Soy Tu Amo

◽ Si, Mi Señor ◽

— Adelante — indicó el pelinegro revisando documentos con la misma apatía de siempre.

— Amo Hotaru — nombró ingresando dentro de la oficina, espacio amplio encerrado por cuatro paredes que él ya conocía perfectamente.

— ¿Que quieres, Ellis? — preguntó bajando los papeles de su vista, dirigiendo esos penetrantes ojos azules que tanto hacían estremecer al pobre pelirrojo.

— Hoy tuvimos muchas ventas y el servicio fue excelente — anunció sonriendo con nerviosismo — Trabajé duro hoy — mencionó con orgullo, esperando la sonrisa del jefe que pronto llegó.

— Los chicos también lo hacen, Ellis — recordó con algo de gracia, devolviendo su atención a los asuntos de los que se estaba encargando.

— Si, así es amo — las palabras del mayor no le hicieron sentir especial como él esperaba — Bueno, todos se han retirado, amo, solo quedo yo — aclaró bajando la mirada hacia el suelo — Así que... — dos educados toques en la puerta fue lo que interrumpió la temblorosa voz del menor.

— Adelante — permitió guardando los documentos en su maletín de cuero.

— Amo Hotaru, el automóvil está listo — avisó el subordinado de cabellos plateados que entró tras las graves palabras de Shane.

— Bien, allá voy, Draco — el peliplata hizo un reverencia y salió del sitio, no sin antes mirar con desagrado al de baja estatura.

— Gran trabajo el de hoy, Ellis — felicitó serio y frío, como siempre —Nos vemos mañana — se despidió tratando de esquivar al pelirrojo.

— Amo Hotaru — le llamó antes de que atravesara la puerta.

— ¿Si? — solo quería irse y sufrir otra noche fría sin el amor de su vida, ¿era tanto pedir?

— Lo vi muy tenso y decaído el día de hoy — comentó poniéndose nuevamente frente al empresario — Y... usted sabe que no me gusta verle así... — susurró arrodillándose del pelinegro, quien le miró hacer aquello.

— Ellis...— iba a detenerlo, pero esos lindos y delgados labios besando su miembro por encima de la tela no le dieron otra opción más que callar.

— Amo, solo dejese llevar — aconsejó bajando la bragueta del pantalón de vestir que cubría aquel cuerpo tan perfecto que lo hacía humedecer en sus sueños.

— Ngh — se recargó en la puerta, dándole autorización al menor de ser quien le hiciera imaginar a su amado hacerlo en lugar de él. Y tan solo cerrar los párpados y ver ese increíble rostro ya le provocaba querer que le dieran tal tipo de placer.

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— Vamonos, Draco — luego de quince minutos de espera, el de anteojos agradeció mirar a su amo salir por la puerta.

— Si, amo — le abrió la puerta y la cerró luego de que el fino hombre se vio dentro de la limusina. Iba a subir él también, pero mirar al pelirrojo alejarse por la acera, con cierto temblar en su cuerpo, le incitó correr detrás de él. Pero no, no lo hizo.
Solo siguió sus ordenes.

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— Soy Ellis Becher, tengo veintitrés años, trabajo como jefe de piso en uno de los restaurantes más grandes y reconocidos de Inglaterra... HotaruYaoi — se dirigía lentamente hacia la oficina del mayor — Tengo buen salario, una hermana y algunos amigos... y también... — miró la puerta por algunos segundos — Estoy enamorado del hombre mas atractivo, codiciado e importante que hay... Shane Hotaru Lee, que por cierto, también es mi amo — se arrepintió — Bueno, jefe, pero hace que le llamemos "amo" cuando nos refiramos a él — tragó saliva con algo de dificultad.