesadilla. Eso era, solo una pesadilla. No sabía cuánto tiempo había dormido, ni cuento tiempo faltaba para llegar a Portland. Respire profundamente para poder tranquilizarme. Solté el brazo de Patch y lo mire.

―Estoy bien ―dije mientras me acomodaba en el asiento―. ¿Cuánto falta para llegar?

―Solo unos minutos.

―¿He dormido todo el viaje?

Mire a Patch preocupada. El viaje duraba cerca de cinco horas. ¿Cómo es esto posible? Ya habían pasado cerca de quince minutos cuando el avión aterrizó en el aeropuerto de Portland. Patch tomo de mi mano y nos dirigimos a recoger nuestras maletas. Teníamos que viajar a Coldwater en auto, pero ¿Cómo viajaríamos si el Jeep de Patch aún no llegaba de Inglaterra? Me detuve en seco.

―¿Cómo viajaremos a Coldwater?

―En auto ―dijo Patch tranquilamente.

―¿En auto? No tienes auto ―solté.

Las comisuras de sus labios se elevaron. Patch siempre tenía todo planeado y cuando no, solo improvisaba.

―He alquilado uno ―dijo con un aire de superioridad.

Dicho esto, nos dirigimos hacia la puerta y ahí estaba, un Tahoe blanco. Patch recibió las llaves del hombre que estaba de pie junto al vehículo. Subimos las maletas arriba del coche y nos marchamos. El viaje a casa estuvo silencioso. Patch iba muy concentrado, de seguro estaba pensando en algo. De vez en cuando, lo miraba para ver si podíamos cruzar nuestras miradas pero nada. Comencé a notar que el auto cada vez perdía más velocidad. Patch se estaba deteniendo en una cafetería.

—¿Quieres un café? —dijo mientras abría la puerta para bajar.

—No, estoy bien. Gracias —solté.

Sin más que decir, Patch se bajó del coche dejándome en su interior. Vi como caminaba hacia la entrada. ¿Qué le pasaba? Al cabo de unos minutos, estaba fuera del coche tomando un poco de aire. Definitivamente, odiaba viajar.

No había señales de Patch, de seguro estaba pidiendo algo para llevar. Saqué mi teléfono de mi cazadora y marque a mama. Al segundo pitido, ella contesto.

—Cariño ¿dónde vienes? —dijo mi madre del otro lado de la línea.

—Estamos en una cafetería en Portland, estaremos haya dentro de una hora.

—Aquí estaremos esperándote con Jake.

Jake era el novio de mi mama. Se habían conocido en una de las subastas que mama había realizo en Seattle hace un año y medio atrás. Fue difícil verla con alguien después de la muerte de mi padre y de lo ocurrido con Hank. En un comienzo, mama había llevado a Jake a casa como un amigo y finalmente, Jake nos invito a comer a un restaurante muy lujoso en Coldwater con el fin de informarme que el y mama estaban saliendo oficialmente. Recuerdo que estuve cerca de una semana tratando de procesar aquella información.

—Esta bien. Te quiero —dije mientras me apoyaba en el auto.

—Y yo a ti.

Habían pasado cinco minutos de aquella llamada con mama y diez minutos desde que Patch había cruzado las puertas de aquella cafetería. ¿Por qué demoraba tanto? Decidí esperar unos minutos más antes de entrar e ir a buscarlo.

Estaba tan concentrada observando la entrada de la cafetería que no me había percatado de que un auto había aparcado a mi lado. El conductor se bajó. Lo mire con el ceño fruncido. El levanto la cabeza y nuestras miradas se cruzaron. En cuestión de segundos, su cara se volvió pálida y su rostro inexpresivo. Yo lo seguía mirando ¿acaso no se sentía bien? Podía ver como tragaba con dificultad. Mis manos comenzaron a sudar. Sentía que lo conocía de algún sitio. Se recompuso e inesperadamente camino a paso seguro hacia mi quedando a una distancia prudente.

Estábamos frente a frente, mirándonos a los ojos sin decir ninguna palabra. El tenía cara de estar sorprendido por verme. ¿Lo conocía? No lo se, no lo recordaba. Hank había borrado mi memoria y nunca la había recuperado completamente. Entonces fue cuando el desconocido dijo:

—Nora, tanto tiempo.

Sabía mi nombre. Era evidente de que me conocía pero yo no recordaba quien era.

—Lo siento, no se quien eres —dije.

—Oh, había olvidado ese detalle —soltó mientras sonreía. ¿Ese detallé? ¿A qué se refería? ¿A mi pérdida de memoria? ¿O al no presentarse?—. Soy Elliot, Elliot Saunders.

Trate de escarbar en el fondo de mi memoria, sabía que había escuchado a Vee y a Patch decir aquel nombre y fue ahí cuando destellos de imágenes aparecieron en mi mente.

Elliot en Enzo's. En la escuela enseñándome a batear. En el Delphic juntó a Vee y Chauncey. En el Borderline. En mi casa. En el suelo dentro de la biblioteca de la escuela.

Oh, no.


FELIZ AÑO ANGELES <3 OS QUIERO <3 

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