El REY de la MAFIA ©1 [Completo]

06 { Fiesta } ✅

— ¡Mikhail! toda la junta ya ha
hablado y todos quieren lo mismo, todos quieren un heredero.

Bufo sin poder creerlo.

— Les recuerdo que yo mismo he creado la junta, he sido muy amable al dejarlos participar con sus opiniones para las posteriores decisiónes respecto a la mafia. ¿Y ahora me salen con esta mierda?

Todos los ancianos que rodean la mesa muestran un semblante de miedo. Todos excepto el moreno, quien ríe por debajo.

— Es necesario... — habla el hombre canoso que se encuentra a un canto de la mesa.

— ¿Es necesario un heredero?, ¿Es necesario que tenga un hijo? ¡Pero de que va toda esta estupidez que alguien se deje entender por toda la mierda!

Todos retroceden atrás llevándose con sigo sus sillas. Es entonces que uno de ellos se levanta y me encara.

— Señor, usted sabe perfectamente que corre peligro cada segundo de cada día, en algún momento ya no estará con nosotros y entonces todo será un caos. Habrá muchos enfrentamientos por ocupar el lugar de mando, muchos desearán su trono, muchos querrán a la mafia alemana sin recordarle que usted es el ultimo heredero de los Ackermann...

— ¿Qué hay de mi primo? Nathan puede ser sucesor de la mafia si algo llega a pasarme.

Todos se miran entre si.

— Como bien sabe, Nathan es hijo legítimo. Las reglas de la mafia Alemana son claras, solo un legítimo hijo de linaje puede...

— ¡Si, si si! ¡Ya lo sé, llevar el mando! — lo corto.

¡Mierda es que eso es cierto pero no! ¡Aún no es el momento! ¿De dónde carajos voy a sacar una esposa?

Por otra parte y razonando mejor. El hombre tiene razón, todos quieren mi puesto. ¡¿Por qué mierdas no tuve un hermano?!

Suspiro con cansancio y sin más levanto mi cuerpo del sillón.

— Yo lo solucionaré — digo por ultimo antes de salir del salón.

Cierro la puerta detras de mi y justo es que llega Alfred. Agacha la cabeza y me entrega una caja.

— Esto es todo mi señor — informa alcanzandome el paquete.

— ¿Revisaste si faltaba algo?

— No falta nada. Sortija, vestido, tacones y accesorios mi señor — dice con seriedad.

— Puedes retirarte. Quiero mi auto listo dentro de cinco horas, ni más ni menos, ¿Quedó claro?

— Como el agua mi señor — asiento y es suficiente acto para que él se retire.

Suelto una leve sonrisa al imaginar la cara que podrá Calipso con solo ver esto.

Arreglo mi corbata incluyendo mi traje y no espero más para dirigirme hasta la habitación de "Mi querida prometida".